Uno cosecha lo que siembra...la que se le viene a Kenneth.
Adriana estaba realmente bronceada para cuando regreso al interior de la casa al atardecer, había pasado largas horas caminando alrededor de la propiedad disfrutando de la vista al rio y los jardines pintorescos, imaginando lo increíble que habría sido su infancia en un lugar como ese y no pudo evitar que le doliera el corazón por ese mundo de posibilidades que nunca ocurrieron. Amaba a su madre, pero nuca iba a perdonarla por arrastrarla con ella a Nueva York y conducirla a todas las experiencias traumáticas que tuvo que vivir siendo una adolescente, quizás ya no era una niña, pero hacerle creer que estaba sola y aferrarse a su orgullo, incluso en su lecho de muerte había sido algo muy egoísta. Luego de tomar un baño y ponerse un bonito vestido de flores, bajo a la planta principal para encontrar a Edmon en la cocina cortando vegetales, se movía con gracia mientras cantaba la letra de unchained melody, Adriana no pudo evitar reírse cuando su abuelo dejo todo y la atrajo para bailar.
— ¿Qué haces aquí sola? — Le pregunto Johan con curiosidad, — ¿Escapaste del viejo perro guardián? Adriana sintió gracia por el apodo que le había dado a su abuelo, pero disimulo su sonrisa, o al menos lo intento. —Solo dando un paseo—Le dijo mientras se encogía de hombros. —Estaba por ir a comer algo, ¿Quieres acompañarme? —Le dijo mientras señalaba los locales detrás de ellos. Adriana los miro por un segundo y luego regreso la mirada a Johan de forma indecisa. —Te aseguro que la comida de aquí es muy buena—Le dijo Johan insistiendo. Adriana le sonrió avergonzada. —No es que no tenga hambre, pero solo hablamos una vez y realmente no te conozco. Johan levanto ambas manos y puso una cara divertida fingiendo inocencia. —Te aseguro que solo estoy siendo amable, no tengo segundas intenciones—Adriana sintió que se le sonrojaba la cara, —Además, si el viejo se enterara de que le coquetee a su nieta seguramente aparecerá en mi casa con un arma. Adriana se rio de ello. —De acuerdo,
Johan miro a Adriana alejarse furiosa, entendía que había tocado una fibra sensible y ella tenía razón, hablar de Carter Nessman era peligroso, sobre todo si todavía era considerado un completo extraño para ella, no era raro que no se fiara de él. A veces Johan estudiaba tanto a las personas que sus clientes le encomendaban encontrar, que llegaba a conocerlas más de lo que se conocían así mismas y olvidaba que en realidad no eran amigos y ellos no tenían idea de quien era él. Era un empleo extraño. Pero era bueno en ello, como si en su otra vida hubiese sido un sabueso, tenía las habilidades para encontrar a quien fuera, incluso si tenía que levantar cada roca en el mundo no se daría por vencido hasta encontrar a su objetivo. Las personas eran un enigma, algunos incluso desaparecían por voluntad propia, solo por el deseo de empezar sus vidas de cero, cambiaban su nombre, su apariencia e incluso su personalidad, pero siempre había un rastro que perseguir. Karlie Dumas no había represe
Edmon había trabajado todo el día, saltando de reunión en reunión con cada uno de los encargados de los distintos departamentos de club, recibía informes mensuales con todo lo relacionado con los socios, costos, instalaciones y futuros proyectos. Dirigir el club era una tarea pesada la mayor parte del tiempo, ya que tenía que mantener la exclusividad por la que los socios pagaban, todo debía ser perfecto y estar al nivel de calidad que se esperaba, el lugar funcionaba a la perfección debido a lo minucioso que era al revisar todo, ya que no se podía confiar completamente de sus empleados, es por eso que le había dicho a su asistente que no le pasara ninguna llamada a menos que se tratase de su nieta, todos los demás podían esperar. Pero Johan le había enviado un mensaje diciéndole que debían hablar en persona y que iría a su casa, sabía que Adriana estaba preparando la cena esa noche pero lo que no esperaba era llegar y ver al hombre mirándola como si fuera lo que más había deseado en
