¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?
Por: Helen Vivas
PREAMBULO

─ No sabía que se había presentado una emergencia, ─  le dije ingresando al ascensor.

─ En este piso no, pero sí en el piso uno,  en el área de urgencias. Habrá un nuevo ingreso por servicio social, más tarde lo subirán al piso, ─ informó. 

El ingreso por servicio social solo significaba que la familia no tenía recursos para costear los gastos de una enfermedad, suspiré saliendo del ascensor y caminando el largo pasillo hasta llegar a uno de los  cafetines del hospital. 

─ No puedes permitir que un paciente te afecte tanto, no podemos bloquearnos, Ashley. ─ Protestó Noah, sabía que esta invitación era para reprocharme mi comportamiento. 

─ ¿Cómo puedo convertirme en un ser que no soy? ─ Me sinceré con él.

─ Pero, no puedes dejar que te afecten de tal manera o morirás de un ataque cardiaco  o de una depresión. Tienes que ver los niños que presentan algún tipo de cáncer no como personas moribundas, sino como personas que necesitan más atención y cuidados especiales. No puedes bloquearte a la hora de tomar decisiones. Puedes ser pediatra, pero piensa bien si deseas ser oncóloga infantil. ─ expresó y mis lágrimas brotaron,  sus palabras eran duras y lo entendía dándole la razón.  

Noah, es un hombre que le teme a la muerte del ser que ama  y yo entendía que hubiese endurecido tanto su corazón. Quizás por eso es tan bueno en su profesión, pero como arrancarse uno un sentimiento cuando ya ha nacido.

─ ¿Crees que sea demasiado tarde para  Jonás? ─ Pregunté sin importarme aflorar más mis sentimientos.

─ Doctora,  Ashley. Sabe bien que no podemos especular sino tenemos los resultados, ─ mencionó observándome fijamente.

─ Noah, por favor. Necesito más al profesional que sospecha de un diagnóstico y lo consulta con sus colegas, que al profesor gruñón, ─ musité y lo observé  fijamente sin importar las lágrimas que seguían brotando.

─ Necesito a mi novio, ─  susurré. 

─  Soy más que tú novio ─  susurró limpiando  mi rostro de lágrimas y me sacó del cafetín al que habíamos ingresado y ni siquiera buscamos una mesa, solo estábamos allí en el umbral de la puerta. 

Regresamos por el pasillo, volvimos al ascensor  y llegamos al área de lencería hospitalaria, respiré profundo.

Ese lugar se había vuelto como nuestro refugio, a esta hora nunca hay nadie en esta área, pasamos por los estantes de lencería y seguimos de largo para llegar a la habitación de descanso que tenían las camareras y que siempre utilizaba Noah, en el horario nocturno. Se acomodó en el sofá guiando mi cuerpo hacia su regazo, sentándome en sus piernas y rodeando mi cintura.

─ ¿Qué haré contigo pequeña? ─ Musitó abrazándome con su fuerza.

─  No me gusta verte así, Ashley. ─ mencionó besando mis labios y luego mi rostro y mi frente, sabía que me estaba dando la fortaleza que necesitaba y yo solo acuné mi rostro en su cuello, ni él mismo sabía cuánto lo necesitaba en este momento.

─ ¿Crees que si se le amputan  la pierna… 

─ No lo sé, hay que esperar los estudios y la opinión del cirujano ortopédico que se especializa en tratar el cáncer de hueso. Recuerdo que a sus padres se les sugirió la vez pasada la amputación de la pierna, pero ellos se confiaron pensando en que la extirpación del tumor era suficiente, ─ mencionó interrumpiéndome,  respiré profundo. 

─ ¿De qué trató la emergencia? ─ Le pregunté tratando de tranquilizar mis pensamientos sobre Jonás, él suspiró.

─ Te conozco bien y sé que este caso también te afectará, ─ tomó mi cara levantándola hasta su altura, ─ es un niño de la calle, que no solo se va a enfrentar con su patología,  sino con su dependencia a sustancias psicotrópicas y estupefacientes, ─ pronunció y me paralicé con su información, si solo la patología de cáncer era difícil de superar,  una dependencia tan fuerte como esa elevaría los índices de dificultad y en un pequeño que estaba solo en el mundo, esto sería un momento muy difícil para ese pequeño. 

─ Te vas a enfrentar a una prueba muy fuerte en tus pasantías, así que solo necesito que te vayas fortaleciendo si deseas ingresar a este mundo de la oncología, ─ mencionó  observándome muy fuerte y con una seriedad que nunca había visto en su rostro, yo solo asentí entendiendo a que se refería, ya no era una estudiante a quien se le podía quedar una materia y lo solucionaba volviéndola a presentar, ahora sería un médico más, que tenía que decidir para la continuidad de la vida de otros y esos eran mis pacientes.

─ Vamos por ese café, que lo necesitaremos esta noche ─ pronunció  besando mis labios ligeramente, limpié  mi rostro de lágrimas y me levanté de sus piernas.

