Nick de 19 años5 años antesFlashbackBajo de mi moto y entro a casa de mi madre, seguro que ni ella ni mi abuelo tomaran bien la noticia, pero deben entender que no me interesa la universidad.—Hijo, ¿qué haces por aquí? Deberías de estar en la universidad —Nana Jane me abraza, apenas me ve entrar.—Sí, me expulsaron —termino de saludarla y ella pone las manos en la cintura, lo que me indica que pronto comenzara el sermón.—Pero hijo, ¿hasta cuándo pretendes llevarle la contraía a tu abuelo?—Realmente la universidad no está en mis prioridades, prefiero las motos —digo con simpleza.—Por una vez en tu vida deberías darle gusto en algo, pasar más de dos semestres sin meterte en problemas.—Y ¿Permitir que gobierne mi vida hasta que muera?, seguro tiene tanta suerte que yo muero antes que él—beso la frente de mi nana, quien ríe de lo que he dicho —. No voy a hacerlo por él, nana, no dejaré que me manipule, como lo ha hecho siempre con mi madre y como lo hizo con mi padre, los obligo a
Nick Tres años después… Despierto sintiendo que su cabello me hace cosquillas en el rostro, todos los días amanecemos de esa forma, mi esposa se enreda contra mí cada noche y no sé dónde termina su cuerpo y comienza el mío. Me muevo con cuidado para salir de la cama y no despertarla, tomo un baño y me visto con un jean, una camiseta y la chaqueta del equipo, estoy por graduarme, debo tomar las riendas de la compañía, pero lo único que me interesa es continuar mi vida con Alaia, decidí que nuestra relación solo fuera nuestra, no quiero que conozca a mi madre y a mi abuelo. Beso, la frente de Alaia mientras sigue dormida, salgo del apartamento y conduzco el auto hasta la casa de mi madre, me ha pedido visitarla, algo que no es común, nuestra relación cambio desde el día en que mi padre murió cuando yo tenía 15 años y ella se hundió en depresión olvidándose de que nosotros también la necesitábamos. Llego a casa de mi madre y saludo a mi nana. —Vaya, te ves feliz —dice y la abrazo co
NickActualidad—¿Cómo está mi padre?—Su estado es estable —El doctor Martin Karev toma la Tablet donde está la historia clínica de mi padre y revisa algo en ella.—Él es Dominic Garnett, su abuelo —mis hijos se acercan curiosos a donde mi padre está acostado y lo observan en silencio.—Dom —Alana me mira y luego a su abuelo.—Así es, aunque seguramente, él preferiría que le digan abuelo —le sonrío a mi hija, sus hermosos ojos me miran con gran curiosidad y después veo que ambos buscan sus juguetes en sus pequeñas mochilas.—Aquí —dice Noah y con su manito muestra el lado vacío de la enorme cama, un poco sorprendido, hago que se sienten en ella, comienzan a jugar y hablar al lado de mi padre, la imagen me cala hondo, ahora más que nunca deseo que despierte, sé que mis hijos lo harían muy feliz. mi padre siempre fue un hombre de familia.—El tratamiento solo ha logrado que mantengamos el estado de tu padre, sin que la enfermedad siga deteriorando su organismo, aún estamos haciendo las
Alaia—Mami, Dom —Alana dice y la observo con curiosidad mientras su espera una respuesta de mi parte.—¿Quién es Dom, mi vida? —le pregunto y la siento en mi regazo para hacerle la otra coleta en su cabello.—Dom, duerme —Noah hace el gesto de dormir y lo miro, sintiéndome confundida.—Lo han dicho desde que despertaron esta mañana, que han visto a Dom y que él duerme, ambos lo dicen, con su media lengüita, ya sabéis que hay que escucharlos bien para entender lo que dicen, son tan monos —Tino los observa con cariño.—Si vuelvan a ver a Dom y estoy cerca, me presentan con él, ¿vale? —les digo a mis niños, pensando en quién puede ser y me intriga el hecho de que ellos lo hayan mencionado, después de verlo ayer, no acostumbran a hacerlo con otras personas, debio significar algo.—Ti —dicen ambos y se van a jugar después de que están listos.—Seguro que es algún nuevo amiguito que conocieron en Seattle, Seattle —suspira— donde filmaron 50 sombras, he amado esa ciudad desde que la vi en l
