Mientras la oscuridad se desvanecía lentamente y los parpados se volvían menos pesados la confusión empezaba a volver al recién levantado cuerpo de Peace, quién entró de inmediato en sorpresa al ver la habitación en la que se encontraba; empezando por el hecho de que era prácticamente como toda la planta baja de su casa y con adornos un poco medievales, cosa que por supuesto no podía ser decoración de su madre.
Cuando se levantó y empezó a observar mas detenidamente descubrió que tenía la misma ropa que el día anterior, y de pronto todo volvió de golpe, el día en la escuela, el golpe de su madre, la discusión, el haber sido corrido y... ¡El asalto! Si es que Peace fue asaltado ¿porqué estaba en un lugar tan bonito? No solo en decoración, si no que tenía una ventana que daba a un hermoso jardín.
Pero esto no tenía sentido, aunque agradecía haber dormido en una cama no sabía como llego ahí ni que había pasado con el misterioso hombre que lo había ayudado; ya un poco más despierto observó detenidamente el lugar, un cuarto grande, rústico, con una ventana enorme, al acercarse a la ventana y correr las cortinas pudo divisar un jardin hermoso con varios tipos de flores y de árboles, a lo lejos se observaba una montaña y una cascada, lo cual le pareció muy extraño, inmediatamente se pregunto dónde estaba puesto que el vivía en un estado urbanizado casi en su totalidad.
La puerta se abrió y el mismo hombre que lo había salvado de los maleantes la noche anterior estaba ahí, no era muy alto pero si tenía un buen físico, estaba bien conservado pero se notaba la vida pesada que llevaba, Peace lo supo pues sus ojeras y su cansancio eran consecuencia de su siempre cansada vida, de sus diarias discusiones y pudo ver en el hombre parte de ese mismo sentimiento, el pelo canoso y la barba plateada eran lo que más resaltaba, el señor entró y se paró mirando a Peace desde el otro lado de la habitación, vestía un traje muy elegante (los trajes eran algo que a Peace le fascinaban) estaba acomodándose las mangas.
-Buenos días muchacho, no vallas a asustarte, estás en mi casa, mi nombre es Roy, soy la persona que te rescató ayer- dijo serio.
-Sí... lo recuerdo... gracias- Peace no se esperaba eso, además no entendía porque un desconocido se había detenido para ayudarlo- Me gustaría saber porque estoy aquí, por cierto mi nombre es Peace- dijo y le extendió la mano en forma de cortesía.
La mano delgada y algo huesuda de Peace se encontró con la fuerte y arrugada mano del hombre, se dieron un apretón, un apretón que sellaría sus destinos.
-No podía dejarte en la calle Peace, no hubiera sido correcto, si no te molesta puse a cargar tu teléfono, aunque la pantalla está rota y le falta parte de la tapa trasera- dijo Roy.
-No me molesta, para nada señor, al contrario señor, muchísimas gracias- Peace sonrió, el hombre le hizo sentir algo de seguridad-no me gustaría ser una molestia, yo, creo que debería regresar a casa cuanto antes, mis... mi madre debe estar esperandome.
Peace sabía que esto no era cierto, lo más probable es que su madre estuviera disfrutando de su tiempo sola y que ella e Ignacio estuvieran viendo una película o algo así como solían hacer, la auscencia de Peace no les afectaba realmente, sólo que la felicidad del muchacho parecía ser un impedimento para la de su madre y su padrastro.
-Si sobre eso- Roy tomó el hombro del chico y lo guió hacia la salida del cuarto- no me malinterpretes, claro que quiero contactar con tu madre de la manera más pronta posible, pero tengo una enorme pregunta que no me dejará hasta ser resuelta, ¿Que hacía un muchacho de 16 años en una calle sola a altas horas de la noche, además con los ojos llenos de lágrimas en una colonia que no es nada segura? Necesito que me contestes eso.
-He... pues yo... mi madre y yo tuvimos una pequeña discusión- dijo Peace saliendo del cuarto y viendo el pasillo, por dios, era hermoso, piso de mármol y reluciente, las paredes llenas de cuadros con pinturas de oleo (bastante hermosas por cierto), todo parecía sacado de un catálogo de cosas que a Peace le gustaban.
