¡Estúpida tú!Capítulo 12.Katia y Mateo se pasaron con la broma que nos hicieron, fingieron tan bien que caímos redonditos. Estamos sentados en una banca en un pequeño parque. —¿Piensan reírse toda la noche? —Álex rueda los ojos.—Son tan tontos —comento mientras me cruzo de brazos.—Es que… —Katia hace una pausa para seguirse riendo— , debieron ver sus caras, no puedo con eso.—Hicimos la mejor actuación de nuestras vidas —Continua Mateo— , nos ganamos un Oscar.—Un golpe es lo que te vas a ganar si te sigues riendo —refuta Álex.—Ustedes dos son igualitos —alega Katia—, igual de gruñones, por eso se llevan tan bien.—Y ustedes dos son igual de insoportables —Agrego.Soltamos una carcajada.—¿La broma estuvo bien buena o lo van a negar? —Habla Mateo.—¿Te querías morir cabrón? —responde Álex.—Oye sí, eres un cavernícola, me querías dejar viuda —Comenta Katia.—Me querías manchar la ropa de sangre, imagínate yo todo destripado ahí, me dañas el atuendo.Soltamos una carcajada.—O s
¡Estúpida tú!Capítulo 13.El príncipe Gruñón y la princesa Mocosa fueron obligados a convivir juntos en el mismo reino, él la aborrecía al igual que ella a él, no se podían ver ni en pintura, es que dos personas con un agujero tan grande en el alma eran incapaces de sentir empatía por alguien más.—¿Papá, qué más pasó? —indaga mi pequeño muy interesado.Álex continúa. Yo cierro los ojos, lo escucho muy atenta.Él observaba desde lejos a la princesa Mocosa, por alguna razón había algo en ella que llamaba su atención. Sus ojos, eran tan hermosos, los más hermosos que él había visto en toda su vida. No solo eran sus ojos, era todo eso que podía ver en ellos, algo que nunca antes había visto.—¿Papi, cómo eran sus ojos? —inquiere mini Álex.Álex suelta una risita y le acaricia el pelo.Mini Álex lo interrumpe.—¿Cómo los ojos de mamá, verdad? —pregunta.—Sí cariño, la princesa tenía el mismo color de ojos que tiene mami.Le responde con ternura y prosigue.El azul inmenso y profundo del
¡ESTÚPIDA TÚ!Capítulo 14.Narra Álex.Después de colgar la llamada empiezo a empacar mis cosas de mala manera. Mateo entra a la oficina y me mira con curiosidad.—¿Ahora qué bicho te picó?Lo fulmino con la mirada, él levanta las manos y retrocede.»Ok, por lo que veo estás de mal humor, tienes el periodo, mejor me voy.Empieza a retroceder con una estúpida sonrisa en el rostro. Termino de recoger mis cosas, me pongo mi abrigo y paso por su lado.—Si supieras la razón de mi enojo no estarías sonriendo como un estúpido —alego.Eleva una ceja y me mira confundido, recoge su maletín y me sigue.»Yo me entiendo solo.Apresuro el paso, Chloe se despide con una sonrisa cuando me ve pasar, yo solo muevo la cabeza y continúo caminando. Toco los botones del elevador al tiempo como si con eso se fuera a abrir más rápido. Escucho a Mateo despedirse de Chloe.—Hasta mañana, el señor gruñón está de mal humor, ya lo conoces.Suelta una risita, se posiciona a mi lado, cuando el elevador se abre en
¡Estúpida tú!Capítulo 15.No puedo parar de reírme cuando Álex me cuenta lo que pasó con el chef. Ahora entiendo la expresión de su rostro. Álex marcando su territorio, amo a ese hombre. La noche termina de maravilla, lo que empezamos en mi oficina lo terminamos en nuestra habitación, me encanta que me castigue de la manera en la que lo hace.…Llego muy temprano al restaurante, debo terminar la reseña que tengo pendiente. Tengo que dejar cualquier detalle organizado para poderme ausentar, ya que tengo encima el cumpleaños de mini Álex y todo lo referente a su fiesta.Estoy hablando con Thomas, quién se disculpa nuevamente por lo sucedido el día anterior. Ya no me dice Paola, ahora soy la señora. Le recuerdo una de las recomendaciones más importantes y estrictas de este lugar y es referente a la constructora FC. Son nuestros clientes más fieles siempre que hay un evento nosotros nos encargamos de la comida, incluso la comida de los ejecutivos cuando lo solicitan.Sophia ya le expl
