El rugido provenía ni más ni menos que del propio Waylon que acababa de salir del salón privado.

Más temprano, otra chica había salido hacia el baño, pero cuando estaba a punto de salir del salón privado, vio a un hombre bloqueando el camino de Xella.

Una vez que Waylon se enteró del hecho, él se levantó inmediatamente y se dirigió hacia el baño junto con otras personas.

"¿Qué es esto? ¡Un grupo de bastardos sin escrúpulos! ¿A quién le estás gritando?".

A pesar de ser pervertido, el Sr. Zabel no era un tipo de persona de talla baja. Su expresión era fría al hacer la pregunta.

"Esa chica es mi compañera de clase. ¿Por qué le bloqueas el paso?", preguntó Waylon, sin miedo.

Xella estaba tan asustada que se escondió instintivamente detrás de Waylon.

"Xella, me adelantaré y diré esto. Los colegas que me esperan esta vez no son personas ordinarias. Si sabes lo que es mejor para ti, sígueme. Además, ¿por qué no les dices a estos bastardos quién soy?", respondió el Sr. Zabel, con