-Valla, pues mira, no sé que clase de discusión hubieran tenido o porque fue pero en definitiva no debiste estar ahí afuera solo- Peace no decía ni una palabra, iba tímidamente siguiendo el camino que Roy le indicaba fascinado por todo lo que iba encontrando, hasta que llegaron a un enorme comedor donde fácilmente cabrían unas 40 personas, Roy le abrió la puerta y Peace se sentó- Ten Peace- le dio su roto teléfono que a duras penas prendía y que marcaba la pila llena (aunque esto podía no ser cierto, el teléfono tenía fallas)
-Muchas gracias señor- Peace sintió una enorme gratitud, incluso ganas de llorar, no sabía que pensar, este hombre estaba siendo demasiado bueno conmigo y sin razón alguna, mi cabello tapó mi vista y lo reacomodé; fue hasta ese momento que recordé lo más importante- Señor Roy le agradezco muchísimo, pero ya es tarde y debo ir a la escuela, ¿Algún camión pasa por aquí?
Roy lo miró como analizandolo.
-La verdad desconozco esa información, deja le pregunto a mi esposa, ella sabe más del tema, permíteme Peace, le pedí al cocinero que te prepare un café y te traiga unas galletas, aún se están horneando- Roy dijo esto y miró su reloj, luego dejó al chico en el enorme lugar, con un silencio que sólo incomodó más al muchacho.
Peace empezó a revisar su teléfono, tenía un par de mensajes de Luis preguntandole donde estaba y a que hora iba a llegar a lo que Peace sólo contestó ¨En un rato voy para allá, no te preocupes¨, quería llegar pronto a la escuela aunque no sabía que haría después, su madre seguiría molesta y quizás lo mandaría otra noche a la calle, o si bien le iba podría regresar a casa pero después de los golpes y la situación de ayer no quería hacerlo, no quería regresar y correr el riesgo de volver a sufrir golpes, o de escuhcar los gritos y regaños acompañados de groserías que su madre le haría escuchar. Ya podía oir la voz de Susana diciendo ¨no sirves para nada¨ ¨eres un egoista¨ ¨solo piensas en ti¨ ¨Cuando eras niño di todo por ti y ahora parece que soy la peor madre del mundo, no sabes lo mucho que he hecho por ti Peace¨.
Un mayordomo llegó y le dejó el café y las galletas recién horneadas a Peace en la mesa.
-Gracias- Dijo el muchacho y comió las galletas, estaban deliciosas y su estomago lo agradeció muchísimo, no quiso parecer mal educado pero estas estaban muy ricas y el café aunque algo amargo para su gusto también estaba muy rico, empezó a impacientrase un poco porque Roy no llegaba y él quería irse a la escuela, pensó en llamar a su madre pues no sabía si recibiría un regaño por no hacerlo, pero optó por no escuchar su voz, su cuello aún dolía.
A los minutos llego Roy acompañado de una mujer se veía de edad avanzada, pero de igual manera que Roy tenía su cuerpo bien conservado, caderas firmes y un par de cabellos blancos, el resto eran de color café oscuro.
-Peace te presento a mi esposa, ella es Selina.
-Un placer- contestó Peace estrechando la mano de la mujer y tratando de sonreir aunque fuera un poco.
-Peace necesitamos hablar contigo- Roy le abrió la silla a su mujer, esperó a que se sentara y luego se sentó a su lado- mira, quiero que entiendas que esta no es una situación sencilla y soy un hombre de ley, quiero que se hagan las cosas de manera correcta así que antes de llamar a cualquier institución quiero escuchar de tu propia boca que sucedió ayer y que acciones serán las siguientes que tomemos.
La comida llegó y fue servida en los respectivos lugares de las personas, Peace se sorprendió mucho cuando escuchó esto, no se lo esperaba en lo absoluto, el olor de todo lo que les habían servido era delicioso.
