Adriana era consciente de lo ricos que eran los Wertherimer, aun así, no pudo disimular la expresión en su rostro cuando vio la mansión de la playa que parecía sacada de una revista, apenas se estacionaron en el frente cuando el personal de la casa salió para sacar sus pertenencias del maletero y llevarse el auto para estacionarlo en otra parte.—¿Qué clase de rico eres que no tienes una casa en los Hamptos? — Se quejo ella cuando Jared se detuvo a su lado.Jared se encogió de hombros.—Créeme que no quieres ir a la casa de mis padres y siempre que vengo es con los Wertherimer así que no me he dado a la tarea de invertir en bienes raíces en este lugar.Jared tomo a Adriana de la mano y caminaron juntos hasta la entrada donde el personal de la casa los recibió.—Bienvenido señor Hammer—Lo saludo el mayordomo.Adriana lo reconoció de inmediato, pues aunque nunca había puesto un pie en la casa de su padre, si había visitado otras propiedades de Brock cuando llevaba a Karlie de vacaciones
Una vez que la comida termino todos regresaron a sus respectivas habitaciones para comenzar a arreglarse para la gran fiesta de esa noche, Jared le dijo a Adriana que se adelantara y que él la alcanzaría más tarde ya que quería invitarle un trago a su mejor amigo, antes de que los demás invitados comenzaran a llegar y lo acapararan. Adriana estuvo de acuerdo, aunque en el fondo algo le decía que Kenneth no era la persona a la que planeaba visitar, se las ingenió para esconderse y espero unos segundos oculta antes de seguirlo por la gran mansión, cuando Jared tomo el camino hacia el ala opuesta a donde ellos se estaban quedando Adriana sintió ganas de darse la vuelta e irse, una parte de ella sabía que no necesitaba echarle más sal a la herida, pero su lado masoquista la hizo avanzar. Vio como Jared caminó hasta el final del largo pasillo y toco la puerta de una de las habitaciones, de pronto la puerta se abrió y Emma salto sobre él. Lo vio todo. Desde la forma apasionada en la que s
Le tomo un rato recomponerse, pero sabía que quedarse encerrada llorando en el baño solo la haría sentir más patética, hundirse en su autocompasión no iba a cambiar nada, no estaba furiosa por perder a Jared, pero se sentía agotada de caer una y otra vez, siempre tener que ser fuerte, era como si el universo entero siempre estuviera trabajando en su contra y nunca a su favor.Al regresar al patio donde todo estaba montado, vio a los meseros pasearse con charolas llenas de champagne, uno de ellos le entrego una y por un momento miro el líquido espumoso con desagrado, ya estaba borracha y sabía que no debía seguir mezclando bebidas, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando una feliz Emma subió al escenario donde el DJ le entrego un micrófono. Adriana hizo una mueca de desagrado cuando la escucho empezar a hablar y se dio la vuelta, la gente comenzó a acercarse para escuchar el discurso de Emma pero Adriana en cambio regreso al interior de la mansión, subió las escaleras de fo
La luz se colaba por debajo de las persianas iluminando tenuemente la habitación, la claridad hizo que Adriana despertara del profundo sueño en el que se había sumido y al abrir los ojos lo primero que capto fue el cabello castaño cenizo de Kenneth, por un momento se llenó de incredulidad y parpadeo varias veces tratando de convencerse a sí misma que este solo era uno de esos sueños húmedos, con la mirada recorrió la espalda de Kenneth, desde su cuello hasta sus anchos hombros, el corazón se le acelero mientras observaba el movimiento que hacía con su respiración, temerosa de despertar alargo la mano para tocarlo y cuando hizo contacto con su piel caliente se dio cuenta de que no era un sueño. Kenneth realmente estaba dormido junto a ella. “¿Que había pasado anoche?” Pensó mientras buscaba en sus recuerdos, era cierto que había bebido demasiado, pero no lo suficiente como para perder la memoria, “¿O sí?” Pero por más que intento recordar, no estaba segura de cómo había terminado e
