Sigo nerviosa, veo cómo tratan de reanimar a Dawson, trago saliva y trato de contener mis lágrimas desabridas de la tristeza y de verlo inconsciente en la camilla mientras la sirena de la ambulancia no para de sonar en la vía, para que en pleno tráfico le abran paso.

—Winter tienes que despertar. —replico como un ritual, la enfermera me mira y me toca del hombro con una mirada comprensiva.

—Tranquila se ha desmayado por el mismo estrago del golpe, se reestablecerá, he visto muchos casos así, no te preocupes si. ¡Toma! —veo que de su kit de emergencia saca botellas de agua, me brinda una. La miro un poco confundida y le agradezco.

—Ehhmmmm gracias. —escucho a los minutos que los pitidos de la máquina vuelven a su normalidad, es el corazón de Winter. Su corazón.

—Ha vuelto doctor, ha vuelto. —lo suelto con una emoción que no me cabe en el pecho, el paramédico me mira con asombro.

—Te lo dije, solo es cuestión de tranquilizarnos y actuar lo más pronto con los pacientes. Ahora hay qu