-Yo... yo...- La mirada de Roy era penetrante y Peace decidió hablar- Esta bien señor... les contaré todo.
Peace relató con lujo de detalle lo sucedido, teniendo que hacer flashback y aclarando dudas sobre el comportamiento de su madre, todo mientras comía, para Roy fue evidente que ese muchacho no tenía una buena alimentación pues degustó hasta la última migaja de todo. La plática siguió y siguió casi por 2 horas, Peace tuvo que avisarle a Luis que lo más probable es que no fuera ese día a la escuela, ¨Mañana te explico¨ fue todo lo que pudo escribirle; Roy no dijo ninguna palabra en absoluto más que para hacer una que otra pregunta, que Peace trataba de contestar sin hacer ver mal a su mamá, conforme más y más hablaba Peace, Roy iba figurando una sola idea en su cabeza, cuando por fin Peace explicó lo sucedido la noche anterior con su padrastro y mostró las marcas de dedos en su cuello fue el límite para Roy, le permitió al muchacho terminar el relato y luego le pidió el número de su madre, cuando lo tuvo marcó desde su propio teléfono celular.
-Buenas tardes señora Susana, mi nombre es Roy Diozo, me encontré ayer en la noche con su hijo caminando por la calle y casi sufre un asalto, por suerte los asaltantes se asustaron al ver mi automovil- Roy le guiñó un ojo a Peace y este entendió que no debía mencionar nada de la habilidad con los puños que el señor Roy había demostrado la noche pasada- le mandaré mi dirección por un mensaje de texto y solicito su prescencia aquí cuanto antes, si es necesario le mandadré un auto a su ubicación pero no puedo esperar más demoras- se escuchó la voz de la madre de Peace a través del teléfono, algo alterada- No señora, su hijo no me pidió ayuda ni está causando molestias, el está bien pero esta comiendo y justo ahora no se lo puedo comunicar ni tampoco lo mandaré a casa en un taxi como usted me dice, antes de que esto se vuelva un problema más grande le sugiero que tome el auto y venga inmediatamente para que podamos llegar a una solución pacífica y sin problemas, gracias por su atención- Roy colgó el teléfono un poco molesto y lo guardó- discúlpame Peace pero debo retirarme un momento, te veré en la sala cuando tu madre llegue , por el momento disfruta tu comida y no te preocupes, hablaremos todos en un rato, te veo al rato amor.
La señora Diozo no pudo evitar hacer una cara de preocupación cuando Roy le dió un beso en la mejilla y se levantó, ella se había limitado a no decir nada y a tratar de contener sus caras y experesiones de desaprobación cuando escuchó los problemas del muchacho, pero había algo que la preocupaba y no podía ocultar.
-Disculpame Peace, dame un momento por favor, no tardo- la Señora Selina se levantó y fue trás su esposo que ya estaba en uno de los pasillos de la mansión- Roy, Roy ven para acá- tomó su brazo y lo detuvo- por favor dime que no sólo dejaremos al niño así, no podemos sólo entregarselo a su madre y ya, por favor dime que encontrarás una solución a esto, ¿y si lo hecha de nuevo a la calle?
Roy besó su frente- Tranquila amor, hablamos en la sala cuando llegue la señora Susana- Roy se volteó y se fue sin más, Selina volvió con Peace y le dedicó una sonrisa, siguieron comiendo y empezaron a tener un poco más de dialogo, al terminar de comer Peace se ofreció a lavar el plato pero Selina se negó y no le permitió hacerlo, por el contrario lo llevó a la sala mientras conversaban, el muchacho empezó a liberarse poco a poco con ella y al rato se encontraban hablando ya sobre el arte, Selina le contaba a Peace sobre los países que había visitado durante su vida y Peace escuchaba maravillado.
-Y contestando a tu pregunta jovencito, sí, los japoneses comen algunos mariscos y los cocinan vivos- Selina sonrió, Peace le aprecía un muchacho maravilloso.
Del otro lado de la ciudad Susana subía a la limusina que se les había enviado junto con Ignacio, ambos estaban sorprendidos y molestos, si Peace había ido a buscar a la policía o había ido a pedirle ayuda a alguien haciéndose la victima (según sus propias palabras) lo pagaría muy caro.
