ErikMe acerco dudoso para ayudarla como buen padre que soy, a pesar de saber que ella no me ve como uno, soy amable porque es verdad, se ve muy mal, está demasiado borracha.— Ámbar ¿Estás bien? — levanta la vista y sus ojos brillan a la vez que una sonrisa se dibuja en su rostro.— Erik, a vos quería verte — se acerca tambaleante y casi vuelve a caerse pero la sostengo.— Ámbar deberías buscar tus cosas así te pido un taxi para que vayas a tu casa — niega mientras me mira expectante y con anhelo, lo cual me incomoda mucho.— No quiero, quiero que me lleves— niego y camino hacia la zona de los baños.— No puedo llevarte a tu casa Ámbar — veo el vestidor vacío y entro con ella, están muchos bolsos diferentes, alguno debe ser el suyo. — ¿Cuál es tu bolso? — ella niega y se suelta de mi brazo.— Erik, quiero que me lleves a tu casa a tu cama y me hagas sentir una mujer de verdad por una vez — me alejo un poco para escapar, porque esto no terminará bien
Atenea ¿Pero Erik se cree que soy idiota? ¿Se piensa que porque estoy enamorada perdí mi estúpida habilidad de saber Cuándo alguien miente o me oculta algo?Mi marido a veces es algo tonto, está semana estuvo súper rarísimo hasta me atrevería a decir que culpable, lo cual no me gusta demasiado, yo... no me imagino a Erik engañándome, él es demasiado fiel y está muy enamorado de mí, es más probable que yo sea infiel, lo cual no haría porque no lo necesito y ya estoy vieja, no voy a acostarme con alguien porque si, a este punto necesito algo de sentimentalismo para hacerlo, todo culpa de Erik, estar mucho con él me hace sensible.Ayer vine a la empresa y pueden creer que me evito casi toda la mañana y cuando lo encuentro parecía que le iba a dar un infarto.Hoy no se me escapa.— Hola — camino a la oficina de Erik y Ámbar su asistente y amiga de mi hija Lilian; me frena.— Erik no está, ¿Necesitas que le diga algo? — me mira con una sonrisa burlona la cua
Danniel — Lilian no interfieras — Llevo a Lilian a un lugar apartado tratando que no entre en la discusión de Atenea y Erik.— Pero... es mi culpa — se la ve afligida — La puta madre Ámbar, si sabía que era mi papá — la miro confundido.— Vos sabías— niega mientras mira hacia su amiga que está llorando.— No sabía que era mi papá, la puta madre, yo le dije que haga eso, me cago en todo — no entiendo nada de lo que dice y creo que ella lo nota. — Dan yo le dije a Ámbar que separé a mis papás sin saber que eran ellos — Ay Lil, ya me imagino lo que le abra dicho a su amiga.— Lil — asiente afligida.— Con razón no funcionaba y yo insistiendo, no puede ser — pongo mis manos en sus hombros para que se tranquilice.— Ya está Lilian, no sabías y no es tu culpa, tu amiga fue quien lo hizo — suspiro y veo a Erik acercarse.Me separo de ella rápido e incómodo, ella me mira frunciendo el ceño y mira a su papá que viene apurado hacia nosotros.— Dan yo.
