Alaia Lombardi Me sentía nerviosa, María me había ayudado a organizar todo, tenía que admitir que todo se veía muy hermoso, el comedor estaba completamente ordenado cada cubierto estaba en su lugar los platos las copas absolutamente todo estaba la perfección. Leonardo estaba duchándose y yo sentía que en cualquier momento iba a morir de los nervios. Mi padre adoptivo al fin conocería a mi ahora esposo y me daba algo de nervios pensar que no pudieran caerse bien o no lograran llevarse bien para mí era realmente importante que esto saliera lo mejor posible que saliera perfecto. "Estamos abajo-Samantha" Sentí que moría cuando llegó ese mensaje Miré a María — mi familia está aquí podrías por favor avisarle a Leonardo que baje para que me acompañes a recibirlos?— le pregunté ella asintió y luego se retiró. Dame un minuto —Alaia" Apenas envié el mensaje me dirigí hacia la sala para poder tomar el ascensor pero para mi sorpresa este abrió sus puertas ahí estaba Santiago y Samantha
Alaia Lombardi — Hoy te quieres ir en tu auto?— Preguntó Leonardo mientras agarraba sus cosas, asentí.Lo esperé en el ascensor una vez que él se subió este nos llevó hasta el estacionamiento había unos enormes rosas encima de mi auto así que corrí hacia ellas y las tomé emocionado pero Leonardo estaba sumamente serio. — Por qué estás tan serio?— le pregunté mientras las tomabas pero él se acercó a mí y me quitó el ramo de rosas de las manos — Ignacio!!— Grito haciendo que me sobresaltara se veía tan furioso. Ignacio no tardó mucho en aparecer Leonardo le dio el ramo de flores— ¿Qué m***** significa?! ¿Quién le mandó flores a mi esposa?! ¿Por que diablos permitiste que llegara hasta aquí?! — preguntó furioso.Si Leonardo no me había mandado estas rosas entonces ¿quién lo había hecho? ¿Quién más aparte de mi padre y de Samantha sabía que yo vivía aquí?! Según yo nadie más. Leonardo tomó la tarjeta que estaba en las flores y su cara se descompuso en su totalidad ahora estaba más mo
Leonardo Lombardi Vi como Alaia se iba molesta y tenía razón para estarlo.Me acerqué a una pared y comencé a golpearla furioso había sido un maldito imbécil.¿Cómo se me había ocurrido decirle eso? Los celos me habían cegado de sobremanera no había analizado la situación y ahora tenía todo este desastre encima. Enrique había jugado bien sus cartas había jugado desestabilizarme y lo había conseguido había cumplido su objetivo porque yo lo había dejado pero esto no iba a volver a suceder. — Señor detengase — Ignacio me empujó para que dejara de golpear la pared— el que usted haga eso no lo va a ayudar en nada, necesita hablar con la señora Alaia, estoy seguro que si usted le explica ella lo va a entender— Necesito hacer algo más que explicarle dejé salir el monstruo en mi interior al menos una pequeña parte de él. Me asustaba el hecho de que Alaia no quisiera estar conmigo luego de haber aquella reacción tan horrible de mi parte. Me sentía como un estúpido — llama a una floriste
Alaia Lombardi El día había sido pesado y estresante, sinceramente solo quería llegar a casa y dormir. Salí de mi despacho eran 6, 7 de la noche, había intentado llamar a Leonardo pero me había mandado a buzón intentaría llamarlo de camino a casa no sabía si María había preparado la cena o lo mejor era que yo llevase algo. — Camila por favor vete a tu casa ya es muy tarde— le hice saber a mi secretaria cuando la vi.— mañana puedes llegar un poco más tarde y prometo que te pagaré el doble por quedarte hoy de verdad que me ayudaste demasiado aligerándome la carga—le dije Me gustaba ser agradecida con las personas que estaban para mí sé que la estaba pagando y que este era su trabajo pero su horario era hasta las 4:30 iban a ser las 7 de la noche y ella seguía aquí. Camila era una muy buena empleada y estaba muy capacitada de hecho estaba pensando en subirla dejar de que fuese mi secretaria para ser mi asistente personal que ganara un poco más y que tuviese mucha más responsabili
