“Esta pulsera de jade ... era de mi abuela. Como no tengo nada más con que compensarte Giya, te estoy dando esto en su lugar…”, mintió Gerald.

"¡Oh Dios mío! Gerald, ¿no conoces el valor de esta pulsera? ¿Estás seguro de que no te arrepentirás si se lo das a Giya ahora? ¡Te lo digo en serio ya que aún no es demasiado tarde para que te arrepientas!”, dijo Tammy mientras sentía que el peso de su pecho se levantaba lentamente.

¡Mald*ta sea! Estaba casi muerta de miedo en ese momento. Si Gerald hubiera comprado realmente el brazalete del dragón de jade que costaba treinta y dos mil dólares, ¡posiblemente podría ser un heredero rico y discreto!

A diferencia de la mayoría de las otras chicas, Tammy no había sentido ningún desprecio hacia Gerald.

Sin embargo, habría sido más que sorprendente e increíble si un pobre como Gerald resultara ser el heredero más rico que todos los que estaban allí..

Afortunadamente, ese no fue el caso.

“No sabía el valor del brazalete de jade dragón ant