Danniel— Llegas tarde — me reclama mientras camino a su lado para abordar — Tenes problemas con la puntualidad Dan — la detallo y trae unos jeans junto a una sudadera abrigada color beige.Cualquiera diría un look muy relajado, pero ella se ve súper linda, su pelo ondulado se le ve tan bonito.— Al menos deberías decir, lo siento soy un impuntual — no deja de caminar, pero estamos bien de horario, ella es algo exagerada o quizás tengo un grave problema con la puntualidad.— Buenos días llegan justo a tiempo — dicen las azafatas que nos revisan los pasaportes para subir al avión y Lil me dirige una mirada acusadora.Abordamos junto a tiempo, al parecer si fui algo impuntual, nos sentamos en nuestros asientos y Lilian solo respira aliviada.— Odio con mi ser que seas impuntual Danniel — me mira esperando alguna reacción de mi parte.— Hola Lil, estabas tan quejosa que no te salude — sonrío para relajarla pero frunce el ceño.— Estaba estresada esp
DannielUna hora y media de alemanes hablando un español inentendible, Lilian tenía razón, la veo sentada entre todos los jóvenes de su edad, al principio anotaba y preguntaba, pero ahora solo bosteza aburrida, es que se volvió aburrida la presentación. Suena mi teléfono.Lilian: Prometiste usarlo, me mentiste así que tendré que pedirle a otro que me de lo que quiero. ¿Me está amenazando? No voy a usar un maldito mando de un consolador que ella lleva puesto, está completamente loca.La observo hablarle al chico que tiene a su lado al oído, ¿Acaso me está probando? Me mira y se encoje de hombros mostrándome que lo hace a propósito.Saco el mando de mi bolsillo y lo miro dudoso.¿Qué estoy pensando? No voy a hacer esto. Ella me encanta, me vuelve loco, me gusta jugar y todo eso pero, no voy a hacer esto en el trabajo, es demasiado.Lo guardo en mi bolsillo trasero y sigo mirando la presentación.— No puedo creer que aún nadie se durmió — miro a mi
Danniel La observo totalmente enredada en las sabanas, no se distingue dónde empieza la sabana y donde su cuerpo, está totalmente envuelta en ella sin nada de prolijidad. Necesito de una vez decidirme por mi vida, no puede ser que con 45 años sea tan imbécil de no poder tomar las riendas de mi vida y decidir qué hacer. Ella quizás lo vale, podría no ser tan loco dejar mi vida entera por ella. ¿Y sus palabras? No hablamos, tuvimos sexo hasta cansarnos y ella se durmió. Se mueve en la cama haciendo sonidos muy sexys, hasta dormida es sexy Lilian. Me inclina hacia ella y la beso, ¿Por qué? La vi y quería hacerlo. — Que cómoda esta cama — estira sus brazos hacia arriba — Y que genial despertar con un hombre tan sexy besándome — abre sus ojos perezosamente. Y la contemplo mientras una idea surge en mi mente. — Lil olvidemos el trabajo — me mira sin entender — No necesitamos nada de esto, vayamos a recorrer España, puedo llevarte a conocer much
DannielAbro los ojos y la mejor vista me espera, está apoyada en la ventana tomando un vaso de jugo mientras cierra los ojos por el sol que le da de lleno. Tiene unos short celestes con dibujos de donas y café, sé que debería pensar en estos momentos en gran bache generacional que hay entre nosotros dos, pero no, me parece que se ve tan hermosa, solo tiene una brasier blanco que acompaña su pijama. Se la ve relajada y sin ninguna preocupación, yo quiero sentirme así, quiero contagiarme de su energía, de su paz, de su libertad.Me levanto y está tan tranquila que no nota que yo me acerco a ella, me pongo frente suyo tapando el sol y abre los ojos con una sonrisa.— Buenos días Dan — toma un poco de jugo y me extiende el vaso, lo agarro con una mano y con la otra tomo su mentón para levantar su rostro.— Buenos días Lil — le doy un beso corto pero lo suficiente largo para sentir la suavidad de sus labios. — ¿Lista para hoy? — Pregunto alejándome un poco para busc
Danniel — Es tan celeste que parece de mentira — me estira para que apresure el paso.— No abra animales marinos extraños ¿Verdad? — me mira curiosa y sonrío al ver esta faceta inocente de Lil.— No Lil, no hay animales peligroso, quizás aparezca una medusa — me mira frunciendo el ceño — No te preocupes solo te paralizan unos minutos — me mira asustada — Lil es chiste, eso no es tan común, no va a pasarte nada — suspira aliviada.— Soy pésima nadando así que no me dejes sola — nunca Lil.Me estira de nuevo, nuestras manos no se sueltan en ningún momento y me siento como si volviera veinte años atrás corriendo con ella para llegar rápido al agua.Llegamos a la orilla y me freno haciendo que ella también lo haga, la estiro para que quede frente a mí.— ¿Qué pasa? — pregunta dudosa, paso mi mano por su cintura pegándole a mí.— Que sexy estás, el agua es muy fría Lil hay que entrar de a poco — arquea una ceja — Por eso no quería que te metieras sin