Al comprender que quedarse aquí por más tiempo solo significaría más problemas, después de descansar un poco, Gerald se puso de pie antes de decir: “¡Muy bien, dejemos este lugar mientras podamos!”.

Con eso, el dúo regresó a la entrada principal que permanecía sellada...

Cuando llegaron, rápidamente se dieron cuenta de que no había ningún mecanismo para abrir las puertas, al menos no uno que pudieran ver fácilmente. La oscuridad total del lugar definitivamente no ayudaba.

Comprendiendo el hecho de que ni siquiera sabían por dónde empezar a buscar el mecanismo, Ray no pudo evitar mirar el enorme muro de piedra que bloqueaba la entrada de la cueva antes de mirar a Gerald y preguntar: “¿Cómo... vamos a salir, Señor Crawford?”.

“... Bueno, ya que había un mecanismo afuera que nos permitía entrar, ¡estoy seguro de que hay otro aquí adentro que nos permitirá salir! Dado que los lados Yin y Yang, según el diseño de los ocho diagramas, fueron la clave para abrir la puerta desde el exte