”…Tú…! ¡no puedo creer que todavía te comportarías de manera tan presuntuosa a pesar de que estás a punto de ser derrotado!”, gruñó el sacerdote con ira.

Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, el sacerdote se quedó paralizado momentáneamente. Ahora con los ojos abiertos de par en par hacia Gerald, el sacerdote de alguna manera pudo ver las llamas reflejadas en los ojos de Gerald. No podía apartar la mirada, y poco después, el sacerdote comenzó a sentir una sensación de ardor en las plantas de los pies...

Después de eso, el sacerdote gritó de manera miserable antes de convertirse en nada más que polvo en menos de un segundo.

“¡Y para mí, la vida de las hormigas es insignificante!”, declaró Gerald mientras sacudía la cabeza con una sonrisa antes de colocar sus brazos contra su espalda.

¡Con eso fuera del camino, la figura de Gerald onduló lentamente mientras se hacía una con el viento! Debido a eso, pudo regresar rápidamente a la cueva donde Xyrielle había sido conduci