Sana y salva—¿¡Dónde está Daphne!? —la pregunta vino acompañada de otro golpe, Connor no se defendió y recibió el tercer golpe de Blake, antes de que Larry interviniera.—No vas a encontrar a Daphne, moliendo a golpes a Connor —dijo el hombre, sosteniendo con firmeza el cuerpo de Blake.—¡No debí permitir que tu misión se llevara a cabo en mis estudios! —gruñó con enojo.—Lo siento, Blake, te prometo que averiguaré lo que sucedió y traeré a Daphne de regreso.—Si a mi hija le pasa algo…—¡No va a sucederle nada! —gritó Connor interrumpiendo la amenaza de Blake—. No puede sucederle nada —susurró con vehemencia.Connor arrebató la tablet de la mano de Justin, subió a su auto y salió como alma que llevaba el diablo del estacionamiento.Connor no podía dejar de pensar en Daphne y en el peligro que podía acecharla, ella no podía estar lejos, él la había dejado en casa.«Herida, pero en casa», pensó con enojo.Una hora más tarde, Connor irrumpió en la oficina del agente a cargo de la misió
Hazla felizDaphne se mudó a casa de sus padres, no pudo negarse. Siendo sincera consigo misma, debía admitir que sentía miedo de volver a su piso, tampoco deseaba ver el destrozo que aquella gente debieron dejar, buscando algo que no encontraron.—¿Llamarás a Matt? —preguntó Henry sentándose junto a Daphne.—Dejemos que Matt disfrute de sus pequeñas vacaciones forzadas —dijo la joven, abrazando a su hermano.—Sabes que va a molestarse, ¿verdad? —cuestionó.—Lo sé Henry, pero estoy bien y eso es lo que cuenta, ¿no? —respondió.Henry asintió.—Aún pienso que deberías llamarle y decirle —insistió.Daphne revolvió los cabellos rubios de su hermano, antes de ponerse de pie, había quedado con Ava y Cody para visitar a Liam en la clínica.—¿Te vas? —preguntó Henry al verla coger su bolso.—Sí, pero no te preocupes, no iré sola —le dijo para tranquilizarlo.—Ten cuidado —pidió Henry antes de verla partir.El trayecto al hospital demoró debido al tráfico de la ciudad.—No puedo creer que Conn
Marido y mujerLos siguientes días pasaron cómo si el tiempo tuviese prisa, por lo menos así fue para Daphne Cameron, quién luego de su perturbadora experiencia con la mafia rusa, no salía de casa sin guardaespaldas o en compañía de alguien capaz de protegerla.—No me gusta que me sigan a todos lados —dijo la joven actriz, mientras tomaba un sorbo de su batido, había aceptado la invitación de Isaac aquella tarde. Ella estaba dispuesta a olvidarse de Connor y el policía era un tipo muy atractivo y caballeroso.—Es por tu bien, Daphne, si yo fuera tu padre haría exactamente lo mismo —dijo con seriedad el agente.Daphne lo miró por unos breves minutos, Isaac no tenía edad para ser su padre, pero tampoco era un jovencito de su edad. Ella le calculaba alrededor de unos treinta o treinta y cinco años.—No tienes edad para ser mi padre —expresó con una ligera sonrisa.Isaac la miró y correspondió.—Tienes razón, pero si lo fuera…—Isaac —susurró Daphne con una clara advertencia en su voz.—E
La misión ya está cumplida. Cuando la pareja se besó, Daphne solo deseó desaparecer, quería que la tierra se la tragara y la escupiera en cualquier parte del mundo o del universo. No importaba el lugar, siempre y cuando fuera lejos de allí. —¿Estás bien? —preguntó Isaac al sentirla temblar. —Sí, estoy bien —mintió. Isaac le sonrió, el hombre no esperó sentirse atraído por Daphne cómo lo estaba, los días que habían compartido eran de los pocos a los que él podía llamar buenos. Su trabajo no le había permitido echar raíces, era demasiado peligroso. Tanto que se había alejado de sus padres y hermanos para mantenerlos a salvo. Quizá eso mismo era lo que le atraía de Daphne, su inteligencia para ponerse a salvo por su cuenta, quizá ella era la mujer indicada, la que tanto había esperado. —¿Quieres salir? —le preguntó. Daphne asintió y caminó del brazo de Isaac al jardín, donde la fiesta de la boda se llevaba a cabo. —Eso de ser famosos debe ser como llevar una losa sobre los hombros
