Max ya le habia contado a Fernanda sobre sus planes para separarse del bufete, como antes, quería tener su propia clientela, sin estar condicionado por un superior. A ella le había gustado la idea, solo que le llevaria un poco te tiempo realizarla.No queria trabajar en casa, así que se propuso buscar un lugar propio.- Sé que quieres hacer esto, pero no tendrás un socio. Todo el trabajo será para tí. - Ya se dará, con el tiempo, mientras, buscaré una secretaria legal. - Que sea mayor, que no use maquillaje y que esté pasada de peso, por favor. El sonrió ante la sugerencia.- ¿No confías en mi?- dijo tomándola por la cintura.- Nunca se sabe con que clase de persona te encontrarás.- No te preocupes por eso, sabes que solo tengo ojos para tí. - le tocó la punta de la nariz.- No es gracioso.- intentó soltarse su agarre, pero él la abrazó mas fuerte, la besó intensamente, mordiendo sus labios - soy solo tuyo, amor.****Los planes de Max se dieron mucho más rápido de lo que él pensa
Fernanda ya habia acostado a sus hijos, y se disponía a ducharse, era viernes y al dia siguente no habia escuela y ella descansaba del trabajo, pero sabía que faltaba algo por hacer, porque no le habia gustado la actitud de Max.- Voy a la ducha - le dijo al pasar junto a él. - Oye, tengo algo que decir- dijo deteniéndola.- Si, también yo, tengo que decir, es estúpido que pienses que yo... tengo algo que ver con Damián, ¡ni siquiera me resulta atractivo! y tú como siempre, sacando conclusiones adelantadas, dijiste que ya no hariamos esto, pero... no estás haciendo tu parte. - ¿ Y cómo sabes que eso es lo que iba a decirte?, no tienes ni idea.- Porque te conozco, más de lo que tu crees, a veces eres, ... posesivo y eso te delata. - ¿ No puedo serlo? - la sujeto del brazo bruscamente, acercándola a él. - Solo defiendo lo que es mío. - Esto va mas allá, en verdad Max , me pediste que confiara en tí, pero tu no haces lo mismo.La soltó, alejándose de ella, se pasó la mano por el cab
Después de ese día, Max estado sido muy atento y cariñoso, llevaban su vida tranquilamente, se había disculpado con Damián por su comportamiento y ya prosperaba en su propio bufete, contaba con un socio, que había resultado ser un amigo de la infancia. Fernanda seguía como jefa del servicio, y como en todo trabajo, tenía sus inconvenientes. Trataba de no descuidar a sus hijos y a su vida en pareja. Sentía que amaba a Max, cada día más, y esperaba que durara por siempre. ****Tuvo problemas con uno de sus médicos, y tenía que quedarse a solucionarlo, no pudo comunicarse con Max, llamó a Damián y no pudo localizarlo.- ¿Qué pasa ahora? - se dijo- es muy extraño.Salía de su oficina, dispuesta a irse, tomó su mochila y se dirigió a la salida. Tuvo una sensación de que era observada, pero no vió nada extraño.- Max, contesta por favor- insistió.Vió a un hombre caminar hacia ella, apresurado, y entró en la sala, casi golpeándola al pasar.- Deja de ser paranoica- dijo para sí misma, mir
Max había hablado con Damián, el porqué no estaba disponible cuando Fernanda salió del trabajo, era una mera coincidencia, pero no dejaba de ser perturbador como se daban las cosas.Aún estaba molesto con ella, por no haber sido honesta, pero le preocupaba más su seguridad y la de sus hijos. No sabía si esto era por su esposa o por él. Ser hijo de su padre siempre le había creado conflictos, aunque ya no estuviera directamente relacionado con su familia.Ella estaba en el hospital y la llamó a su teléfono.*- ¿ Estás bien?. - le preguntó un poco serio.**- Porqué no habría de estarlo, ¿ Ahora me vigilarás todo el tiempo?.**- No estoy. . . - suspiró tratando de calmarse - no te estoy vigilando, solo queria saber cómo estás, por lo que pasó ayer.** - Está todo bien, y creí que no tenías tiempo para esto.**- Por favor, no quiero discutir, solo cuidate y no te separes de Damián. *Terminó la llamada sin esperar respuesta. Fernanda estaba cansada, fisica y emocionalmente. No sabía cuant