El camino de regreso no fue nada incomodo, incluso Kenneth se detuvo en una estación de gasolina y dejo que Adriana comprara algunos bocadillos y aspirinas, ya que comenzaba a sentir los efectos de la resaca y no quería vomitar en el lujoso auto, después de casi dos horas al volante finalmente se adentraron en la ciudad. — Necesito ir a mi oficina primero —Le informo Kenneth. Adriana lo miro confundida. —Puedo volver a mi casa sola, no es necesario que me lleves. Kenneth negó con la cabeza. —¿Tienes prisa por volver a casa? — Le dijo de forma juguetona. —No es eso — Adriana levanto ambas manos mientras se negaba, —Si estas ocupado, no quiero interrumpirte. —Solo tengo que firmar unos contratos — Kenneth le restó importancia, pero Adriana sabía que cuando se trababa de él posiblemente eran contratos de millones de dólares. Un día cualquiera para Kenneth Wertherimer. —La verdad es que me muero de hambre — Admitió Adriana finalmente. Kenneth le dio una mirada extraña y
El ángel camino sin rumbo perdida en sus propios pensamientos, que agonía haber probado la fruta prohibida solo para descubrir que el dulce sabor el néctar se volvía veneno, una sustancia tan abrasiva que quemaba y destruía todo el interior, con tristeza el ángel miro sus alas mientras las plumas se desprendían una a una. Se sentía enferma, un cansancio agotador la invadió mientras miraba hacia atrás, la acera estaba llena de plumas y entonces comprendió que lo que había hecho la había cambiado para siempre. El hecho de que Kenneth siguiera adelante con la boda a pesar de la traición de su mejor amigo y su prometida, solo le confirmaba lo que ya sabía, que a Kenneth no le importaba nadie más que él mismo y mientras las personas a su alrededor no interfirieran con sus planes no haría nada al respecto. Por supuesto ella nunca había sido parte de sus planes. Sabía que Kenneth siempre obtenía todo lo que quería, pero no la quería a ella lo suficiente como para reclamarla y juntos enf
Mientras sostenía uno de los rostros más bellos que había visto jamás Renzo pensó en tomarla como suya, nada molestaría más a Carter que la mujer con rostro angelical le diera la espalda, ella era la única con el poder para doblegarlo. Ella era la perdición de su hermano. A diferencia de Carter, él no era del tipo que codiciaba a las mujeres, las tenía por montones y todas ellas estaban dispuestas a lo que sea con tal de ser conservadas, ansiosas por recibir sus atenciones, ninguna tenía un rostro que pudiera recordar, solo eran un coño para follar y desechar. Adriana no era la excepción. La utilizaría para sus beneficios y luego se desharía de ella. —Questa volta non si tratta di dargli un avvertimento — Le dijo a Adriana. —Ti useró per infastidirlo e poi ucciderlo. “Esta vez no se trata de darle una advertencia” “Te usare para molestarlo y luego lo matare” Adriana supo inmediatamente que ese bastardo iba a arrastrarla en medio de su disputa con Carter y la sangre le hirvi
Adriana no estaba sorprendida cuando Renzo la arrastro a un enorme edificio que resultó ser un hotel que pertenecía a los Moretti, el edificio era cerrado cuando los Moretti llevaban a cabo reuniones como la que tendría lugar esa misma noche. Cuando Renzo la llevo a su suite privada y entro a uno de los cuartos descubrió que este contenía un armario lleno de vestidos y todo lo que necesitaba para arreglarse, desde un estante lleno de zapatos hasta maquillaje de alta gama. Tomo un vestido negro al azar y a simple vista supo que se trataba de alta costura, pero prefirió no ver la etiqueta ya que ese día era algo que quería olvidar, no era necesario fijarse en los detalles, solo necesitaba verse bien y llevar a cabo su papel. Era un vestido sencillo y elegante, con mangas largas y un corte corazón en el pecho, la tela se ajustaba a su cuerpo como una segunda piel, pero no demasiado como para ser incomodo, tenía una gran abertura en la falda que llegaba hasta el suelo dejando expuesta