Gerald pensó detenidamente en las dos frases. ‘Renacido en el cielo junto a la flor del infierno…’. Y luego estaba un dragón que aparecería cerca del cruce de la sangre...

…Espera. ¿El cruce de sangre? ¡¿Crawford?!

Gerald estaba completamente asombrado en ese momento. Honestamente, se negaba firmemente a creer que alguien tuviera realmente la capacidad de traspasar todos los límites y dominar el acto de ir y venir entre la época antigua y la moderna. Sin embargo, por mucho que quisiera seguir negando esa posibilidad, todo lo que había encontrado no hacía más que insinuar que todo aquello era real.

“Sabe, mis antepasados ​​dedujeron que cuando la persona en la pintura renaciera, probablemente llevaría el apellido de Crawford... Aunque usted sin duda se parece a la persona del retrato, me pregunto si su apellido... Si realmente es Crawford, ¡entonces definitivamente es usted el que hemos estado esperando, señor!”, dijo Wagner mientras miraba a Gerald.

Gerald frunció ligeramente el ce