Amalia y Almais caminaron por las calles de Capri, saber que estaban lejos de la abuela Enza y de Laura Aurora, les rompía el corazón.Amalia caminó nuevamente en busca de un trabajo y un lugar donde dormir, ahora tenía a Alma con ella y tenía que protegerla.—Amalia, aquí no conocemos a nadie que nos ayude para vender algo en la estación del tren. ¿Qué haremos mientras?.—Tranquila mi niña, ya encontraré algo, pero quiero que siempre, siempre digas que eres mi hija, y no te alejes de mí por ningún motivo. ¿Estamos de acuerdo?—Si mamá, desde hoy serás mi mamá.Amalia abrazó a Alma y siguieron caminando.—Por favor, ayúdenos con algo, es para comprarle comida a mi hija. —pidió Amalia a unas personas que le hicieron un gesto de negación.—Busca trabajo, no andes mendigando eres joven aún.—Pues recomienda me uno y lo tomo, no creas que me gusta hacer esto, por lo fácil que crees que es. —respondió Amalia un poco enojada.Siguieron caminando, el sol era tan fuerte que sentían el agotami
Un mes tenía Amalia en Capri, un mes que se dedicó a trabajar en el taller de costuras para los artistas ya no salía a la calle, ahora estaba ahí mirando se al espejo viendo ese maquillaje de fantasía que tenía, luego miró el diminuto traje que tenía que usar.Cerró los ojos suspiró profundamente, cogió todo y lo guardó en su bolso.—No tengo otra salida más que hacer esto. Dios que se haga tu voluntad, pero por favor que no se repita esto.—pidió con tanta angustia por el presentimiento que sentía.Amalia fue a la habitación donde estaba Alma y la vio dormir plácidamente. Acarició sus caballos y dejó un beso en su frente.—Hasta mañana mi Alma, pronto estaremos en otras condiciones, lo prometo.Amalia salió de la habitación y Alma abrió los ojos y la vio salir.—Está noche será un caos para ti mamá, todo será una mala noche.Se levantó de la cama, tomó un abrigo y salió sigilosamente para seguirla, se coló en la Buceta donde iban los instrumentos y pudo seguirla sin ser vista.Amalia
9Julianne llevó a Amalia a casa, la dejó instalada en la habitación que compartiría con la pequeña, les dio vestimenta y las dejó descansar Tres días pasaron, Amalia estaba ayudando con el trabajo de la casa, estaba limpiando en el jardín cuando llegó otro de los Ferrari, Amalia lo miró y este también fue completamente indiferente. Se acercó a ella mientras Amalia sentía su corazón retumbar en su pecho. Lo miró fijamente y le pareció diferente en su estilo.—Hola Amalia, vine para llevarte al tribunal, mi hermana me encargó mucho que esté pendiente de ti. —Dijo mirándola con indiferencia. Y eso le hacía sentir una extraña sensación de tristeza y coraje a Amalia.—No hace falta que se haga cargo de mí, yo puedo sola y además, no creo que a su novia le haga gracia que esté al pendiente de otra mujer.—Haber Amalia, no tengo por qué escuchar tus cuestionamientos sobre mi vida privada, no tienes por qué opinar sobre mi novia, y si estoy tratando de ayudarte a ti, no es que tenga otra
10Amalia y Alma tenían viviendo en la mansión L'Blank, a pesar de que Jean pidió no realizar trabajos ella lo hacía, no quería sentirse una carga para Jean, no después de ver su indiferente comportamiento hacía ella.—Amalia, las cosas hay que verlas con los ojos del alma, tu te estás dejando llevar por lo que ves superficialmente.-le dijo la pequeña Almais.—¿A que te refieres con eso Alma? Tu y tus cosas raras. No puedes andar diciendo cosas raras, las personas no lo comprendería y te metas en problemas mi niña.—No soy rara, soy gitana de raza pura, y tú crees que lo que leo en la palma de las manos son palabrería.—Mi vida, tienes un don muy especial, y pienso que es algo que las personas con malas intensiones pueden usar en tu contra, pueden hacerte daño si tú no haces lo que te pidan, como por ejemplo la exploración infantil.—Puedo sentir el aura de las personas. Tu eres muy sensible, muy buena, y tú corazón está dolido por la equivocación de lo que tus ojos ven.—Almais, no q