Peligro Aquellas cinco palabras eran las que Connor tanto deseó escuchar en las últimas semanas y en ese momento no sabía exactamente como sentirse.—Respire profundo —la voz del doctor a cargo de atenderle le interrumpió. Connor hizo lo que el hombre le pidió y se armó de paciencia para someterse a todas las pruebas necesarias para descartar que hubiese algún rastro de veneno en su cuerpo, en caso de que hubiese sido suministrado en alguna otra bebida antes, durante o luego de la falsa fiesta de boda.—Tendremos el resultado mañana a primera hora, por hoy hemos terminado —expresó el galeno apartándose de Connor.Él asintió.—¿Puedo volver mañana o tengo que quedarme? —preguntó, sin embargo, todo lo que Connor deseaba era salir corriendo del hospital y buscar a Daphne para explicarle y contarle toda la verdad de la misión.—Lo más apropiado es que se quede en observación, señor Jackson —respondió el médico.Connor asintió, de todas maneras, no podría ver a Daphne a esas horas de la n
¡No puede estar muerto!«Connor fue asesinado por Alexandra»El silencio sepulcral que se instaló tras la noticia dada por Blake fue doloroso, ninguno de los presentes podía emitir palabra alguna. Hope no podía creer lo que escuchaba, Blake se sentía devastado, Connor era un amigo para él y Daphne. Daphne sentía que iba cayendo por profundo precipicio, ella no podía siquiera describir lo que estaba sintiendo en ese momento. Su sangre se calentó hasta el punto que sintió que era lanzada al fondo de un volcán y era consumida por la lava ardiente, mientras el aire empezaba a faltarle.«No lloraré por ti»Aquella frase dicha por ella la golpeó con la fuerza de un mazo. Daphne nunca pensó que Alexandra sería capaz de cumplir con sus planes y terminar con la existencia de Connor la misma noche de su boda.Un grito desgarrador salió de sus labios antes de que su mundo se sumergiera en la más absoluta oscuridad, cayendo en los brazos de Isaac, quién era el más cercano a ella.—¡Daphne! —gritó
Deja que me marche «Soy Marcus Beckham»Daphne se tensó al escuchar el nombre del hombre, ella lo había escuchado antes. Estaba segura de que no era la primera vez que escuchaba ese nombre y ese acento tan marcado…, pero su cerebro estaba tan embotado por el alcohol que no podía recordar de donde lo conocía.«Estoy enloqueciendo, la muerte de Connor me hace verlo en todos los hombres y en todos los lugares. No puedo seguir así», pensó.—¿Te encuentras bien? —preguntó Marcus acercándose un poco más a ella, deleitándola brevemente con el olor a menta y añejo de su aliento.Daphne se sintió embrujada, ella no era consciente de sus acciones y se acercó un poco más al hombre, no era Connor, pero por Dios que se le parecía y mucho.—Daphne —la mano de Isaac sobre el hombro de Daphne impidió que ella se acercara más al hombre.—Déjame —pidió ella, tratando de liberarse, sin embargo, Isaac no se lo permitió.—Discúlpala por favor, mi amiga se ha pasado de copas —explicó el agente al hombre.
Descubiertos «Te amo, Nash»Un suave gemido abandonó los labios del futbolista al sentir los brazos de Liam girarlo para quedar frente a frente.—Abre los ojos —le pidió Liam con voz ronca. Ya no había marcha atrás, se había confesado ante Nash y solo le restaba esperar a que él le correspondiera o matar sus ilusiones de una buena vez, pero ya no podía seguir callando lo que sentía, aquel amor que le carcomía el alma día a día y que le hacía sufrir.Nash pasó saliva por su seca garganta, tenía miedo de abrir sus ojos, pero maldito fuera él ya no era un niño ¡Era un hombre de veintiséis años! ¿Cuál era su temor? Aquí y ahora solo eran Liam y él, nadie más.—Mírame —insistió Liam, esta vez su petición fue acompañada por una suave caricia. La yema de sus dedos se deslizó por las mejillas de Nash hasta alcanzar sus labios, él no pudo contenerse y abrió la boca para tomar los dedos de Liam entre su calor.Liam se tensó como la cuerda de un violín al sentir la lengua de Nash jugar con sus