NickObservo el documento que se encuentra frente a mí, una y otra vez, en esa paginas esta escrito el final de mi historia con Alaia.—Es el primer paso de la solicitud de divorcio, notificar y llegar a un acuerdo con la contraparte, Alaia ha establecido una oferta justa para ambos, no exige una manutención mensual, ni tampoco desea tomar ningún bien que le pertenezca a usted, la custodia y el apellido de los niños es un asunto del que ya se han puesto de acuerdo, según ella me comentó —explica la abogada y dejo de mirar las hojas para fijarme en ella.—Tampoco tengo ningún interés en nada de lo que le pertenezca a Alaia —expreso serio.—Entonces el divorcio no debería de tomar más tiempo del necesario, están de acuerdo en los aspectos principales, los cuales son los que retrasan las negociaciones para dar fin a su matrimonio —menciona y sus últimas palabras me causan un peso en el pecho, exhalo intentando mitigar la sensacion.Juego con la pluma en mis dedos pensando en Alaia y Cedr
NickAlaia me mira cuando me escucha decir esas palabras, sonríe como cuando aún era mi esposa y se lo decía y con esa sonrisa, yo sabía qué me estaba diciendo, te amo.Ella retira su mano, deja de tocarme y vuelve a cerrar los ojos, solo puedo asimilar el momento, saborear sus labios en los míos.—¿Despertó? —cuestiona la enfermera que entra mirando una tabla.—Sí, pero acaba de dormirse otra vez —respondo.—El sedante aún está haciendo efecto, esperaremos que este pase y podrán marcharse en tres o cuatro horas.—Necesito traer a mis hijos, puede quedarse con ella, en lo que regreso —digo.—Está bien, esperaré aquí —sonríe como si supiera algo que yo no —, siempre es bueno ver a un hombre preocupado por la mujer que ama —comenta y asiento, es la única que lo nota.Salgo en busca de mis hijos y de Lola, cuando llego a ellos noto que Noah y Alana miran con curiosidad a donde estoy y puedo ver que están atentos a lo que sucede, aun siendo tan pequeños.—Vamos a ver a mamá —les digo y el
Alaia Por fin llegamos a casa, mis hijos se ven ya muy despiertos y felices de verme en el auto junto a ellos, con cuidado, los abrazo y los beso antes de que Lola y Erika los lleven al interior de la casa. —Alaia —Sondra sale a mi encuentro y me recibe con cariño, aunque su rostro muestra preocupación. —Estoy bien —digo tomando su mano. —Preparé algo ligero para que cenes —asiento mientras Nick se acerca a mi asiento y me lleva en sus brazos hacia mi habitación. —Mami, pincesa —dice mi hija cuando me ve en brazos de su padre y le sonrió e igual lo hace Nick. —Quiero tomar un baño —digo antes de que Nick me lleve a la cama. —Puedo ayudarte —la voz de Nick suena ronca y abro los labios levemente sin saber qué responder, Ok Alaia, concéntrate. —Agradezco tu desinteresada propuesta —retomo el control de mi sedado cuerpo y doy dos pasos hacia atrás, Nick me observa y su mirada me dice que encuentra divertido lo que me sucede—, pero Sondra podrá ayudarme. —Parece que intentas huir
AlaiaSubo el pantalón de mi traje, pero antes observo mi pierna en el espejo, la pequeña cicatriz que ha quedado del corte, prácticamente ya ha sanado y me siento mejor, el morado en mi torax es casi inexistente. Permanecimos en Madrid hasta la semana pasada cuando me sentí mejor, momento en el cual terminé de socializar el progreso del proyecto y regresamos a Los Ángeles, el asunto con González continua su proceso y según me han informado, no saldrá de la cárcel pronto.Pongo el blazer sobre la blusa de encaje negra que usaré hoy, acomodo mi cabello dejandolo suelto y tomo mi cartera, bajo las escaleras, mi familia está reunida, pasaron un gran susto por lo del atentado, afortunadamente el suceso no pasó a mayores, debo reconocer que Nick estuvo en el momento exacto y si no fuera por él, quizás el desenlace de ese día hubiese sido distinto; él estuvo en Madrid durante el tiempo que me tomo recuperarme de las lesiones y aún no acabo de entender su forma de actuar, estuvo muy pendient