La Princesa del Alfa
¿Hasta dónde es capaz de llevarte un libro mientras lo estás leyendo? Realmente jamás lo sabremos, pero algo muy claro nos debe quedar, leer te hace libre. Isabella es princesa del país Murachi, una nación muy pequeña del continente europeo, descendiente de un padre latino y una madre italiana.
Aunque les costó muchísimo tener un hijo, lograron que una de las criadas les diera en adopción a su hija, pero al no tener sangre real, la están obligando a casarse con el príncipe de Bélgica.
Como buena hija y sabiendo su linaje poco aceptable en su familia, decide aceptar el matrimonio que dará frutos en ambos países. Solo le pide a su padre una última noche libre de los deberes reales. Al día siguiente ella enfrentaría su destino y conocería al dichoso príncipe. Sus padres acceden y le permite marcharse del palacio, igualmente ella no iría muy lejos.
Isabella va a su refugio favorito.
Una biblioteca antigua que había sido su hogar en sus días difíciles como adolescente rebelde. Esa biblioteca estaba abandonada y solo su nana, Tibisay y ella, conocían.
Pasaría sus últimas horas libres, ahí, entre libros, bebidas dulces y miles de historias para leer. Lo que Isabella no sabía es que al tomar el libro favorito de su nana, la llevaría a conocer un mundo que jamás existió.
Isabella viajó a otro lugar.
Isabella viajó a otra nación.
Isabella viajó a Noruega, donde habitan seres sobrenaturales que jamás alguien creería de su existencia.
¿Exactamente a dónde fue a parar Isabella?
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