¡No puede estar muerto!«Connor fue asesinado por Alexandra»El silencio sepulcral que se instaló tras la noticia dada por Blake fue doloroso, ninguno de los presentes podía emitir palabra alguna. Hope no podía creer lo que escuchaba, Blake se sentía devastado, Connor era un amigo para él y Daphne. Daphne sentía que iba cayendo por profundo precipicio, ella no podía siquiera describir lo que estaba sintiendo en ese momento. Su sangre se calentó hasta el punto que sintió que era lanzada al fondo de un volcán y era consumida por la lava ardiente, mientras el aire empezaba a faltarle.«No lloraré por ti»Aquella frase dicha por ella la golpeó con la fuerza de un mazo. Daphne nunca pensó que Alexandra sería capaz de cumplir con sus planes y terminar con la existencia de Connor la misma noche de su boda.Un grito desgarrador salió de sus labios antes de que su mundo se sumergiera en la más absoluta oscuridad, cayendo en los brazos de Isaac, quién era el más cercano a ella.—¡Daphne! —gritó
Deja que me marche «Soy Marcus Beckham»Daphne se tensó al escuchar el nombre del hombre, ella lo había escuchado antes. Estaba segura de que no era la primera vez que escuchaba ese nombre y ese acento tan marcado…, pero su cerebro estaba tan embotado por el alcohol que no podía recordar de donde lo conocía.«Estoy enloqueciendo, la muerte de Connor me hace verlo en todos los hombres y en todos los lugares. No puedo seguir así», pensó.—¿Te encuentras bien? —preguntó Marcus acercándose un poco más a ella, deleitándola brevemente con el olor a menta y añejo de su aliento.Daphne se sintió embrujada, ella no era consciente de sus acciones y se acercó un poco más al hombre, no era Connor, pero por Dios que se le parecía y mucho.—Daphne —la mano de Isaac sobre el hombro de Daphne impidió que ella se acercara más al hombre.—Déjame —pidió ella, tratando de liberarse, sin embargo, Isaac no se lo permitió.—Discúlpala por favor, mi amiga se ha pasado de copas —explicó el agente al hombre.
Descubiertos «Te amo, Nash»Un suave gemido abandonó los labios del futbolista al sentir los brazos de Liam girarlo para quedar frente a frente.—Abre los ojos —le pidió Liam con voz ronca. Ya no había marcha atrás, se había confesado ante Nash y solo le restaba esperar a que él le correspondiera o matar sus ilusiones de una buena vez, pero ya no podía seguir callando lo que sentía, aquel amor que le carcomía el alma día a día y que le hacía sufrir.Nash pasó saliva por su seca garganta, tenía miedo de abrir sus ojos, pero maldito fuera él ya no era un niño ¡Era un hombre de veintiséis años! ¿Cuál era su temor? Aquí y ahora solo eran Liam y él, nadie más.—Mírame —insistió Liam, esta vez su petición fue acompañada por una suave caricia. La yema de sus dedos se deslizó por las mejillas de Nash hasta alcanzar sus labios, él no pudo contenerse y abrió la boca para tomar los dedos de Liam entre su calor.Liam se tensó como la cuerda de un violín al sentir la lengua de Nash jugar con sus
Locos de amor«Nunca rompiste tu compromiso con Chantal Evans y ella regresó»«Ella regresó»Cody apretó los puños ante las palabras de su padre y lo miró con enojo.—¿Cómo esperabas que rompiera el compromiso con alguien que simplemente desapareció de mi vida sin ninguna puta explicación? ¿A quién querías que le dijera terminamos? —preguntó furioso—. El regreso de Chantal Evans no va a alterar mi vida y si has hablado con ella, será mejor que se lo vayas cantando de una jodida vez, lo nuestro terminó el día que ella decidió irse —dijo.Cody caminó hasta la puerta de su piso y la abrió de par en par, invitando a su padre a salir antes de que terminara por echarlo.—Cody…—No voy a hablar contigo sobre Chantal, es un tema cerrado —gruñó para dejar en claro a su padre que no iba a ceder.—¿Qué hay de Ava Cameron? —cuestionó Christian, colocando una mano sobre la puerta para impedir que Cody la cerrara.—Ava no es asunto tuyo, papá. Así que te pido mantengas las narices y las manos muy l
