Un buen amorLos siguientes días pasaron en una bruma absoluta de felicidad para las tres parejas. Cada una de ellas estaba viviendo su matrimonio de manera distinta, mientras James y Bárbara continuaban su luna de miel, Hope y Blake disfrutaban de sus dos hijos, Daphne y Matthew, que cada día crecían más.No había día que Blake no agradeciera a Hope por darle una segunda oportunidad a su amor y a su matrimonio. Por los hijos que le había dado y por ser amado por ellos.—Chelsea ha llamado por la mañana, nos ha invitado a cenar esta noche —indicó Hope.—Sigo sin entender por qué decidieron vivir en otro sitio —se quejó Blake, su primo había vivido en la casa Cameron desde que era un niño y era extraño ahora tener que viajar unos cuantos minutos para verlo.—¿No has escuchado ese dicho que dice “el casado casa quiere”? —preguntó Hope, mientras limpiaba la pequeña boca de Daphne.—No lo sé, quizá —refutó Blake.Hope sonrió.—No puedes tener a Larry pegado a tus pantalones, Blake, él ya
Votos de amor Las siguientes semanas fueron pasando entre dicha y felicidad, hasta que los siete meses pasaron y con ellos la llegada del nuevo integrante de la familia, Cameron Hamilton. Chelsea dio a luz un hermoso niño a quien nombraron con el nombre de Alexander Cameron Hamilton, el pequeño vino al mundo un viernes por la madrugada sorprendiendo a sus padres, a pesar de que ya lo esperaban. Sin embargo, las buenas noticias no terminaron ahí. Pues dos días más tarde, Bárbara y James daban la noticia de que estaban esperando a su primer hijo, y que tenía tres meses gestación. La pareja había decidido esperar a superar el primer trimestre para darle a la familia la maravillosa noticia de que también serían padres. Una noticia que fue celebrada con bombos y platillos por David y Matías, también por la familia Cameron por todo lo alto. Tessa y Morgana eran dos abuelas enloquecidas por la llegada de un nuevo miembro que esa misma tarde se dispusieron a salir de compras para ayudar a
Epílogo Las puertas enormes puertas se abrieron de par en par, Scott Carter cerró sus ojos cuando el sol golpeó su rostro, había pasado algún tiempo desde la última vez que respiró en libertad y hoy volvía a hacerlo… —Su libertad tiene nombre y apellido, señor Carter —expresó el hombre parado junto a él. —Lo sé, abogado. Realmente no entiendo el motivo por el cual hace todo esto, no fui un buen hombre y tampoco un buen amigo —dijo con un nudo en la garganta. —El señor Cameron debe estar loco, yo en su lugar jamás habría pagado una fianza altísima para dejarlo en libertad; pero donde manda capitán no manda marinero. He cumplido con su petición, tiene una segunda oportunidad de hacer las cosas bien y por su bien yo espero que sepa aprovecharla, porque nadie en esta vida puede ser tan idiota para tropezar dos veces con la misma piedra —espetó el abogado, manifestando su descontento ante la decisión de Blake Cameron de dejar en libertad a su secuestrador. Scott no tenía palabras para
SinopsisMatthew Cameron, la estrella de soccer del momento, siendo uno de los tres hijos de los magnates del cine en Hollywood, está acostumbrado a tener los reflectores y las cámaras sobre él.Sin embargo, tras una entrevista fallida con Alana Miller, una joven periodista, su mundo perfecto se convierte en una serie de escándalos, en los que ella rebasa la paciencia del jugador, tras publicar unas fotos muy comprometedoras que ponen en duda la orientación sexual del joven Cameron.Pronto su relación se convierte en una línea muy fina entre el odio y el amor.¿Cruzarán la línea entre el odio y el amor?...
