“¡No tengo nada que decir! ¡Admito la derrota! ¡Eres más fuerte que yo, ¿qué más quieres?!”, gruñó Amare, sabiendo que su vida estaba ahora en manos de Gerald.

“Qué intrépido”, replicó Gerald con una carcajada antes de activar el poder de su Espíritu Primordial Titánico y pinchar algunos puntos en el cuerpo de Amare... Gerald estaba paralizando temporalmente a Amare en ese momento, y cuando terminó, arrojó al hombre derrotado al suelo...

Aunque Amare intentó ponerse de pie de inmediato, ¡él rápidamente se dio cuenta de que no podía moverse ni una pulgada...! Comprendiendo que no iría a ningún lado por el momento, Amare solo pudo observar mientras Gerald caminaba hacia Buitre...

Después de encender un cigarrillo, Gerald se puso en cuclillas frente al hombre herido, sacudiendo su caja de cigarrillos mientras preguntaba: “¿Quieres uno?”.

Mirando a Gerald, Buitre, quien todavía se aferraba a su pecho, gruñó: “¿Qué quieres?”.

Honestamente, con el estado de su cuerpo, incluso decir