El regreso a la ciudad no le entusiasmaba, pero con todos los dramas que tenía en su vida no podía seguir escondida en la casa de playa de su abuelo, le había prometido a Jared que estaría de vuelta a tiempo para el cumpleaños de Kenneth, pero había otra cosa que debía hacer antes de hacerle saber a su mentiroso novio que había regresado. Apenas llego a su departamento tomo un baño y mientras se arreglaba minuciosamente pidió algo de comida ya que se moría de hambre, no había tocado el refrigerio que le habían dado en el vuelo de regreso y recién le estaba a despertando el apetito.Estaba muy nerviosa por lo que planeaba hacer esa noche, no solo era estúpido, si no que peligroso. No tenía idea de cómo encontrar a Carter, por lo que lo más sensato era dejar que el viniera a ella primero, así que tendría que crear una carnada, esperar a que él la encontrara y cruzar los dedos para que quisiera hablar con ella. Adriana se puso un vestido negro con mangas largas y espalda descubierta, la
El problema de estar rodeada de monstruos era que al final había aprendido a pensar en su supervivencia primero y no en lo que quería su corazón, la única diferencia entre Carter y los demás hombres que había conocido era que él era bien claro y no se andaba con juegos, no había trampas ni letras pequeñas en los contratos con el diablo, el precio era bien claro.Tu alma y todo lo que venía con ello.Carter le había ofrecido una vida de lujos, una cuenta bancaria que le permitiría nunca tener que preocuparse por el precio de nada, autos, ropa, acceso a todas sus propiedades. Pero eso no significaba que iba a ser su esposa, sino una de sus sucias amantes.La propuesta la hizo sentirse asqueada.“¿Por qué siempre la amante?” Había pensado con disgusto. “¿Por qué no podía ser por una vez alguien por quien valiera la pena arriesgarse?Era la belleza acaso una razón para catalogarla como alguien inútil, como si ella no tuviera nada más que ofrecer que su cuerpo y por más que lo analizaba, no
Aún era temprano cuando Carter la llevo a su departamento, ambos permanecieron en un silencio incomodo todo el camino, hasta que Carter se estaciono a unas cuadras para evitar que alguien lo viera con Adriana ya que era peligroso que la relacionaran con él.—Supongo que esta es la última vez que te veré—Le dijo Adriana antes de bajarse.Pero Carter permaneció mirando al frente y no le respondió, Adriana se estiro para tomar la manija de la puerta y abrirla.—Quemaría la ciudad entera si me lo hubieses pedido.Adriana se detuvo y giro el rostro dándole una mirada sorprendida.—Toda mi vida he luchado contra mi hermano y mi padre, no me importaría tener que enfrentarme al mundo entero para mantenerte a mi lado, pero no quiero que seas mi prisionera, no quiero forzarte a estar conmigo ni tener que arrancarte las alas. Soy un hijo de puta egoísta, soy un asesino y sé que me aproveche de ti cuando nos conocimos, pero sabes, no me arrepiento de nada, porque para alguien que nació en el mism
Adriana era consciente de lo ricos que eran los Wertherimer, aun así, no pudo disimular la expresión en su rostro cuando vio la mansión de la playa que parecía sacada de una revista, apenas se estacionaron en el frente cuando el personal de la casa salió para sacar sus pertenencias del maletero y llevarse el auto para estacionarlo en otra parte.—¿Qué clase de rico eres que no tienes una casa en los Hamptos? — Se quejo ella cuando Jared se detuvo a su lado.Jared se encogió de hombros.—Créeme que no quieres ir a la casa de mis padres y siempre que vengo es con los Wertherimer así que no me he dado a la tarea de invertir en bienes raíces en este lugar.Jared tomo a Adriana de la mano y caminaron juntos hasta la entrada donde el personal de la casa los recibió.—Bienvenido señor Hammer—Lo saludo el mayordomo.Adriana lo reconoció de inmediato, pues aunque nunca había puesto un pie en la casa de su padre, si había visitado otras propiedades de Brock cuando llevaba a Karlie de vacaciones