“¡Entendido!”, respondió la secretaria asintiendo antes de salir rápidamente del salón…

Pronto se sirvieron todos los platos, y ante todos se colocaron al menos una docena de platillos de Weston. Aparte del pollo y del pescado, los demás parecían sinceramente platillos caseros normales. Aun así, tan solo el olor de los alimentos, y la manera en que estaban presentados, hizo que todos se dieran cuenta de que este era el trabajo de un chef de primera categoría…

Como toda la comida había llegado, el sonriente Takuya empezó a repartir rápidamente los palillos chinos mientras decía: “¡Vamos, disfruten la comida mientras está caliente, y díganme si les gusta! Sinceramente, desde que vino el Hermano Gerald, ¡me gusta cada vez más la comida de Weston! A decir verdad, ¡ni siquiera estaba seguro si me iba a acostumbrar a la comida de Weston cuando Fujiko me imploró que la probara!”.

“¿Ves? ¡Te lo dije!”, respondió la complacida Fujiko.

Después de eso, todos disfrutaron de sus comidas sin de