19Jean se despidió de Amalia y salió de la habitación.—Vuelve pronto, tus hijos y yo te esperamos. —dijo Amalia dando un abrazo.—Cuídate hijo. —recomendó Enza.Jean tomó el ascensor y antes de que se cerrará un hombre vestido de doctor.—Muy feliz con tu mujer ¿Cierto?Esa pregunta con el gesto y tono hizo Que Jean mirara al doctor desconocido.—¿Disculpe? No lo vi antes. ¿Quién eres?—Alguien que está interesado en que tu felicidad se vuelva infelicidad .—¿Quién carajos eres? —preguntó Jean agarrando la solapa del mandil del supuesto médico.—Si quieres saber quién soy será mejor que me acompañes para mostrarte algo muy importante.—No tengo que ir a ningún lado, dime quién eres y qué carajos quieres de mí.Rudolf Storibio le dio una sonrisa retorcida a Jean, y este decidió seguirlo.Salieron del ascensor y caminaron cada uno a su auto y salieron del hospital general.Manejaron por largo rato, y una hora después estaban llegando al hospital psiquiátrico.Jean no tenía idea de que
20Los días siguientes Jean no apareció no llamó a Amalia, su celular lo había destruido por cada ves que intentaba comunicarse recibía imágenes de lo que Amalia hacia a diario.En todo ese tiempo Amalia había buscado y comprado una pequeña casa en un barrio de Roma, era uno de los barrios más alejado de la cuidad, y estaba lista para ser habitado por ellas.—Abuela, ya todo está listo para marcharemos, solo falta empacar lo necesario. Y por favor no le digas nada a Juliann, no quiero que intente detenerme.—Está bien hija, será como tú digas.Enza empacó lo poco que necesitarían, Alma se despidió de Rainier y de la pequeña Carolina.—Toma está cadenita Almais, esto nos mantendrá unidos y cuando sea grande te buscaré y nos casaremos.—¿Somos novios? —Pues claro, tu serás mi novia en mi corazón siempre.—Y tu mi novio, por siempre. Esta pulserita será nuestra brújula. Cuando seamos grande volveremos a temer nuestras cosas. —dijo Almais abrazándose a Rainier dejando un beso en du mejill
21Rudolf despertó muy temprano hizo su rutina de ejercicios para mantenerse en forma, era un hombre muy ambicioso e inteligente, con artimañas logró convertirse en el hombre de confianza de Emilio, el jefe de la casa siciliana dentro de la organización.Vestido con su traje a medida, se miró al espejo y arregló sus cabellos oscuros, anudo su corbata cuando los golpes en la puerta me llamaron la atención.Caminó hasta ella miró a ver quién era, por qué desconfiaba de todos hasta de su sombra.—¿Qué haces aquí Libia? Te dije que ya no quiero nada contigo. —habló déspota mente.—No me puedes dejar Rudolf, te recuerdo que fui yo quien te presentó al hombre que sacaste de tu camino para que te integrarán a la organización y te convirtieran en el jefe de seguridad del jefe.—¿Y tengo que agradecerte lo toda la vida? —De ser posible, si, por qué estás en mis manos y cuidadito con que le suceda algo a una sola hebra de mis cabellos, por qué quedas delatado ante todo el mundo.—A mi me me a
22Amalia estaba al pendiente de Aurora hasta que estuvo bien y poder llevarla a casa.Un mes había pasado, y ya estaban nuevamente todas reunidas.—Gracias Amalia, gracias por estar siempre.—Eres mi hermana, y siempre estaré para ti.—Por favor, no quiero que Frank me encuentre.—Te ha buscado tanto, no se por que no te encontró antes. El tiene derecho a saber de que tendrá un bebé.—No Amalia, él, él no me ama, solo fue un momento de pasión nada más.—No lo creo, lo hubieras visto lo ansioso que estaba el día que desapareciste.—Solo fue momento de debilidad., Amalia.—Pues no estoy de acuerdo, pero ...—Yo respete tu decisión de irte cuando descubriste tu embarazo, yo jamás busque a Jean para decirle, ahora es tu turno Amalia. No me falles por favor.—¡Ey! Tranquila, no lo llamaré, será cuando tú decidas decirle. Te tengo una noticia, Rudolf te dará trabajo en una de sus casa de modas, será la administradora.—¿De verdad? Gracias, gracias Ami, lo necesito tanto ahora. ¿Cuándo empi