11Un mes más pasó, Amalia seguía haciendo el trabajo a pesar de que un Jean amable le dijera que no era necesario, después le decía que limpiar era más decente que ser el centro de atención del pastel de fantasía, y luego ser ignorada.Amalia sentía los estragos del embarazo habían olores que le eran insoportable, habían días entero que vivía en el baño, porque los vómitos, y justo hoy era uno de esos días.Estaba a punto de salir al jardín cuando su mundo se desvaneció cayendo a los pies de Jean quien la tomó en brazos y caminó con ella a la habitación.—¿Estás bien? ¿Qué sucedió, por qué te desmayaste? ¿Acaso está enferma?—¡Oh! Por dio, Jean, no te preocupes, habló al verla reaccionar casi de inmediato.—Vamos al médico, tiene que revisarte.—¡No! No por favor no te molestes, es solo cansancio eso es todo.—Así sea cansancio, te llevaré al médico.—Por favor, no insista, es solo cansancio. —Habló muy seria y logró ponerse de pie y caminar hasta la puerta y abrirla para que Jean sa
Una semana pasó, y era el gran día, la boda de Jean Carlo y Claris Mariscal.Julianne caminaba de un lado a otro, sentía la impotencia de sentirse con una mordaza en su boca al no decir nada a su hermano.-Tengo que ver cómo hacer para que Amalia hable. Carlo no puede casarse con Claris Mariscal estando Amalia esperando un hijo suyo.Salió de su habitación y fue a la de Amalia, tocó y no recibió respuesta alguna, abrió la puerta y no encontró nada, Amalia se había marchado de la mansión.Amalia muy temprano aprovechó la distracción de todos para poder salir de la residencia y marcharse lejos.-Pero hija no podemos irnos así sin decir nada, no se, la señora Julianne que se portó muy bien con nosotras.-Abuela, no puedo soportar ver al padre de mi hijo unir su vida a otra mujer, no lo soporto.-Pero no le dijiste nada, el no sabe nada.-Amalia, la abuela tiene razón, tienes que decirle y entonces veremos qué tan miserable es.Amalia se giró a donde estaba Laura.-No Laura Aurora, él mil
13 Frank salió a la dirección que le fue dada por Enza, llegó al lugar de la dirección y no las encontró, dio vueltas por el lugar y se dispuso a bajar y caminar por los alrededores.Caminó y se sentó en la banca de un parque a esperar.Miró el reloj y Laura no aparecía por ningún lado.Mientras .Laura había enviado la dirección a Enza, pero el Uber en el que iban, se desvió por el camino más extenso, dio vueltas y vueltas para tardar un poco mas.—¿Señor, tan lejos es la piazzetta di Capri? —¿Acaso usted no es de aquí?—preguntó el chófer del Uber mirando a través del espejo.—Le pregunto, es por que veo que es la tercera vez que pasó por aquí, y tal parece que es usted el que no conoce, pare el auto por favor. —gritó muy enojada al ver el tiempo de la recorrido. El chófer paró y Laura salió muy enojada con Alma de la mano.—¡Señorita! ¿no piensa pagarme?Laura se gira lo mira y levanta la mano para sacarle el dedo medio.—¡Te pagué lo que realmente es!. —habló muy enojada, casi gr
14 Dos días pasaron, las habitaciones de los niños estaban listas, Frank esperaba impacientes por ellos.-Amalia, muchas gracias por preparar la llegada de mis hijos, será una sorpresa para Rainier, es un poco difícil desde que su madre no está.-Tranquilo doctor, es mi trabajo y lo hago con mucho amor.-Tu trabajo será ser la maestra de español. -Dijo Frank y Laura llegaba.-Doctor, llegaron.-Gracias Laura, vamos.Frank y Diana salieron a recibir a Rainier de once años y la pequeña Carolina de dos años.-¡Hola papá! Abuela, te extrañé mucho, ya quería volver. -Habló fría mente el pequeño pasando de largo casi rosando a Laura haciendo que se mueva a un lado -¡Rainier! Vuelve aqui y pide una disculpa.-No, no por favor, déjelo que se vaya, debe estar cansado. -lo excusó Laura mirando a Rainier caminar y subir las escaleras.-No puede comportarse así. -tranquilo no pasa nada.Laura se acercó a Frank puso su mano en el hombro tratando de calmarlo.Amalia llevó a Carolina a su habitaci