Casi una hora pasó cuando el mayordomo fue y le avisó a Roy que la madre del muchacho había llegado, Roy bajó a la sala y se sentó en un sillón individual sin decir una sola palabra. Susana e Ignacio recorrieron la entrada de la mansión viendo todo maravillados, el verde pasto, el hecho de que estuviera en una de las zonas afuera de la ciudad (donde ellos no vivían) y ver que no había casas casi en Kilómentros, ¿como es que Peace había ido a parar ahí?
-Buenas tardes señor Roy, soy Susana- indicó con una falsa sonrisa y se quitó los lentes, Ignacio sólo se limitó a saludar con la mano y se paró recto al lado de la madre de Peace- espero que mi muchacho no le esté causando molestias, lamento todo esto, creo que es un gran mal entendido.
-Sientese- indicó Roy.
-Disculpe es que creo que Peace y yo debemos irnos...-Roy la interrumpió con la mano.
-Sientese, por favor, tenemos cosas que hablar-Susana de mal humor y con la sonrisa falsa tomó asiento- el muchacho me contó lo que pasó ayer y me explicó la situación.
-Me parece que debrería escuchar también nuestra versión señor- dijo Ignacio- en las historias no sólo es una versión.
Trataban de hacer quedar a Peace como el malo, nada nuevo.
-Lo entiendo perfectamente, por eso estamos aquí, para aclarar este embrollo- Roy miró a Peace y le dedicó una leve sonrisa, Susana empezó a hablar sobre Peace explicando que es lo que había pasado el día anterior diciendo que Peace empujó la mesa de la nada, que su hijo había reprobado, que solía contestar de manera agresiva, que solía ser en general agresivo, Roy nuevamente sólo interrumpió para hacer ciertas preguntas pero las versiones de Peace y su madre eran muy diferentes, al final prácticamente parecía que Peace era el peor hijo de todos y que era más que justo que lo hubieran hechado de la casa esa noche.
-Bien, ahora que he escuchado a ambos es mi turno de hablar- Roy sacó un maletín del lado del sillón y lo abrió, sacó un folder y lo colocó sobre la mesa de centro, puso la pluma que tenia colgada en el saco y prosiguió- Miren, escuchando todo seré muy claro, hable con mi abogado y me dio este papel, básicamente es un papel permiso para que el muchacho esté aquí cerca de un año y después podamos arreglar la custodia del muchacho para que pase a mi nombre.
Peace se sorprendió de sobremanera, esto no podía ser real, apenas conocía a Roy, Susana rió de manera estrepitosa.
-Por favor, ¿no estará pensando que firmare eso verdad? sería una horrible madre de hacerlo, yo quiero mucho a mi hijo y no estará mejor con nadie que conmigo.
-Mire señora, es lógico que usted está mintiendo, en el folder hay un cheque en blanco y no porque el muchacho tenga precio si no porque ustedes si y es para que no esté molestando, firme y hagamos esto por las buenas o llevese al niño y llamaré a una institución, mis contactos harán el trabajo de mover sus influencias y no sólo les quitaré la custodia del niño si no que terminaran en la cárcel y pasando años de castigo, sobre todo el señor Ignacio que se atrevió a ponerle una mano encima al muchacho cuando legalmente no es nada de él.
-No pasará- gritó alterada Susana- no me asusta.
-No pretendo asustarla señora- Roy se levantó e Ignacio hizo lo mismo- por favor no se ponga muy machito conmigo señor- miró de nuevo a Susana- juguemos a hacer las cosas por las malas, busque molestar al niño y la pagará, caro, o mejor hagamos esto por las buenas, firme el papel, deme la custodia, deje al niño en buenas manos y libremonos de problemas, usted se va con un cheque y todos ganamos.
El silencio se volvió mortal, Peace estaba anonadado, esto no podía estar pasando realmente ¿se quedaría con aquellas personas? se veían demasiado decentes y estaban resultando muy amables y caritativas, demasiado para ser verdad, ¿debía confiar en ellos o debía volver con su madre aún sabiendo lo que le esperaba después de esto?
