A su vuelta al hotel después encontrar a Miguelito dormido Mariela no tuvo más opción que dejarlo pasar una noche más con sus amigos, para Scott las cosas estaban saliendo a la perfección mientras que para ella cada minuto a solas era simplemente nerviosismo que a cada segundo le costaba más controlar.Scott la acompañó hasta la puerta de su habitación esta vez conteniéndose simplemente recorrió suavemente los labios de esa chica con sus dedos para luego darle un tierno y dulce beso que la dejó con ganas de más, es decir peor que antes en especial cuando le dijo al oído —sueña conmigo que yo estaré pensando en ti y si me necesitas sólo toca mi puerta… somos vecinos.Mariela tragó saliva y cerró la puerta de la habitación, se quedó del otro lado por unos segundos pensando en olvidarlo todo y salir a buscar a ese hombre que no entendía cómo, ni en qué momento la tenía hecha un ocho.—¿Qué quiere este hombre que sueñe?... si supiera que después de ese beso mis sueños van a estar peor que
Jack enojado al darse cuenta cómo su nariz sangraba se fue enzima de Scott y una persona de limpieza que pasaba se asomó a la puerta al escuchar la conmoción y al verlos peleando en el piso corrió a pedir ayuda.De pronto Jack logró sacar el arma que tenía guardada en el pantalón, Scott le dio espacio tratando de ponerse delante para proteger a Mariela que aún estaba inconsciente en la cama.En ese instante escucharon que venía la seguridad del hotel y Jack decidió escapar rápidamente mientras se limpiaba la sangre de la cara dijo con tono de sentencia —¡me las vas a pagar, esto no se quedará así!Scott quiso perseguirlo, pero vio que Mariela no reaccionaba, de inmediato trató de remecerla suavemente, la abrazó fuerte mientras la estrechaba contra su pecho asustado diciendo —vamos preciosa despierta no me podría perdonar que algo malo te pasara —justo en ese instante entró a la habitación golpe uno de los guardias.—¿Dónde diablos estaba la seguridad del hotel? —reclamó con enojo Scot
Scott le pidió a Sarita que se preocupara de los niños incluso de Miguelito y que también coordinara con Nancy para que le enviaran ayuda al nuevo departamento, después de lo ocurrido a Mariela quería salir de ese lugar lo antes posible, ni siquiera estaba pensando en cómo organizaría todo, ni mucho menos donde o con quien dormiría ella, simplemente no estaba dispuesto a dejarla sola.Sin importarle que aún tenía la camisa ensangrentada bajó a recepción recordando la forma en la que encontró a Jack a punto de abusar de ella y eso fue como echarle leña a un fuego que ya estaba casi sin control.Al verlo llegar a recepción de inmediato la chica que se encontraba en el mesón llamó al gerente quien salió con una sonrisa fingida que no podía ocultar su preocupación y lo primero que hizo al verlo fue extender su mano con un —Buenos días, señor Newman.—Olvide las formalidades por favor —respondió fríamente sin extender su mano —quiero saber ¿cómo es que esa persona llegó a la habitación de
Mariela por su parte escuchó la conversación desde el baño y apenas se dio cuenta que Scott cerró la puerta salió lentamente, su mirada era como de una joven adolescente a punto de hacer exactamente lo contrario a lo debía, pero por una vez en su vida quería olvidarlo todo, soñar con un amor bonito como los que leía Laura en sus novelas.Scott dejó los papeles y el USB sobre la mesa, ya tenía la información que buscaba, pero ahora había algo más importante, de pronto miró la puerta en busca del famoso anuncio de no molestar porque ya estaba claro que eso que habían comenzado hace unos minutos no se quedaría así.Mariela tragó saliva y de pronto ese miedo y el presentimiento de que tal vez que golpearan a la puerta era una señal de que todo iba demasiado rápido, lo miró caminar hacia ella con la camisa abierta y sólo pudo decir —Perdón, no está bien —y sin decir mas nada salió rápido de la habitación.—No por favor, Mariela no me dejes así…Pero ella simplemente respiró profundo como p
