Capítulo 62; confesiones I~Mauro~—Hola —le digo a Melania desde la puerta de su oficina.Tenía días sin venir a trabajar, su excusa era que estaba ocupada, quise ir a verla varias veces y se negaba, sentí varias veces que no quería que la fuera a ver. Insistí varias veces para que me dejara ir a verla y todas sus respuestas eran negativas, ni siquiera las llamadas me respondía. Ha estado demasiado rara.—Estoy ocupada, puedes venir más tarde —me dice sin apartar la mirada de su laptop—. Necesito estar sola. Vete y regresas.No le hago caso, entro a la oficina y la tomo de la cara para darle un beso, pero aparta la cara.—¿Qué está pasando? —inquiero.—Nada.—¿Nada? Melania, llevas días ignorándome, te busco y solo me das excusas.—¿No has pensado que quizás no quiero que estés encima todo el tiempo? —deja lo que está haciendo para mirarme—. Me asfixia que quieras estar encima, no me dejas respirar.—Pudiste decirlo antes, no tenías que ser tan cruel.—¿Cruel yo? Cruel tú que eres u
Capítulo 63; confesiones II~Mauro~Resoplo, mirando a Airam. Siempre va a ser tan egoísta y llena de maldad.Recuerdo cada momento en que estuvimos juntos y la mayoría fueron discusiones y en todas siempre era yo el que tenía la culpa y debía pedirle disculpas. Fui tan tonto.—Mauro, regresé por ti, tenemos cosas pendientes, no dejaré que me hagas a un lado.—Quiero que te vayas ahora mismo y no regreses. Te esperé mucho tiempo y nunca regresaste, me acostumbré a estar sin ti y a vivir con el corazón roto, porque tú me fallaste.—Te volviste un egoísta, solo me juzgas y no caes en cuenta de que tú familia fue quien nos alejó más. Nunca soportaron que yo no tuviera dinero. —Tenias todo para salir de la pobreza y decidiste jodernos la vida. Airam, yo no quiero que vuelvas a buscarme, hice una vida y tú no haces parte de ella.—¿Y nuestro hijo?—¿Cómo sé que es mío y no de cualquiera con que te hayas acostado? Incluso puede ser de mi hermano.Siento mi mejilla arder al sentir la cache
Capítulo 64; Atentado ~Melania~No era la manera de hablarle a Mauro, pero no puedo seguir alimentando lo que siento sabiendo que mi hermana puede darse cuenta de mis sentimientos, no quiero que se sienta traicionado por mí. Podía sentir mi corazón quebrarse en pedazos con cada palabra que le decía. Sus ojos me hacían saber que le estaba doliendo todo lo que le decía.Airam me dijo que mis padres están vivos, quise saber por qué no han regresado por mí y ella solo se quedó callada, quiero verlos, tengo tantas preguntas por hacerles que quiero verlos ya. Necesito saber todo lo que nunca me contaron.Algo me dice que hay muchas cosas que yo no sé.Me seco las lágrimas con rapidez en cuanto tocan la puerta de mi oficina. Es Aisel, hace días no la veía, estaba muy dolida por lo que pasó con Mauro.Se acerca y me da un abrazo. —De manera que si yo no te busco tú a mí tampoco. ¡Dios, Melania! Qué mala amiga eres. —Lo siento, he sido terrible contigo, pero la empresa me consume. Se sien
Capítulo 65; Entre sospechas ~Melania~Todo ha sido un caos, la familia Urquijo esta vez no se tomó nada bien lo del atentado, y cómo hacerlo, no es la primera vez que intentan quitarle la vida. Mauro ha estado demasiado alterado, ya lleva dos días en el hospital y no ha querido ir a casa, no lo he apoyado como quiero, no puedo hacerlo porque está Aisel y no quiero que sospeche nada.La señora Urquijo se ha calmado más, he estado pendiente de ella para que no haga locuras. No tuve necesidad de llamar a la prensa, cuando reaccionamos ya estaban afuera queriendo saber qué había pasado, y por lo poco que sé es que se han creado rumores de que lo han querido matar porque la empresa está envuelta en lavado de activos.Yo no he tenido que hacer nada.—¿Podrías por favor traerme una botella con agua? Me siento mareada.Asiento a lo que me dice la señora Urquijo. Voy de camino a la máquina y veo donde está escondida Airam, intenta ocultarse de mí, pero es tarde. La he visto.—¿Qué haces aqu
