Grace corre a la puerta, ya que alguien la toca. Está algo cansada y desaliñada, pues se ha pasado todo el día empacando sus cosas para marcharse luego de haber conseguido otro apartamento pensando que así olvidaría un poco a Jack y no viviría con el recuerdo de su relación fallida.

Sus ojos se agradan cuando ve a Jack parado frente a su puerta, su corazón late con desesperación y su respiración se contiene, siente como miles de flechas la atraviesan y quiere tratar de mantener la compostura ante su sorpresa y traga grueso saliendo se sus labios un pequeño titubeo

—h-hola— Jack, observa hacia dentro y ve muchas cajas y se angustia un poco

—¿te vas a mudar?— ella hace una pequeña mueca con los labios

—si, ¿a que viniste?— fue tosca, pese a que quería brincar sobre él y besarlo con ganas, pero sabía que ya no podía hacer eso y no iba a tirar más su dignidad por él piso, bastante había llorado esos días.

—entiendo ¿cómo te sientes?—

—¿que quieres Jack? ¿No crees que es injusto que me