Aunque el comentario de Mariela sobre la confianza prácticamente le partía el corazón ya que debía reconocer que en un momento sintió la necesidad de investigar sobre su vida y aunque no tenía valor de leer esa carpeta sabía que estaba en su escritorio lista para confirmar que su confianza no era tan grande.Trató de olvidarlo y concentrarse en la cena, mientras se preparaba en la habitación Mariela estaba en el spa del hotel donde se encargaron de su peinado y maquillaje, al terminar volvió a la habitación y encontró una nota sobre la cama junto a una caja enorme “Para la chica más linda, te estaré esperando en la recepción”Mariela abrió la caja encontrando un hermoso vestido azul hasta la rodilla que acentuaba sus curvas perfectamente, unos zapatos con un taco medio y bolso de diseñador del mismo color, una especie de kimono de seda natural con unas delicadas flores color violeta que le daban el toque perfecto entre sofisticado y casual, una combinación realmente classy, todo eso a
Las dos mujeres se quedaron heladas sin poder decir nada viendo como Scott simplemente salió del lugar detrás de esa chica que nadie sabía de donde salió.Nadie me reconoce «Y pensar que hace unos días estaba en las noticias, pero que van a ver noticias ese par»Scott caminó con ella sin soltar su mano hasta llegar al carro, le abrió la puerta, feliz, aunque con miedo, sentía en su interior que probablemente la actitud y la respuesta a esas mujeres no significaba que de verdad se irían juntos a la cama, así que debía investigar antes de hacerse ilusiones. Después de un par de cuadras Scott detuvo el carro en un pequeño parque se bajó y caminó hacia ella, le dio la mano para ayudarla a bajar diciendo —Ven, vamos a caminar un rato, debemos hacer algo de cardio.—¡AH! —fue la respuesta desganada de ella.—No quiero abusar, no sé a qué cardio te referías —le dijo mientras la abrazaba y con cuidado le arreglaba uno de los mechones de pelo que le cubrían los ojos.—Entiendo —respondió baj
Después de reír con esos comentarios y quedarse por un rato en ese sofá viendo como la luz se colaba a través de las cortinas Scott simplemente no dejaba de acariciarla.—Casi me mataste con el cardio —dijo ella.—Lo siento porque tendrás que acostumbrarte… acabo de darme cuenta de que soy adicto al postre. —Tendrás que bajarle a tu adicción no podemos seguir así Miguelito debe volver a la escuela no se puede quedar en tu departamento para siempre.—Dame una buena razón por qué no.—Yo tengo mi propio lugar, pequeño, pobre, pero ahí están mis cosas, además nosotros no somos nada oficial, no podemos de buenas a primeras aparecer como pareja frente a los niños.—Explícame eso de que no somos nada oficial, en este hotel eres mi esposa y esta noche frente a ese par te presenté como mi novia y créeme que no será necesario decirle a nadie más para este entonces eso ya es oficial.—Si supieran quien soy en realidad.—Eres una mujer hermosa, con un corazón bello, eres fuerte, trabajadora, h
Esa mañana Scott despertaba en una enorme cama como de costumbre, pero esta vez era diferente, estaba junto a esa chica que como un huracán había llegado a su vida y nunca se sintió tan bien a la hora de despertar, acarició suavemente su espalda desnuda, quería sentirla sin despertarla, eso era demasiada tentación, levantó suavemente las sábanas para ver su cuerpo mordiéndose los labios recordando esa noche.Teniendo cuidado de no despertarla se levantó con la mejor de las sonrisas, fue al baño y se preparó para bajar al gimnasio del hotel, antes de salir dejó una flor junto a la almohada que venía la noche anterior en la mesita con las frutas.En realidad, no era mucho lo que quedaba de esa mesa, recordó en un momento haber jugado con esas fresas con crema poniéndolas en el vientre de Mariela, fue el juego erótico más excitante, en su vida había despertado con tantos deseos por una mujer después de una noche de pasión.En su camino al gimnasio incluso vio al gerente que apenas se top