Leonardo Lombardi Había sido un día pesado, solo quería llegar a casa y encontrarme a Alaia en el sofá o esperándome para cenar.Después del día de hoy lo único que quería era estar con mi esposa, quizás luego de cenar a la cama y pasar parte de la noche junto a ella sin pensar en nada más que no fuese sus labios y poseer su cuerpo. Bajé de la camioneta.Todo se había salido de control, me da tranquilidad saber que había ido yo mismo a solucionar esto los hombres que vienen enviado eran demasiado novatos estaba seguro que era su primera vez que apenas se dieron amenazados comenzaron a disparar. — Saca la camioneta de aqui— Le dije a Ignacio — que Alaia jamás la vea El asintió.— Señor su teléfono ha estado sonando— Necesitaba un maldito baño antes de ver a mi esposa— ha estado soñando todo este tiempo.— Si no es importante no quiero saber ni siquiera quién es— Le dije — Es su esposa señor, ha estado llamando durante horas— me dijo. Eso solo quería decir que no estaba en casa, qu
Leonardo Lombardi Me dejé caer al suelo llorando al escucharlo decir eso Eso no podía ser posible — ¿Pero como sucedió?! — Oí el grito de Santiago — Hicimos todo lo que pudimos pero estaba muy herido, sus órganos comenzaron a fallar— Oí al doctor explicar. No, no tiene sentido lo que dicen, el golpe había sido en la cabeza y el coche se había cerrado en su pierna, su cuerpo estaba bien ¿Cómo es posible que sus órganos fallaran? Algo no está bien!! Quería creer que era un presentimiento de que ella estaba bien y que solo me estaban mintiendo que no había una posibilidad de que ella estaba muerta. Corrí hacia donde había visto que se la llevaban, comencé a escuchar cómo gritaban mi nombre, incluso logra esquivar a los de seguridad y a los policías corriendo hasta el quirófano, entré al primero y vi a unos doctores operando a alguien parecía ser un hombre, cerré rápidamente la puerta y corrió al siguiente y ahí estaba ella Su cuerpo estaba completamente tapado, tenía unas
Alaia Lombardi Míre a mi alrededor no sabía dónde rayos estaba, pero una parte de mí parecía reconocer el lugar pero no podría decir con exactitud en dónde estaba en este momento. ¿Cómo es que había llegado hasta aquí?Intenté recordar lo último que me ha sucedido pero no lo lograba es como si mi mente estuviese en blanco.— Holaa— hablé para mi voz se escuchaba en eco.¿Estaba sola?Vi una pequeña cristal correr de un lado a otro entre risas mientras tomaba mi mano.Ambas lo hacíamos.Yo parecía tener no más de siete y cristal supongo que tenía que tener como 5 años más o menos ambas reíamos felices y inocentes solo queriéndonos una a la otra por el simple hecho de ser hermanas y de estar juntos todo el tiempo.Cristal fue la primera en caer y luego caí yo, ella golpeó sus rodilla así que comenzó a llorar escandalosamente intenté tranquilizarla sin embargo mi madre no tardó en llegar. — ¿Que fue lo que sucedió?!— Grito mientras se acercaba a Cristal y la consolaba — Me cai — Susu
Leonardo Lombardi Desperté y mire a mi lado, Alaia estaba acostada en mi pecho completamente dormida. Se veía tan hermosa, el saber que podía despertar cuando ella quisiera. La puerta se abrió e hice seña que no hiciera tanto ruido apenas ví a Santiago, no sabía que hora era pero para que el entrara seguro no era muy temprano. Samanta se había ido con él en la madrugada luego de que Alaia se quedó dormida, Santiago no había tenido oportunidad de verla o hablar con ella desde que desperto Me levanté con mucho cuidado dejándola acostada en la cama. Ambos salimos de la habitación — Como amaneció?— Preguntó — No ha despedido desde la madrugada — Le hice saber — Ve a tu casa Leonardo, toma una ducha — Negué. No me iba a ir de aquí le iba a dejar sola, me rehusaba a dejarla sola tenía que estar con ella tenía que estar a su lado tenía que asegurarme que nadie fuese hacerle daño que cristal no se acercara a ella. — no quiero irme y dejarla— Le dije — te prometo que mientras