Capitulo 31

Leonardo lombardi

Desperté y la ahí con sus hermosos ojos cerrados, deseaba quedarme en la cama, la última vez que tuve esa sensación debí hacerle caso, debí quedarme con Alaia en la cama y no dejar que fuera a trabajar, para mi buena suerte en este momento ella debe quedarse en casa así que no hay excusas para mí.

Me levanté de la cama con mucho cuidado sin hacer ruido no quería despertarlo quería que descansara todo lo que su cuerpo necesita descansar.

Me entró al cuarto de baño me dio una ducha bastante rápida diseño rutina de cada día y luego salí ella aún seguía completamente dormida, entré me coloqué mi traje, esta vez opté por uno color gris una vez listo y presentable para ir a la oficina salí con cuidado me acerqué a ella besé levemente su nariz y su frente y luego salí de la habitación dejándola dormida y muy cómoda en nuestra cama.

Me sentía tranquilo sabiendo que la dejaba en la completa seguridad de nuestro hogar.

Caminé hacia la cocina ella estaba María preparado el
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