Lágrimas de Arrepentimiento de Padre e Hijo
Andrea Castro casi pierde la vida en un incendio tratando de salvar a su hijo, mientras su esposo escapaba con su primer amor y el niño. Después de sobrevivir milagrosamente, Andrea decidió divorciarse y comenzar una nueva vida.
Al principio, padre e hijo se mostraron arrogantes:
—Si te divorcias, nunca más volverás a ver a tu hijo.
Después del mes de período de reflexión para el divorcio:
—Ya basta de tanto drama, esto está perdiendo sentido.
Seis meses después, cuando un nuevo hombre apareció en la vida de Andrea, padre e hijo finalmente se inquietaron.
—Andrea, un niño no puede vivir sin su madre. Nos dimos cuenta de nuestro error, por favor, vuelve.
Del otro lado del teléfono se escuchó una risa sarcástica.
—Señor Hernández, usar a su hijo como chantaje emocional no funcionará. Mi esposa está cansada, déjenla en paz.
Su vida después brilló con luz propia, y en ella ya no había espacio para ese par de malagradecidos.