Fui directo a mi habitación, lave mis dientes, me acosté...

-Estas?

-Esta vez no.

Que esperaba que nos respondiera, no amigo vas a necesitar más que un estúpido juego de palabras, dice mi conciencia y últimamente esta acertando con todo.

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Entre vuelta y vuelta logré quedarme dormido, me levanté muy temprano, debía ir a la oficina, me di una ducha, me alisté, un traje azul rey para hoy, me gusta llevar traje inspira elegancia...

Salí de mi piso y Francisco esperaba abajo, con una sonrisa burlona.

-Descansaste- lo escucho decir y no estoy para juegos.

Lo ignoro para subir a la parte de atrás de uno de mis autos, él subió en el asiento del copiloto y el chofer subió igual, condujo hasta la revista, subí casi ignorando a todo el mundo y Francisco detrás de mi, tratando de buscar conversación.

Estoy realmente indignado. No estoy para bromas, ni chistes, ni nada por el estilo.

Antes de entrar a mi oficina Carmen se levanta, lleva un blusón ancho que desahoga su panza, se ve r