23Rudolf acompañó a Amalia a ir por los pequeños, en el trayecto, ella ideó todo tipo de argumentos para llevárselos y no poner en peligro a Enza, Alma y Aurora.—No pienses tanto Amalia. Si te portas bien, todo será mucha más fácil. Piensa que en la anciana y la hermanita y sus hijas.—Me llevaré a mis hijos, pero a ellas déjalas tranquilas por favor, Laura está s punto de tener a su bebé, no tienen donde ir.—Me interesas solo tú, y de ti depende de que ellas no sospechen nada, para que no les pase nada. —respondió cogiendo su barbilla, acto que le causó repulsión a Amalia que de un manazo quitó la mano de Rudolf de su rostro.—No vuelvas a tocarme nunca más en tu vida. —Rudolf se carcajeo sarcástica mente.Llegaron a la residencia donde Amalia compartía con Enza, Aurora y Alma, sintió estrujar su corazón solo de pensar en tener que alejarse de ellas nuevamente. Miró con nostalgia su casa donde creyó viviría tranquila por mucho tiempo. Miró con desprecio a Rudolf, limpio sus lágrima
24Amalia no durmió en toda la noche, caminó de un lado a otro mirando a sus hijos y pensando en cómo sacar a su familia de ese lugar.Fue a baño se duchó y mientras el agua corría por su cuerpo, sentía que debía tomar control de la situación. Salió de baño envuelta en una toalla, se miró al espejo y vio un semblante serio.—Desde que llegué a este país, todo el mundo te a engañado, utilizado y chantajeado. Pero ya no más, Amalia la soñadora, la dulce y tierna crédula ya no más, ahora serás diferente. —se dijo mirándose al espejo.Mientras en Amalia se despertaba una mujer diferente, y empoderada. Jean cada día veía a Selene más recuperada. Una semana había pasado desde que la rescató de ese manicomio.—Jean, gracias, gracias por sacarme de ese lugar. —agradeció Selene.—Ahora ya estás completamente recuperada, ahora tú y yo vamos hablar. —expresó Jean, con tono frío y despectivo .—Te diré todo lo que desees saber.—¿Es verdad que perdiste un bebé.?—No, nunca estuve embarazada. ¿Quié
25Mientras Jean intentaba infiltrarse entre los hombres de Charlie Nielsen para obtener información de Storibio. Amalia ideaba una estrategia para rescatar a su familia, negociar la liberación de sus hijos y su madre a la cual ya no volvió a ver después de que los dejó en aquel calabozo, pues no le permitieron el más paso a verlos.—Rudolf, estoy en tus manos, y es solo a mi a quien quieres, estamos casados. Ahora deja ir a mi madre y a mis hijos.—¿Crees que estás en posición de darme órdenes? ellos se quedarán donde están.—Sacarlos de ahí, déjalos en una habitación más reconfortante, Patrick está enfermo, por favor, haré lo que me pides, pero sacarlos de esas celdas.Pidió, fingiendo sumisión.—Luego de la ceremonia de posición y yo, sea declarado jefe de jefes y dueño de todo esto, tu madre será puesta en una habitación.Amalia sintió un frío recorrer su cuerpo, sabía que en el momento en que eso pasará, no los volvería a ver.Salió de la oficina de Rudolf y fue a su habitación,
26Mientras Amalia liberaba a su familia, Jean había logrado infiltrar a Selene con el hombre mas cercano al jefe.-Jean, hoy hay una fiesta y yo estaré presente, Charlie me pidió acompañarlo.-Perfecto, cuídate mucho Selena, sabes que no puedo luchar de frente, Storibio me conoce y no quiero poner en riesgo a mi familia.-Tranquilo Jean, yo voy ayudarte a recuperar a tu familia.Jean se sentía con una impotencia, no podía dar la cara y luchar, no sabía hasta que punto pondría en riesgo a su familia.La noche llegó Rudolf y los demás jefes estaban presentes, Charlie fue nombrado ser el nuevo jefe de seguridad de Rudolf.-Señor, todos los socios están en la sala de reuniones, ¿desea escuchar lo que dicen?-Y que pueden decir del máximo jefe, soy el yerno del jefe de jefes y es así como deben verme, pero la señora Amalia tiene que estar presente en esta reunión.-Ya mandé por ella. Señor, las chicas que pidió ya están aquí.-Perfecto, cuando te de la señal las haces pasar.Rudolf entró a