Pasó más de una hora antes que regresara Megan a casa, entristecida observó cómo en aquel lugar a media luz ya nadie le esperaba, solo quedaba en su memoria aquellas noches donde Duncan y ella cocinaban juntos, veían una película y algunas veces hacían el amor.

Dicen que es mejor amar y perder que nunca haberlo experimentado pero entonces ¿por qué dolía tanto?, ¿por qué era tan difícil olvidar?, y en su caso tenía una respuesta, lo amaba no por el ser vil que era ahora sino por aquel hombre que le había ayudado a su madre, le alegraba y hasta borraba cualquier mala experiencia, junto a él había una mejor versión de Megan.

Por su parte Duncan así no lo deseara le había estado esperando y hasta que no comprobó que entraba a casa y se encontraba bien no se fue a su habitación, esa noche soñó que se comprometía con ella, la vio hermosa y todo era tan vivido que podía no solo sentir su olor sino el calor de sus abrazos y sus labios tiernos, una sensación de felicidad y paz le invadió, era