“¡Eh, ya es muy tarde! Estoy seguro de que la persona que están esperando no vendrá. ¡Vengan, vamos a mi casa a descansar!”.

El anciano suspiró y le sugirió a los tres.

Cuando el Viejo Flint lo escuchó, se dio la vuelta inmediatamente y miró a Gerald, buscando su opinión.

Gerald vio su reacción y asintió sutilmente.

Como no tenían otra opción, por ahora, solo podían descansar en la casa del anciano.

Además, el cielo ya estaba muy oscuro y no era seguro. ¿Quién sabría qué rondaba afuera?

Después de la conversación, Gerald y los demás siguieron al anciano y abandonaron la cabaña de madera.

El anciano llevó a Gerald y a los demás a su casa. Aunque no era muy antigua, parecía que fue reconstruida antes.

“Anciano ¿eres el único que queda en el pueblo?”.

Cuando estuvieron en la casa del anciano, preguntó el Viejo Flint con curiosidad.

“¡Jeje!”, el anciano se rió entre dientes.

“Sí, los demás ya se mudaron a las ciudades. ¡Soy el único que queda aquí!”.

Después de reír entre dient