Al verse en los brazos de Manolo, y ver el auto en marcha con ellos dentro, Sarah quiso defenderse e intentó abrir la puerta para saltar del auto, pero fue detenida por él, al recordar la propuesta de matrimonio que le propuso manolo hace un año, de casarse con él para saldar sus deudas, estalló en llantos, llena de rabia y irá, aceptando su destino al lado de manolo, sabiendo que vivirá una vida llena de lujos pero como prisionera, y que se verá en los ojos de toda la ciudad como la joven amante de un anciano que se casó por dinero, teniendo ya su moral tirada en el piso, acepto su destino y a la vez jurándose a sí misma, que un día tomaría venganza y lo hará pagar.

Y así es como Sarah desapareció por un largo tiempo a partir de esa noche. ¡Y es que como dicen por ahí, el que a hierro mata, a hierro muere!

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Tres meses después, del otro lado de la ciudad, en el consultorio del doctor y director general de ginecología, un hombre vestido de negro, que sostenía las manos de su mujer