-Peace vamonos- dijo Susana levantándose y dirigiéndose a la salida.
-No...- dijo Peace
-¿Qué dijiste?- le dijo amenzante Susana
-Dije que no madre, no me quiero ir, me quiero quedar aquí, ya no soporto tus tratos.
Roy sonrió levemente pero mantuvo la compostura.
-Bien, si eso quieres- regresó y tomó el cheque, lo guardó y firmó el papel- siempre te amé y te dí lo mejor de mi, eres un mal agradecido, pero me voy de aquí sabiendo que aunque no hice el papel de la mejor madre del mundo si hice todo lo que estaba en mis manos.
Susana salió y azotó la puerta, Peace quiso salir tras de ella pero no lo hizo, vio el papel y en ese momento supo que su vida estaba a punto de dar un giro de 180 grados.
-Tranquilo Peace estarás bien- Roy se levantó y tomó la mano de Selina- se que esto parece algo drástico pero es mi manera de ayudar, si quieres volver con tu madre puedes hacerlo, pero esta vez si tienes un problema podrás acudir a nosotros y si quieres quedarte aquí también eres bienvenido, nadie debe pasar por lo que tu pasaste y menos a tu edad, aquí hay muchos cuartos, podemos alojarte y...- Peace corrió y abrazo a la pareja con todas sus fuerzas, amaba a su madre pero por primera vez en mucho tiempo sintió que lo querían en un lugar y que lucharon por él, haría el esfuerzo de estar ahí, aunque sea para alejarse de su madre y esperar que las cosas se calmaran.
-Gracias...- fue lo único que pudo decir.
-Gracias a ti por la confianza Peace, sé que querias ir a la escuela pero ya es tarde, mañana el chofer requerirá la dirección de tu colegio por favor.
Joder, un chofer lo llevaría a la escuela, esto no podía ser verdad.
-Por el momento ve con Roy a que te muestre cual será tu habitación para que puedas instalarte y dormir o hacer lo que gustes, el fin de semana iremos por ropa, por mientras encargaré a uno de los trabajadores que te compre una o 2 playeras para los días siguientes, y también un pantalón que es necesario- dijo Selina sonriendo y abrazó al joven muchacho.
-Gracias, de verdad- dijo Peace y sonrió a la pareja.
-No hay de que- dijo Roy- ven vamos, tenemos que ir a tu nuevo cuarto.
Peace no dijo mucho pero no por incomodidad, si no porque aún estaba procesando todo lo que había pasado y se pellizcaba levemente para confirmar que fuera verdad, por fin llegaron a la habitación y era genial, no era la misma en la que había despertado, esta tenía las paredes pintadas de azul, un enorme colchón individual, varios burós y closets vacíos, una ventana enorme que daba a otra parte del mismo jardín; botones que manejaban el aire acondicionado, un modem de internet, una pantalla y un dvd.
-Espero te sientas cómodo, sé que por le momento esto está vacio pero ya lo iremos llenando poco a poco- Dijo Roy
-¿Porque?- preguntó Peace.
-Pues por que ni modo que lo dejemos vacio- dió una pequeña risa Roy.
-No eso señor Roy, me refiero a porqué está haciendo todo esto, estoy muy agradecido pero no entiendo el porqué.
Roy lo miró fijamente a los ojos, Peace pudo notar que los ojos de Roy eran verdes y Roy notó que los de Peace no eran cafés tan oscuros si no de un color un poco más miel.
-Ayer casi mueres, no sería responsable que te hubiera dejado ir así nada más, fuiste honesto conmigo, se nota que eres buen muchacho y además confiaste en mi, no falta mucho para que cumplas los 18 así que te apoyaré, creo que era lo mejor- dijo Roy.
-Lo agradezco mucho, pero ¿cómo sabía que mis padres estaban mintiendo?