- ¡Max, me asustaste!.- Lo que sea que estés pensando hacer, no te dejaré, te estás poniendo en riesgo tu sola y no voy a poder protegerte.- Es la única manera de terminar con esto.-¡no puedes saberlo!. . . No tienes permitido salir, así tenga que encerrarte, ¿está claro? Yo voy a resolver esto. - dijo molesto.Ella no respondió, solo se limitó a verlo.- ¡Pregunté si esta claro Fernanda! - Dijo levantándo la voz.Se estremeció, casi nunca usaba ese tono con ella. -¡No me hables así!, tengo qué saber, después de tanto tiempo, no es normal que él me acose, aquí hay algo más.- ¡Por supuesto que hay algo más, está demente! No me obligues a esto, si continuas, no te dejaré salir.- Pero. . . - Sin peros, ¡dije no!Max estaba furioso, ella se habia expuesto sin pensar en las consecuencias, y ahora no sabía como enfrentarlo.****Al dia siguiente, Fernanda estaba ansiosa, ya casi era la hora de la cita y aún no sabía como podría salir, sabia que era muy peligroso, y que Max iba a esta
Max habia estado varios dias solo en casa, con la protección constante de sus guardaespaldas, estaba seguro que el accidente que habia sufrido antes, tenía que ver con Diego y con Leo.Ahora sabía que estaban juntos en esto, tenía que averiguar cómo y porqué.Iba a la oficina, trabajaba y regresaba, se hizo una rutina, a propósito, esperando.No tuvo que esperar mucho, Leo se presentó en su oficina, de improviso, cuando sus guardaespaldas hacían una pausa.- ¿Qué es lo que quieres?- exclamó Max - ¿ Porqué no nos dejan tranquilos?.- Tu tienes lo que yo quiero, mi amigo quiere lo que tú tienes, y no es tu mujer.- Dinero, al final todo se reduce al dinero. Solo quiero saber cómo es que conoces a Diego y, se supone que él no está libre.- Eso, no voy a decirtelo, seria muy fácil, hoy solo soy el mensajero, y ya sabes lo que quiero, si no lo cumples, tú mujer y tus hijos, pagarán las consecuencias.Se marchó, asi como tan pronto como habia llegado, sin esperar una respuesta de su parte.
Alexander estaba muy inquieto, sabía que no tenía que haber dejado a Fernanda ir a ver a Max, pero ella le rogó hasta que cedió, aún no habia regresado del viaje, Iba a llamar a Max, cuando el teléfono sonó, como si lo hubiera adivinado, era él. *- Padre, ¿cómo estás?¿Cómo se le ocurrió a Fernanda, venir, con la situación que tenemos?- Lo sé, lo siento, pero estaba muy decidida, no pude deternerla ¿ se quedó contigo?-¿ Cómo dices?- su tono era aprehensivo- no padre, ella volvería con Damián, necesito que localices a tus hombres, algo no anda bien.*Llamó a Damián, al no contestar, intentó con ella.- Vamos cariño, contesta -dijo para sí. *-¡ Max!, lo siento, amor, tienes que venir por mí, por favor, ven por mi * - le envío una dirección. y colgó.Ahora estaba aún más preocupado, llamó a su padre y le dijo lo que había pasado, tenía que ir, aunque podía suponer lo que pasaba. No dejaría las cosas al azar, esto, terminaría hoy. . .Llegó al sitio indicado, seguido de cerca por sus
- ¡Maxi- abrazó a su hijo con fuerza, tenía mucho tiempo sin verlo.- Papi, te extrañé.-¿Cómo estás amigo? ¿cuidaste a tu hermana?- si, papi y a mamá. Ya no quiero que te vayas.- No amigo, ya no me iré, estaré con ustedes ahora y con mamá y con Carolina.- Max, aún debes descansar cariño, no quiero que te excedas.- Definitivamente, como mi médico, eres un fastidio, cariño, tendré que buscar una segunda opinión para deshacerme de ti - sonrió y la besó.- Eres un mal paciente, ahora a descansar.No tuvo más remedio que seguir las instrucciones, se acostó y se quedó dormido.***Fernanda no había permitido que Max fuera a trabajar los días siguientes, así que tenía que trabajar desde casa.- Eres como un halcón cariño, ya hasta tienes a mis escoltas de tu lado.- Si señor García, y así estará hasta yo lo diga.- Por favor, Fer, ¡ya estoy bien!- Bien, pero, al menor indicio de malestar te encerraré en la habitación.- Solo si te encierras conmigo amor. - sonrio de forma sensual, ya h