Entrando en otro de sus locales, Sasha no soltaba la mano del castaño.
No solía ir a éstos.
Él prefería solo ver a la “mercancía” y si le daba el visto bueno los iba ubicando donde convenieran.
La demanda era la demanda.
Con Dylan bien sujeto echó a andar hacia la barra.
Por suerte también poseia sitios aptos para todos los públicos y ese era uno de ellos.
Llegando ante la barra fue cuando por fin se decidió a soltar de la mano al joven.
-¿Quieres algo de beber?- le preguntó.
-No, yo… prefiero moverme un poco- señaló hacia la atestada pista.
Sasha echó un fugaz vistazo a ésta para después hacerlo a él.
-¿No hay mucha gente?-
El tono de voz le resultó algo molesto a Dylan.
-No, estoy acostumbrado- repuso éste.
-Como quieras, yo te espero aquí. Camarero póngame un vodka- pidió Sasha.
Y fue entonces cuando notó una mano del castaño agarrando una suya y tirando
¿Cómo podía ser?Iba camino de pasar cuarenta y ocho horas con la misma persona.¡Y no se cansaba de él!Le oía gemir mientras él se dedicaba a deponer toda su atención en complacerle.Sentía sus dedos enredarse en su pelo.Notaba cómo lo invitaba a profundizar todo y más en su interior.Si por él fuera no cesaría de comérselo durante toda la noche pero…Su erección empezaba a doler.Y sus bolas estaban cargadas y listas para explotar.Logró crear hasta tres orgasmos al castaño quien ya ni siquiera lograba articular palabras con sentido.A toda prisa, Sasha ascendió a través de su cuerpo distinguiendo como Dylan separaba todo lo que podía las piernas para darle espacio y cabida.Ni necesidad tuvo de dirigir s
Aún era muy temprano.Con cuidado de no despertar al joven, Sasha se terminó de vestir.Luego, volviendose al durmiente se aproximó hasta él, se inclinó, agarró la sábana y la manta, lo cubrió hasta el cuello para que no pasara frío, se agachó sobre su rostro y depositó un tierno beso en su mejilla.-Tengo que irme- musitó aún sabiendo que no le oiría.Otorgando una cálida caricia al castaño se dio la vuelta y abandonó la habitación.Vio a los primeros empleados del hotel llegando.Las dos recepcionistas, pasando al otro lado del mostrador, se lo quedaron mirando de hito en hito, más con miedo que con otra cosa.Sasha se acercó hasta ellas, intimidandolas con la mirada para decir:-Kak tol’ko budet devyat’ chasov, ya khochu, chtoby zavtrak prinesli v nomer 24--Da ser- asintieron a dúo ambas.-I vse, chto vam nuzhno, chto by eto ni bylo, pust’ budet dano vam--Da- volvieron
-Chto ty khochesh’ menya videt’?-El de rostro medio deforme encaraba al moreno quien con Piter a un lado y otro hombre al otro, quemaba con los ojos al recién llegado.Junto a la puerta y a cada lado de ésta, Dannyel y Niels, les observaban.-De dónde sacaste la información del chico- exigió saber Sasha.-Tengo contactos- alardeó el de la cara deforme.-Aja, tienes…contactos- desdeñó Sasha con el ceño fruncido.Alzando una mano chasqueó los dedos para en un abrir y cerrar de ojos aparecer maniatados y empujados por otros dos hombres los imbéciles a quien Sasha había dado una paliza.El del rostro deformado los miró como si nada.-Ellos aseguran que…¿Pediste? A alguien de ¿América? Que te consiguiera a un chico transexual…¿
Aunque despertó solo en la cama no se enfadó con el moreno.¿La razón?Le había despertado enviándole un mensaje al móvil.<<Espero que no te haya molestado que me haya grabado tu número y haya añadido el mío.Siento no haber podido darte los “buenos días” como de verdad te mereces pero me surgió un imprevisto a primera hora.El desayuno lo he dejado encargado para que te lo lleven a las nueve.Sé que es pronto para decirlo pero…YA lyublyu tebya.>>La sonrisa de bobo que le apareció al leer el mensaje del azabache no tenía precio.No.No le molestó en absoluto que grabara sus números en cada uno de los móviles.Lo que no se explicaba era cómo demonios había averiguado la contraseña.Desayunó mejor que un señor para después decidir ir a dar una vuelta por ahí.Gracias a Sasha, conocía mucho mejor la ciudad así que no le sería difícil regresar al hotel