Capítulo 66; Reacción dudosa ~Melania~A veces siento que quiero agarrar del cuello a Mauro y darle contra la pared, pero no puedo.Le repetí de todas las maneras posibles que no se le quedaran los papeles para la campaña que estoy creando, y no solo los deja, sino que encima de eso no va a la empresa. ¿Por qué? No tengo idea. Por eso vine a su departamento.—¿Por qué demonios no fuiste a la empresa? —le digo, entrando en su habitación. Me voltea a ver y noto su nariz roja y sus ojos colorados—. No te ves bien, estás pálido.—No me he sentido bien desde esta mañana, por eso no fui a la empresa. He estado vomitando.—Dios, Mauro. Supongo que por lo menos ya desayunaste.—De hecho, no.—Te haré algo rico, es muy tarde, no puedes estar sin comer.—Es raro verte aquí y hablando como si nada después de todo lo que me dijiste.—Haz silencio, Mauro.Agarro una de sus camisas y me la pongo, no quiero ensuciar mi ropa.—Se te ve bien mi camisa.Lo escucho decir.—¿Cuándo vamos a estar juntos,
Capítulo 67; Invitación ~Melania~—¿Estás dudando de mí, Aisel? Inquiero, mirándola de manera directa. Quiero que ella misma tenga dudas de lo que está diciendo, no necesito que sospeche que me estoy acostando con el hombre que ella se iba a casar.—Lo siento, es que llego y te veo saliendo de su habitación, y encima de eso con una de sus camisas, Mauro no le gusta que usen su ropa.—Está enfermo, por eso estoy aquí, además, vine por cosas de trabajo, ya te lo dije. No puedes desconfiar de mí. Es hora de hacernos la víctima.—Me duele que desconfíes de mí que soy tu amiga, he estado para ti desde que nos conocemos, jamás me metería con el hombre que te ibas a casar. —¡Dios, lo siento tanto! —se me tira encima para abrazarme—. Estoy loca ya, por supuesto que tú no me harías algo así.—No, porque yo sí te considero mi amiga.Está por hablar y aparece Mauro, se pone a mi lado y nos mira a ambas.—¿Qué pasa? Puedo escuchar sus voces y no me dejan dormir.Aisel me mira, puedo sentir qu
Capítulo 68; La fogata~Melania~Aceptar la invitación no fue mala idea. Están todos los chicos, y aunque Abdiel es un fastidio no dejaré que dañe este momento.Está haciendo brisa, y por alguna razón el fuego de la fogata no se ha apagado, estamos todos sentados a su alrededor, hemos hablado de todo un poco. Hace bastante tiempo no me sentía bien con un grupo de personas, no son mis amigos, pero él último año he convivido bastante tiempo con ellos.—Llevas diez.Volteo a ver a Franco que está a mi lado.—¿Diez qué?—Cervezas. Mañana no podrás levantarte. —Hoy tomaré hasta que pierda la memoria. Quiero divertirme y olvidar todo.No alcanza a hablar, lo interrumpe Roger.—Una fogata no es fogata si no jugamos a esto —me quedo viendo las pulseras de color verde y amarillo que trae en la mano—. La diversión nos persigue. —Una prenda menos —me quedan viendo cuando digo el nombre del juego—. Interesante juego.—Entonces, sabes que si te sale la pulsera verde te debes quitar una prenda —
Capítulo 69; Broma pesada ~Melania~Abro mis ojos y los restriego con mis manos, todavía estoy medio dormida. Veo un vaso con agua en la mesita de noche que está junto a la cama y me lo tomo, tengo la garganta seca por todo el alcohol que tomé ayer. Por lo menos tengo mi ropa interior puesta y no estoy desnuda, no recuerdo muy bien todo lo que pasó ayer después de jugar por horas con los chicos, solo sé que nos vinimos para la casa de Mariela.Alguien se mueve a mi lado, sonrío mirando su espalda y lo rodeo con mis brazos, estoy por darle un beso y cuando me mira quedo atónita, el que está conmigo no es Mauro, es Franco.Me salgo de la cama apenas lo veo, Franco me sigue mirando y esta vez tiene una sonrisa detallando mi cuerpo que está cubierto por la sábana que agarré. Cómo carajos llegué hasta este punto, no recuerdo nada de lo que pasó.—Buenos días, bonita —se me acerca y me hago a un lado—. ¿Por qué te alejas? La pasamos tan bien, creí que al despertar estarías feliz —se acom