En ese entonces, su padre vivía en la pobreza y no había aprobado el examen de ingreso de la universidad. Por lo tanto, el abuelo de Gerald lo había obligado a servir como soldado en el ejército. Allí conoció a su compañero del ejército.

Después de estar en el ejército durante dos años, regresó a su ciudad natal y se dedicó a la agricultura.

Necesitaba el dinero ya que estaba arruinado.

De alguna manera, logró reunir lo suficiente para abrir una tienda de panecillos al vapor y dejó de cultivar en ese momento. Sin embargo, dado que su padre no era de los que dejaban escapar a un ladrón cuando veía uno, terminó agrediendo al ladrón. Como resultado, tuvo que ceder a la otra parte como compensación.

Para entonces, también había pedido prestado mucho dinero y tenía mucha deuda externa.

Fue un momento de su vida en el que era tan pobre que ni siquiera tenía dinero para celebrar el Año Nuevo. Al no ver ninguna otra esperanza, decidió buscar a su compañero del ejército.

Su camarada viví