-A…aja, vale, sí, ahora… ahora se lo comunico-Piter vio a Sasha cruzar dirección a la puerta.-Me voy- anunció.-Eerr, esto Sasha tengo…tengo dos noticias que darte- dijo el otro.El moreno se volvió a éste.Frunciendo el ceño inquirió:-Espero que buenas--Pufff, una…lo es- asintió Piter resoplando.-Ajá- dijo Sasha dándose la vuelta al completo -¿Y la otra?-Piter se frotó la nuca al mismo tiempo que ladeó la cabeza.-¿Piter?--Yo no sé dónde la ubicaría exactamente- respondió.-Habla- ordenó Sasha aproximándose a él.-Ok, la buena es que…tu americano está fenomenal-Sasha dio un suspiro de alivio.-¿Y la mala?- exigió saber.-No he dicho que sea mala- apuntó Piter.-No me confundas- ladró Sasha.Piter se cruzó de brazos, mantuvo la cabeza ladeada y dijo:-El americano está en mi casa con Lyanna, los niños, Dannyel y Niels-<
Dos días llevaba Sasha dejándose llevar por el joven.Dos días que acudieron al mismo local de la primera noche donde el ruso demostró que no solo sabía bailar sino que también sabía divertirse como una persona cualquiera.Cuando estaba con él, Sasha se olvidaba por completo de quién era.Reía con él.Bailaba con él.Pasaba las con él.Y lo que menos imaginaban los de su círculo más cercano, mostraba otra cara.Más sensible.Más cariñosa.Más tierna.La cena en casa de Piter no salió tan mal como al principio creyó Sasha.No sólo fue buena para ellos sino que entre Niels y Grisha volvió la calma…Y se reconciliaron.A los cuatro días, Sasha pidió al castaño que se mudara a su casa, cosa que puso los pelos de punta a Dylan.El moreno se negaba a que pasara el tiempo que decidiera quedarse en un hotel.Más que nada porque no se fiaba del cabrón de Ivan.
Como llevaran haciendo desde ese divertido encontronazo con Lyanna, Dannyel y Niels se dirigían al encuentro de Dylan.Aprovechando que lo había dejado agotado y dormidito, Sasha les llamó diciéndoles que fueran a su casa y que le esperaran dentro.Girándose hacia la cama, observó al joven plácidamente dormido, bocabajo y casi destapado pudiendo disfrutar de parte de ese cuerpo tan perfecto que para él tenía.Los ojos de Sasha se posaron en la nalga que quedaba descubierta donde una leve marca rojiza y con forma de mano adornaba la piel del chico.Se le escapó una risita.Había probado a darle un pequeño azote mientras hacían el amor…¡Y Dylan se había vuelto loco!Acercándose hasta el lecho agarró las ropas de la cama, cubrió el cuerpo del castaño, le acarició el cabello e inclinándose hacia su rostro besó su mejilla:-Ya lyublyu tebya, malen’kiy- susurró.Dylan se removió un poco bajo
Lo empujaban hacia delante.Dylan miraba con pavor el lugar.El pasillo por donde lo llevaban era lúgubre, oscuro y desprendía un pestilente olor a humanidad.Se removió entre las manos de aquellos dos hombres de gran tamaño pudiendo ver que sus brazos estaban completamente tatuados resultandole algunos de esos tatuajes similares al que le vio en el brazo a Sasha pero, en su defecto, podía afirmar que mucho más feos.Vio que llegaban ante una puerta cerrada.Un tercer tipo, un hombre con la cara marcada por uno de sus lados y sin dedos en una de sus manos, avanzó hacia ésta, alzó la mano donde sí tenía dedos y llamó.-Da- una voz grave les dio permiso para entrar y el mutilado abrió.Dejó pasar primero a los dos mastodontes quiénes empujaban al chico hasta que se plantaron en mitad de la sala.-Vaya-Dylan vio a un cuarto hombre sentado detrás de una mesa.Éste era mucho más viejo