Alaia Respiro profundo cuando la veo irse, sabia que no traerian nada bueno para mis hijos, vuelvo a la casa para ir por los niños e ir a la oficina, se me ha hecho tarde, le cuento a mi madre lo que sucedió con Grace y está aún más molesta que yo. Dejo que mis hijos vayan a su sala de juegos junto a mi madre y me siento en la silla ejecutiva para comenzar mi día, dejando a un lado la desagradable visita. —Antes que nada, debo infórmate que ya está completo el contrato, solo deben firmarlo las partes —Ignacio entra a mi oficina y estiro la mano para recibirlo y leer el contenido. Es una buena noticia, por fin encontramos una casa para las chicas del hogar y es perfecta, la zona es agradable y no es de alto mantenimiento, a pesar de que la casa es grande; debo admitir que finalmente Nick ha hecho algo bien al permitirles permanecer más tiempo del que habían dicho, ya que fue casi imposible ponernos de acuerdo, ellas querían una casa sencilla, yo quería algo mejor mas amplio y mucho
Alaia—No tenemos nada, las cosas se han complicado por el hecho de que Alicia y las mujeres no tienen datos familiares, el vecindario donde está la casa no tiene cámaras y los trabajadores solo nos dan datos generales, el medio de transporte que usaron puede ser de cuanquier compañia —dice el hombre que contraté para buscar a Alicia y a las chicas del hogar.—Por favor no detengan la búsqueda en ningún momento y si saben algo, llámenme inmediatamente, no importa la hora que sea, mi teléfono estará encendido todo el tiempo.—Así lo haremo, señorita Russell —responde y cuelga la llamada.Llevo el teléfono a mi mentón y observo el jardín donde mis hijos corren; me preocupan las condiciones en las que ellas pueden estar en este momento y que Alicia no me ha contactado, definitivamente es algo que no me da un buen presentimiento.—Hija —mi madre llega a mi lado.—Mamá —me abraza por la cintura.—¿Aún nada?—No tenemos noticias —suspiro —. Y Nick insiste en no saber dónde están.—Y no cre
NickMis hijos terminan de cenar y es hora de llevarlos de vuelta a casa, los perros no dejan de ser sus guardianes y me alegra que sea así, tuvieron una conexión a primera vista, resultó mejor de lo que imaginaba.—Debemos ir a casa con mamá —les digo una vez los bajo de sus sillitas, ambos asienten y Elise se despide de Sophie y Marshall, antes de adelantarse a la puerta.—Adiós, mis niños lindos —Sophie se despide con cariño y los abraza, Marshall es un poco más formal, aunque mis hijos le han tomado aprecio a ambos.—Aios —dicen despidiéndose con la manito.Vamos a mi auto y llegamos rápidamente a la casa de Alaia, llevo a Noah de la mano y a Alana en mi brazo.—Buenas noches —entro a la casa y saludo a Paula y a Lola, la nana de los niños, busco con la mirada a Alaia y no está por ningún lado, pongo a Alana en el piso y estoy listo para irme, pero Alana toma mi mano.—Ik, cuentosh —dice y miro a mi hija sin entender a qué se refiere.—No te entiendo, mi ángel —digo poniéndome a s
Alaia Siento que un gran enojo invade mi pecho. ¿Cómo es posible que haga esto?, ¿no ha sido suficiente con lo que hizo hace dos años? con lo que casi causa. —No estoy para juegos Nick, esto debe de ser una broma, una de muy mal gusto —dejo los papeles sobre su escritorio. —Será mejor que te espere afuera —Ash habla y sale de la oficina dejándome a solas con Nick. —No es una broma, Alaia, nunca complete el trámite del divorcio —me mira serio. Niego con la cabeza, es ridículo. —¿Me estás jodiendo? —cuestiono y Nick me mira significativamente —Te casaste con Bárbara una semana después de que firme y acepte el divorcio. Nick niega con vehemencia. —Nunca me case con Bárbara, todo fue una farsa, debía hacerlo. Me siento confundida, molesta, no sé qué telaraña tejió para lograr quedarse con el dinero de su familia, parecía no importarle tanto, pero esto es demasiado, parece que solo fui un peón en todas sus acciones, tampoco tiene sentido que Nick siga viviendo con quien se supone,
