62. Último intento

EnriqueHa pasado un mes desde que me comprometí con la mujer que me hace feliz en un pis pas, no puedo creer que el tiempo pase tan rápido. Unos días después de comprometernos, en mi cabeza solo ronda la idea de ir a mi casa y perdonar todo, me voy a casar y mi familia no sabe nada de mí, ni siquiera conocen a mi hijo, tanto tiempo distanciado y con diferencias que no se respetan es lo que trae consigo.Me dio mucha alegría ver a toda la familia de mi chica reunida, tan alegres, aunque también anduve por la calle de la amargura en el mismo momento, pues es algo que tiene años que no tengo, los lazos de familia. Solo conocía a una tía de ella, sus hermanos y sus padres, aunque a su papá lo conocí por video llamada cuando ya estuvo mejor, y a su hermana Helen no la conozco, me imagino que es una situación muy dif&ia

63. De nuevo en casa

EnriqueVamos de camino al que en algún momento fue mi hogar, estoy nervioso pero dispuesto, abierto, con ganas de perdonar y poder dejar toda esta mierda atrás.¿Ya casi llegamos papá? – pregunta mi hijo desde el asiento trasero – Tengo mucha hambreYa casi campeón, estamos a unos minutos de llegar al pueblo donde nos vamos a quedar – digo tratando de sonar lo mas tranquilo posible.¿No llegaremos con los abuelos? ¡Ya quiero conocerlos! – pregunta y dice lo último con emoción en sus palabras, mi chica me mira abriendo los ojos y yo a ella pidiendo ayuda con la mirada, la pregunta me ha tomado por sorpresa ya que le he dicho que iríamos a ver a sus abuelos.No pequeño, primero papá tiene que darles la sorpresa de que hemos llegado, por que a nosotros no nos conocen, despu&

64. Cerrando capítulos

Decir que no estoy nerviosa sería mentir, sé que la relación de mi precioso novio no ha sido la mejor con sus padres en los últimos años y aunque me ha contado todo sobre como ha ido su platica el día de ayer con su familia, no puedo evitar esta ansiedad y los nervios.Tranquila amor, todo estará bien – dice el sacándome de mis pensamientos – te van a adorar y si no ellos se lo pierden - dice con una de esas sonrisas que tanto me llenan de paz, así que inhalo profundo y luego sonrío, tiene razón, todo ira bien – Bien, ¿Qué quieres desayunar hoy campeón? – le pregunta al pequeño que viene en los asientos de atrás¿Aquí venden Waffles? – Sinceramente yo dudo que los vendanNo campeón, ¿pero te gustaría probar lo que yo comía cuando era un niño? – pregunta con n

65. Helen

HelenHa pasado un año, hoy me dan por fin el alta, me siento mejor, aunque al principio odie a todos por haberme encerrado en este lugar, hoy me siento agradecida de poder sacar esos pensamientos y obsesiones de mí, no ha sido fácil y tengo que tomar medicamentos pues tengo el trastorno de doble personalidad, he de admitir que me dio miedo saberlo pues solo venía a mi mente la película de Fragmentado, lo cual me horrorizaba y más el darme cuenta que una vez que reluce, me es difícil de controlar.Puedo divisar a mi padre en la puerta, trae un bastón consigo, no se lo grave que haya sido el accidente que tuvo, pues poca información me dieron aquí y no hubo nada más allá de eso, no sé si mi familia no les dijo o ellos simplemente no querían decirme para no alterarme, aunque después de estar ta

66. Irlanda

BenjamínSigo pensando en toda la situación con Helen, ya ha pasado más de un año es cierto, pero me genera ciertos conflictos internos tenerla cerca de mí. Admito que esta vez la sentí diferente, aunque solo estuve unos minutos con ella y pude notar el arrepentimiento en su mirada, aun así, he decidido hacer este viaje por que quiero encontrarme a mí mismo y despejarme un poco de todo lo que ha pasado últimamente.Diana y yo terminamos hace seis meses y fue decisión mutua, ninguno de los dos estábamos suficientemente enamorados el uno del otro y al final buscábamos cosas distintas, creo que nos encontramos en el momento en el que estábamos evolucionando y seguir con esa relación era un estancarnos para ambos.Siempre soñé con visitar Irlanda, recuerdo que mi madre me dijo que su abuelo era irlandés y eso solo acrecenta

67. Epílogo

Me siento como en un sueño, ¡me voy a casar!, han pasado ocho meses desde que nos comprometimos, pero me sigue pareciendo irreal, pensar que en unas horas seré la señora Hoffman, ni que decir de toda la prensa cotilla que esta aquí, eso no me entusiasma, pero también entiendo la posición de Enrique, ser el centro de atención jamás ha sido mi fuerte, pero dadas las circunstancias y lo que me depara la vida, tendré que aprender a lidiar con ello.La estilista esta terminando de arreglar mi cabello, he pedido algo sencillo, soy poco de arreglarme tan excesivamente, así que le he mostrado el peinado de una trenza que sostiene la mitad del cabello y el resto queda suelto, ha incrustado unas flores blancas por todo mi cabello, lo que me da la impresión de algo mágico y en la coronilla una tiara con las mismas flores y pequeños diamantes sostiene el velo.Tarde semanas escogiendo

Agradecimientos

Llegados a este punto, quiero decirles gracias, gracias por atreverse a leer algo que no sabían si entraría dentro de sus expectativas, me siento verdaderamente satisfecha de cada una de estas páginas y de su contenido, espero que pronto puedan leer otras historias. Este libro se los dedico a ustedes, a aquellxs lectores que estuvieron en el proceso de principio a fin durante estos tres meses y medio, de verdad que me siento feliz, siempre soñé con escribir un libro, no se imaginan cuanto, tengo muchas historias inconclusas en varias libretas desde mis doce años, en las que plasmaba mis ideas, mis sueños o lo que quería decir, las palabras siempre se me han dado mucho mejor que el hablar, pero hoy este sueño se hizo realidad y me siento dichosa de que le di

1. Vergüenza

- ¡Nícola, ya levántate, es tarde! Ya sabes que tienes que ayudarme con cosas de la casa hasta que encuentres un trabajo. - termina diciendo mi madre mientras entra a mi habitación, yo solo me revuelo entre las sábanas tratando de seguir durmiendo. - ¡Arriba! Y ponte guapa.- Ya voy, ya voy - digo tapándome el rostro con la almohada, deben saber que hago el máximo esfuerzo por tratar de levantarme temprano a correr, pero aún no lo he logrado. No me queda más que resignarme. - ¿Pará qué me voy a poner guapa mamá? si ya lo estoy - digo aun con los ojos cerrados, sentada en la cama con una sonrisa

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