Recuerdo que desde niña cuando mi tía Ivanna, me llevó por primera vez al área de oncología infantil deseo ser oncóloga y mis sentimientos no me harán papilla mis sueños de salvar la vida de los niños o luchar con ellos hasta donde Dios lo permita. Es la enseñanza de mi tía y estoy segura que también hubiese sido la de mi madre.

─ Vamos mejor por un termo de café para todo el cuerpo médico y de enfermería, ─ le dije extendiendo mi mano para que se levantara del sofá, él sonrió levantándose y abrazándome.

─ Vamos, que deseo que todos se den cuenta que eres mi novia,  mi mujer, que eres mía, sobre todo el enfermero que te tenía abrazada, ─ murmuró rodeando mi cintura y guiándome nuevamente hacia el cafetín. 

─ ¿Celoso Doctor? ─ Pregunté tratando de animarme con la reacción posesiva de mi novio, los celos significan interés y eso parecía agradarme. 

─ Solo cuido lo que tengo, protestó acercándome a su cuerpo. 

─ No tienes por qué preocuparte, sabes bien que te amo, ─ le recordé besándolo ligeramente antes de ingresar al ascensor que no estaba tan lleno como hacía unos momentos.

Llegamos nuevamente al piso donde estaba uno de los cafetines, este perduraba abierto toda la noche, recorrimos el pasillo e ingresamos al cafetín. Noah, buscó  una mesa aunque habían varias vacías, retiró la silla para que me sentara, depositó un beso en mi frente y se retiró al mostrador, hizo el pedido y llegó nuevamente a la mesa.

 

─ Solicité  mantuvieran un termo de café y uno de chocolate para la guardia del piso siete, ─ mencionó tomando mis manos y llevando el dorso hasta sus labios depositando suaves besos. Es difícil o contradictorio observar una personalidad gruñona y otra cariñosa en el mismo hombre y a veces su comportamiento es tan seco y otras veces es  hasta casi romántico, es como si fuesen dos hombres en un mismo cuerpo.

 

─ ¿Ya le comunicaste a Jaime que te irás de viaje? ─ Pregunté ya que lo veía muy poco con el niño.

─ Sí, ya hablé con él y con mi padre, ─ mencionó llevando nuevamente el dorso de mi mano a sus labios.

─ Mañana en la tarde saldré con Jaime, un rato ─ mencionó  levantando su visión para observarme.

─ Me preguntaba si nos acompañarías, ─ pronunció mirándome fijamente. 

─ ¿No será una tarde de papá e hijo? ─ Pregunté levantando una de mis cejas, entrelazando mis dedos con los suyos.

─ Deseo que te integres más con él, ─ pronunció acariciando mi mejilla, solté una risilla llamando su atención. 

─ Creo que yo me integro más con él que tú, ─ musité levantando una de mis cejas.

─ Me refiero a vernos como pareja, ya yo le adelanté un poco,  pero debe acostumbrarse a verte con otros ojos y no como la hermana de la chica que le gusta ─ mencionó y yo fruncí el entrecejo. 

¿ERES MI TENTACION PROHIBIDA?

En el texto se narra una  historia de drama, amor y  romance erótico. 

Ashley Freetman una chica joven, universitaria, sencilla y enamorada desde que tiene uso de razón de Noah Hanks, él fue su amor de adolescencia y ahora su juventud. Cuando a ella se le presenta la oportunidad de estar con él, no lo piensa dos veces para darle su virginidad. 

Noah Hanks, es un hombre quince años mayor que  Ashley, el cual pensó que el amor y la felicidad no estaban hechos para su vida, hasta que descubrió que sus sentimientos por la pequeña Ashley, no eran los mismos que tenía desde que la vio nacer y crecer. La pequeña no sólo era una de sus alumnas en la universidad de Harvard y el hospital donde se desempeñaba. La pequeña Ashley, ahora era su tentación prohibida la cual no podía tocar, pero la joven estaba despertando nuevamente al hombre posesivo, dominante y temeroso de perder la felicidad que siente que se le escapaba nuevamente de las manos. 

Lo que más teme Noah, es enfrentar a la pequeña Ashley, con su pasado y el motivo que lo llevó a ahogarse en el licor; Pero de lo que no se había dado cuenta Noah, era que ya es tarde para pensarlo, lo que no deseaba comprometer ya lo había dado y era su corazón y su alma, que pendían de un hilo con las decisiones de Ashley.

Dos almas muy diferentes, que se atraen mutuamente. La de él llena de tormentos y la de ella llena de nobleza y un amor que logra derrumbar todos los tormentos de Noah. 

Mayores de 21 años, Alto Contenido Erótico y descriptivo; 

Formato digital e impreso.

Prohibida su copia o adaptación

Reservados todos los derechos a su autora.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

ISBN: en proceso

Sin Editar

Autora: Helen Vivas

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