Nick Saludo a Ignacio quien ya me conoce y no me ha pedido que pida cita otra vez, toco la puerta de la oficina de Alaia y escucho que me permite pasar, su mirada está en unos documentos, veo que frunce el ceño y sus labios sobresalen. Flashback —¿Qué te molesta? —su frente está arrugada y sus labios tienen un puchero sexy, dejo la cena que he comprado en la cocina y camino hacia ella, envuelvo mis brazos en su pequeña cintura. —No sé, debería dar este resultado —dice, observo el libro y la hoja en la que ha repetido en varias ocasiones la formula. Inhalo el aroma de su cuello logrando hacerle cosquillas, siento como se estremece. —¡Nick! —palmea mi mano y me rio —, necesito terminar esto, mañana tengo examen —me reclama. Inhalo observando nuevamente el libro y recuerdo haber visto esto antes en alguna de las clases, procedo a explicarle como resolverlo y que el profesor ha dejado un detalle al aire, uno que nosotros debemos detectar, pero mi esposa tiene suerte, ya que yo sé cu
Alaia —Hemos llegado —Tino abre la puerta de mi oficina de par en par y detrás de él entran mis hijos corriendo directamente a abrazarme y a Ash, quien se encuentra conmigo. —Pero qué bella sorpresa —digo besando las cabezas de mis hijos. —Pues que nos hemos cansado de estar en casa y los he traído a dar un paseo, sabes, la camioneta, los guardaespaldas, el cielo azul y la excusa de que los niños no deben de estar en casa tanto tiempo; me he traído al rubio y al morenazo, venga que no sé cuál está más bueno —se sienta en el mueble y cruza las piernas como una dama. —Y ¿Dónde está Loli? —cuestiono caminando hacia el mueble con Ash, los niños abren la puerta de su sala y corren de un lado para otro. —Que le he dado el día libre —peina su cabello—, por cierto ahora que Hablamos de la Loli, habéis visto como Loli ve al guardaespaldas Rubio con cara de niño y cuerpo de macho que es el jefe de todos esos tiarrones, me ha bastado con mirarla por 10 segundos para ver sus bragas caer al pi
AlaiaLlamo rápidamente a emergencias en lo que salimos de la habitación y solo basta con que bajemos las escaleras para ver el humo extenderse en el primer piso, dentro del caos, las mujeres corren para salir de la casa junto a los niños, el humo entra a mis pulmones a pesar de que he tomado mi chaqueta para cubrir mi nariz.—¡Ash! ¡Tino! —grito mientras escucho el llanto de varios niños y mi corazón se estruja dentro de mi pecho, necesito saber dónde están mis hijos.Humedezco la chaqueta para poder respirar dentro de la casa, continúo buscando a mis hijos y ayudando a las chicas para que salgan y se pongan a salvo.—¡Alaia! —por fin escucho a Ash.—¡Ash! —digo y seguimos diciendo nuestros nombres para guiarnos y poder encontrarnos.—¿Dónde están mis hijos? —cuestiono abrazándola y tosiendo.—Alicia tiene a Noah lo dejé con ella para venir a buscarlos, pero no encontramos a Tino y a Alana, estaban en la sala, antes de que todo comience —un gran temor me invade mientras las llamas ah
AlaiaNos acercamos a la casa buscando dentro de ella, pero todo lo que puedo ver es humo y el agua de las mangueras que los bomberos usan para apagar el fuego.—Mami, ¿Ik? —dice Noah y mira a todos lados.—Volverá pronto —le digo sintiéndome preocupada, más preocupada de lo que podría llegar a imaginar.—Señorita, la hemos buscado, pero no lográbamos encontrarla —Gus camina hacia nosotros.—Estaba ayudando a recoger lo poco que las chicas pudieron recuperar —explico y miro a mi prima.—Sigan ayudando a las mujeres, vean que todas suban al autobús y si alguna de ellas o los niños están heridos, asegúrense que todos hayan sido llevados al hospital —ordena mi prima y él asiente.—Les dije que habías salido de la casa, sabía que intentarían sacarte de ella si se enteraban de que fuiste por nuestra niña —dice Ash y asiento —, cuanto tratan —dice Ash mirando a la casa, a la puerta para ser exactos.Los segundos pasan y seguimos esperando a que salgan todos, Nick, Will, Jenn y su bebé.—Mad