Pasión Salvaje «Soy Chantal Evans, la prometida de Cody» El sonido ensordecedor de la música fue todo lo que podía escucharse junto a la barra, Cody se tensó ante la manera que Chantal se presentó, mientras ella disfrutaba haberle dado un golpe bajo a la jovencita que se había enredado con él y que, según Marlene, la madre de Cody iba muy en serio con ella.Entre tanto, Ava miró a Cody sintiendo como su mano se cerraba sobre su cintura sin vacilar.—¿No piensas decir nada? —preguntó Chantal, rompiendo el silencio entre ellos, saboreando su pequeño triunfo, pues esperaba que la chiquilla saliera corriendo y le dejara el camino libre para volver con Cody, sin embargo…—Encantada, Chantal, yo soy la novia de Cody —dijo tratando de sonar desinteresada en la revelación de la mujer.Chantal torció los labios en un gesto de desprecio.—Te estoy diciendo que soy la prometida de Cody y te presentas como la novia. ¡Eres una sin vergüenza! —gritó, llamando la atención de la gente cercana a el
Confesiones «Soy Connor»Daphne abrió los ojos abruptamente al escuchar las palabras del hombre, lo empujó para sacarlo de encima de su cuerpo.—Daphne.—Quítate de encima de mí —gruñó con enojo.Connor lo hizo, salió de su interior y se apartó de su cuerpo, poniéndose de pie, mientras Daphne hacía lo mismo, cubriendo su cuerpo con las arrugadas sábanas.—¿Qué demonios fue lo que dijiste? —preguntó enfrentándose al hombre con una fiereza digna de toda Cameron.—Te dije que soy Connor —repitió.La mano de Daphne salió disparada para golpear el rostro de Connor, pero la mano del hombre impidió aquella bofetada.Connor atrapó la mano de Daphne y la atrajo pegándola a su cuerpo.—¿Cómo te atreves siquiera nombrarlo? —le cuestionó en tono herido, sus labios temblaron y sus ojos se llenaron de lágrimas.Connor comprendió que había cometido un terrible error al confesarle de aquella manera su verdadera identidad, pero no quería que ella siguiera pensando que estaba muerto.—¡Porque lo soy!
Agrandando la familia«Una prueba de Embarazo»Alana miró a Matthew como si al chico le hubieran salido dos cabezas.—¿Prueba de embarazo? —preguntó mirando la caja en la mano de Matthew como si fuera una serpiente que iba a morderla en cualquier momento.—Tus vómitos mañaneros no son normales, Alana —dijo Matthew sin apartarse de la puerta, no iba a dejarla ir sin que se hiciera prueba.—Por supuesto que mis vómitos y náuseas no son normales. ¡Debió ser la comida la que me hizo daño! —exclamó haciendo un puchero que no convenció a Matthew.—No te dejaré ir hasta que hagas pis sobre esto —dijo moviendo la caja delante de Alana.—Está bien, lo haré —respondió, tomando la caja y volviendo al cuarto de baño.Entre tanto, Matthew volvió a la cama y se sentó a la orilla para esperar el resultado. Había leído un par de veces las instrucciones y debía esperar alrededor de dos minutos, quizá cinco para no dejar a dudas el resultado. También sabía que si se ponía de color rosa las dos rayitas
Irremediablemente loco«Están ustedes un bebé»Aquellas palabras dichas por el profesional despejaron cualquier duda que la pareja aún pudiera tener. Cualquier falsa alarma y puso en la cabeza de Matthew y Alana la imagen de un precioso bebé, ahora se sentía más real, más suyo.—Vamos a dejarle los prenatales a partir de ahora que el bebé apenas tiene cinco semanas de gestación para que pueda aprovechar más el ácido fólico que es muy importante —el doctor explicó y la pareja escuchó con atención.Cuando salieron de la clínica y caminaron al estacionamiento, Matthew no pudo soportarlo más y tomó a Alana entre sus brazos y la pegó a su cuerpo.—¡Seremos padres! —gritó emocionado.Alana sonrió.—Y se lo tendremos que decir a nuestros padres —le recodó.—Te aseguro que nuestros padres serán igual o más felices que nosotros con la noticia. Serán abuelos consentidores y estoy viendo al magnate del cine tratando de llevar a nuestro hijo a la pantalla grande —dijo Matthew en tono jocoso.Alan