Roy rió- Sus cuerpos me lo dijeron, es un truco que tengo, quizás te lo enseñe luego, por mientras espero que disfrutes el lugar, exploralo como gustes, pediré que te compren una mochila para mañana, la comida se sirve a las 7:00 p.m. espero seas puntual.
Roy salió de la habitación y dejó a Peace sólo, pensando en todo lo que había pasado, en todo lo que había acontecido, por masoquista que sonara el asunto Peace extrañaba a Susana, era su madre al fin y al cabo; pero no podía evitar sentirse seguro en ese nuevo lugar, encendió la televisión y trató de distraerse, pero no funcionó, quizo hablar con Luis, Axel o Jazmín pero sabía que tardaría horas explicando todo, no tenía en el teléfono el saldo suficiente para eso así que optó por esperar hasta el día siguiente.
Aproximadamente una hora después de estar viendo la televisión de cable decidió que la curiosidad podía más con él y Peace se levantó a explorar la casa, de tanto en tanto se encontraba con trabajadores y estos un poco extrañados pero profesionales le devolvían la sonrisa, descubrió que había cerca de 8 baños, una sala de juegos de mesa completos, una biblioteca muy grande y un cuarto de videojuegos, antes de meterse sin permiso quería explorar bien la casa, también descubrió que había 2 cocinas, la del diario y la de los eventos grandes; vió que había una especie de sótano pero no le llamó la atención bajar y mejor fue al jardín ( al trasero pues igual había cerca de 4 jardines) aquel que pudo ver desde su cuarto y se acercó a un pequeño risco desde donde podía ver la cascada más de cerca, incluso algunas gotas le caían directo en la cara.
-Esto es maravilloso- dijo en voz alto para si- ¡YIIIIIIIIJAAAAAA!- gritó el muchacho de felicidad
Nada podía ser mejor, al menos por el momento estaba libre de su odiosa madre, un día libre de escuela y se encontraba en una mansión con una biblioteca enorme y con una pareja de personas que parecían muy buenas, nada podía ser mejor. Un gato pasó por ahí y Peace lo empezó a seguir, el gato bajó por un camino de piedra y Peace pensó que no había mayor problema si sólo seguía al gato un rato y sin alejarse tanto, no se perdería.
Poco a poco llegó a una zona que daba a las orillas de la cascada, todo era muy fresco, olía muy bien, el gato se fue y Peace ya no pudo seguirlo, estaba dispuesto a regresar por donde había venido pero un ruido llamó su atención, un ruido como si una puerta chirrara, se quedó quieto un momento y sin hablar y pudo escucharlo de nuevo, una y otra vez, como si tuviera ritmo; el aire soplaba fuerte y empezaba a darle a Peace un poco de frío, siguió el ruido y finalmente encontró una puerta de metal muy grande que estaba rota y colgaba de una de sus esquinas, con el viento se movía y eso ocasionaba el chirrido, no parecía tan dificil acceder al lugar, quería entrar de hecho pero una de sus alarmas en el teléfono sonó y le indicó que ya sólo quedaban 15 minutos para las 7:00, Peace no quería llegar tarde a la primera comida con sus nuevos ... ¿Compañeros? ¿amigos? en fin, ya descubriría como describirlos.
No diría nada de la puerta hasta saber bien que era, quizás era sólo otra parte de la propiedad de la mansión y no quería parecer conspiranóico o demasiado entrometido, aunque eso parecía estar oculto a propósito, pues estaba bien camuflado con las rocas y el agua caía por uno de los lados impidiendo que se distinguiera a lo lejos que era una puerta, en fin, Peace sabía que era un lugar que debía investigar, pero no hoy, hoy sólo disfrutaría y trataría de adaptarse.
