“¿Algo más?”, Derrick asintió y respondió.

“Solo eso por el momento. Si necesito tu ayuda, te lo haré saber de antemano”, dijo Gerald.

“Está bien. Me iré y haré que mis hombres investiguen a las dos familias. Te informaré de inmediato cuando haya alguna novedad”. Derrick se levantó y se fue a paso veloz después de decir eso.

Al verlo partir, Gerald bostezó.

Mientras se servía otra taza de té caliente. empezó a pensar en cómo deshacerse de las familias Kanagawa y Hanyu.

Aunque había amenazado a las dos familias personalmente, Gerald sabía que las familias de alto estatus como ellos no le temían a las amenazas. Solo se quedarían tranquilos durante unos días o, como mucho, algunas semanas.

Al cabo de un tiempo, renaudarían sus jugadas contra él.

Gerald había experimentado esto innumerables veces.

“¿Por qué estás aquí sentado?”. Mientras Gerald estaba sumido en sus pensamientos, Takuya empujó la puerta para abrirla. Al ver a alguien sentado en medio de la habitación, se sobresaltó.