—Damián dijo esto. Se casó contigo porque sintió pena por ti. El divorcio también… Dijo que dudaba porque sentía pena por ti.

Avery bajó la cabeza.

Mis puños fuertemente cerrados temblaban.

Sentí que las lágrimas caerían en cualquier momento.

—Sabes es más bondadoso de lo que pensabas, ¿verdad?— Avery se sintió enferma.

Me zumbaban los oídos y no podía oír lo que decía.

— Él está sufriendo por tu culpa. Así que termina eso primero.

Un sudor frío corrió por mi cabeza y de repente sentí que podría vomitar. Mis ojos se cerraron naturalmente con fuerza debido al intenso dolor de cabeza. Justo cuando la visión de Avery estaba a punto de nublarse, Marian se acercó y acercó la parte superior de su cuerpo a ella.

Se acercó, se encontró con sus ojos negros y habló con voz segura.

—Si se casa conmigo, Damián tendrá más de lo que tienes ahora y ascenderá a una posición más alta. Puedo darle todo lo que tú nunca podrás darle.

Su voz clara sonó.

—No estorbes más.

* * *

Una tarde en la que nubes o