-No te creo, ya dime que tipo de pegamento extraño y barato te metiste- Dijo YazmínPeace acababa de contarle todo lo sucedido a sus amigos con Ray, se sentía muchísimo más raro contarlo que haberlo vivido y eso ya era mucho decir.-Te juro que no es mentira- le dijo Peace- sé lo loco que suena pero todo es verdad.-Bueno yo le creo, trae mochila nueva y no es como que su madre se preocupara mucho por eso, con todo respeto amigo- diji Axel dirigiendose a Peace.-Tranquilo amigo, no es como si no supiera que eso es verdad- Peace suspiró y abrió su mochila nueva- miren esto... es fabuloso- alzó la mochila y se las mostró- es nueva, me la dió ayer, dijo que la m
La limosina estaba llegando al colegio, era un poco tarde pero con el tiempo de tolerancia Peace todavía alcanzaría a entrar a su clase, de nuevo se sentía con algo de ojeras debido a su, por así decirlo agitada noche del día anterior.El muchacho mostró ya sin pensar su credencial y entró al colegio, su mente no dejaba de pensar en lo de la noche anterior, sabía que era real, pero de cierta manera no podía creerlo, su mente no podía permitirle creer eso, vamos ¿Como un hombre millonario y algo avanzado en edad tiene una base que era su antiguo lugar de operaciones para ser un superhéroe?Por más que se lo repetía en su cabeza no podía aceptarlo, simplemente era algo ilógico, trato de centrarse en la clase, era matemáti
Una semana, una semana llevaba ya Peace con el entrenamiento, con ese doloroso y largo pero muy completo entrenamiento, sus piernas ya le suplicaban un descanso bien merecido, estaba en clase de matemáticas tratando de concentrarse en las ecuaciones en lugar de en su dolor de cuello, cuando por fin terminó los ejercicios se levantó con el maestro que practicamente ya no le revisaba nada si no que confirmaba los resultados, le califico diciendole que estaba bien y Peace tomó sus cosas para salir a la cafetería, al llegar ahí estaba Axel haciendo un dibujo sobre una mujer con poca ropa.-Eres un puerco Axel- comentó Peace sentándose y sobando sus piernas, sacó de su mochila uno de sus cuadernos y su comida.-Lo que hago es arte, el cuerpo humano es arte, la complexión e
Más de 80 intentos, más de 80 malditos intentos repartidos en varios días le habían tomado a Peace, pero ahí estaba por fin agitando la maldita bandera en su mano con satisfacción y orgullo.-Bien hecho muchacho, ahora baja de ahí por donde veniste- Le gritó Roy.-Tiene que ser una maldita broma- Se quejó el muchacho.-Sabes que yo no bromeo, ahora salta y baja de ahí, si llegaste puedes regresar, hazlo.Y con una mueca que no se vió por la máscara Peace hizo un movimiento tronando su espalda y saltó, lanzando el gancho en el momento justo para que este se agarrara a la viga, ya se había acostumbrado parcialmente al peso del traje as&iacu
Peace venía muy cansado de la escuela, con montones de proyectos para entregar, un ensayo a medio terminar y estaba terminando de leer un libro que le habían encargado en la escuela; la capacidad de terminar libros en un día que tenía Peace era asombrosa pero también lo cansaba de sobremanera, tampoco era nada atlético así que la cantidad de material escolar que traía cargando hacían que él sintiera que se le iba a romper la espalda, ya que eran muchas cosas considerando que era un muchacho de 16 años y delgado para su edad a pesar de que hacía ejercicio, afortunadamente ya no tenía sensibilidad en algunas partes de su cuerpo por culpa de los golpes de su padrastro.Al llegar a casa tocó a la puerta y esperó a que su madre le abriera ya que no se le permitía tener llave, se enc
Peace chocó su cabeza contra el techo de la combi donde iba, pero no gritó para no llamar la atención, iba sentado justo al lado de la puerta dado que sólo traía $7 y la combi cobraba $10, la diferencia es que el camión cobraba al subir y la combi hasta que bajaran y Peace bajaba en la base, junto con casi todos; así que al igual que había hecho unas ocasiones antes pasó desapercibido, pasando el pasaje y cuando por fin llegaron dijo "gracias, que tenga buen día" y bajo rápidamente, hasta ahora nunca habían sospechado ya que era amable, y si lo hacían él salía demasiado rápido.Tomó el camión que lo dejaba en la esquina de su escuela y aún tenia $2 que aunque no servían de casi nada los guardaría por si acaso.
Último capítulo