Lo tomas o lo dejasAlana miró a su jefe con ojos desorbitados, ¿Cómo que iba a tener que cubrir una nota deportiva? Ella no era experta en deportes, en ningún tipo de deportes. Es más, odiaba el fútbol soccer, pensaba que la gente estaba loca por pagar grandes cantidades de dinero a tipos que solo se dedicaban a patear el balón de un lado al otro.—¿Me has escuchado, Alana? —la voz del señor Ben interrumpió la línea de pensamientos de la mujer.—¿Por qué yo? —preguntó aún estado de consternación.—Porque eres la única periodista libre para hoy, Alana, y porque soy tu jefe y puedo pedirte este tipo de trabajo —explicó el hombre.Ben era un tipo amable cuando no se le buscaba tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro, pero Alana no era la persona indicada para cubrir la nota deportiva por muchas razones. La más importante de todas es que no tenía ni puta idea de fútbol, ella era experta en periodismo político, se había especializado en ello durante bastante tiempo con veinticinco año
Gato negro«La sección de deportes o nada»Alana no podía creer que había aceptado ser periodista deportiva, pero ¿Qué otra cosa le quedaba? Era imposible volver a cubrir una nota política mientras la editorial estuviese enfrentando la demanda que, según Ben, era culpa suya.Alana abrió una botella de vino, se sirvió una copa casi llena, mientras preparaba la tina para darse un reparador baño e investigaba todo sobre Matthew Cameron, el hombre que desde hoy se había convertido en su nuevo objetivo.—Vamos a ver que tienes para contarnos, muñeco de pastel —dijo para sí, mientras deslizaba el dedo sobre la pantalla y leí la información que Ben le había hecho llegar.Alana se sorprendió al darse cuenta de que Matthew Cameron y los Cameron del negocio de cinematográfico de Hollywood eran los mismos.—Esto parece interesante —murmuró, mientras bebía un sorbo de su copa y continuaba leyendo la biografía del jugador y trazaba su plan de cacería. No es como si tuviese de dónde elegir, en ese
Un trato convenienteMatthew Cameron apretó el periódico con fuerza entre su puño, mientras Nash caminaba de un lado al otro, como si fuera un toro a punto de embestir al torero. Y lo peor es que tenía motivos suficientes para hacerlo, pero lo que más le preocupaba de todo, era el escándalo que estaba armándose a su alrededor por culpa de una periodista poco profesional. Ella no tenía ni puta idea de lo que esto significaba para Nash y Matthew.—Deja de moverte, me estás mareando —habló Cody, quién había acudido al departamento de su amigo, apenas había visto la noticia.—¿Cómo quieres que deje de moverme? —preguntó Nash con enojo—. Mi padre va a matarme por culpa de esa tipa, ¿quién diablos se cree que es para cuestionar nuestra orientación sexual? —cuestionó, sentándose junto a Matthew, quién guardaba silencio y escuchaba a Nash.—Voy a solucionar esto —dijo, poniéndose de pie con una falsa calma, algo que contradecía el enojo que bullía desde lo más profundo de su corazón. Matthew
Atrapada —¿¡Qué hiciste qué!? —medio gritó, medio preguntó Cody, levantándose de su asiento como si fuese impulsado por un resorte. Sin poder creer lo que Matthew acaba de decirles.—Hice un trato conveniente para todos, Cody —dijo viendo el vaso de whisky sobre la mesa, necesitaba algo fuerte para pasar el mal trago que esa mujer le estaba haciendo vivir, pero si Alana pensó que iba a hundirse solo, se había equivocado. Él estaba más que dispuesto a arrastrarla con él.—¿Un trato conveniente? —cuestionó de nuevo el hombre.—Sí.—¡Estás loco! Eso solo terminará por arruinar tu carrera, ¿Sabes lo que los medios dirán cuando aparezcas en público con la mujer que puso en duda tu sexualidad? —Cody quería coger a golpes a su mejor amigo, hasta hacerlo entrar en razón.Matthew frunció el ceño ante las palabras de Cody, porque tenía que en el fondo pudiera tener razón.—Van a creer exactamente que es un trato conveniente para ocultar a tu verdadera pareja—continuó Cody con exasperación ante