¡Estúpida tú!Capítulo 16.Baja y sube lentamente su mano por mi espalda, pega su frente a la mía.—¿Por qué no me llamaste? —pregunta con el ceño fruncido. Retrocedo, me paso las manos por la cabeza bajándolas hasta mi cuello.—Solo fue una pesadilla —susurro.Doy la vuelta y empiezo a caminar hasta llegar a la terraza, Álex me sigue.—¿Una pesadilla? —Se posiciona a mi lado— . ¿ Y lo del centro comercial? El niño ya me contó.Lo miro unos segundos y luego vuelvo la mirada al vacío. —Que comunicativo me salió ese niño.Trato de sonreír, pero Álex sigue molesto esperando una maldita respuesta. Apoyo las manos en el barandal y agacho la cabeza, respiro profundo varias veces, luego suelto todo el aire que contenía acompañado de un par de lágrimas, frunzo los labios y suelto.—Tengo miedo, por alguna extraña razón tengo esa maldita sensación.Álex me toma de las manos y me mira.—¿Qué fue lo que soñaste?Mis labios empiezan a temblar, Álex me rodea con sus brazos acercándome a su
¡Estúpida tú!Capítulo 17. Los días transcurren con total normalidad. Preparo todo para la fiesta de mi hijo, sé que será inolvidable y lo mejor él la disfrutará.Sábado.Mamá y papá llegan temprano para ayudarme con los últimos detalles, Álex se lleva al niño a dar una vuelta. El jardín está perfectamente decorado con globos en forma de balón y globos azules en forma de estrella.En el centro hay una mesa llena de dulces, decorada con temática de fútbol de su equipo favorito Juventus, su pastel es blanco con rayas negras, encima tiene una camiseta con el número 7 y el nombre Ronaldo, cinco figuras doradas en forma de estrella y por supuesto un balón. El número cinco es grande en color azul.Su ropa es un uniforme de la Juventus, al igual que la nuestra, bueno solo las camisetas. Todo se ve hermoso. Al lado de la mesa principal hay otra mesa donde se dejan los regalos.Ya han llegado la mayoría de invitados, Katia y Mateo llegan muy puntuales y eso sí que es extraño. Matt está g
¡Estúpida tú!Capítulo 18.Empacamos nuestras cosas y salimos camino a nuestro lugar secreto. Siempre que desaparecemos dejamos un número de teléfono exclusivo para una emergencia, porque nuestros celulares permanecen apagados. Ese número se lo dejamos a nuestros amigos, ellos saben que nos desconectamos de todo, pueden llamar solo de ser necesario.Siempre han tenido la curiosidad de saber a dónde vamos, siempre les decimos lo mismo, a desconectarnos de todo. Incluso ellos lo hacen a veces, imaginamos que también tienen su lugar secreto.Nos dirigimos a Long Island, Nueva York, un pequeño pueblo. Luego de una hora y diez minutos hemos llegado, la casa traduce el pasado agrícola del lugar a un lenguaje arquitectónico único.Una moderna casa de campo a las afueras de Nueva York, creada hace dos años por el mejor arquitecto, Álex Fernández. Queríamos tener un lugar para los tres, un lugar tranquilo alejado de todo, vaya que este lugar es maravilloso.Y ni hablar de las cosas maravillos
¡Estúpida tú!Capítulo 19.Narra Álex.Hoy elijo un traje negro, sin corbata, peino mi cabello, un poco de loción y listo. Termino de organizarme para asistir a la dichosa fiesta. Mi hermosa esposa hoy luce espectacular, ese vestido le queda perfecto, un adorno que resalta mucho más su hermoso cuerpo y su belleza. Hago que gire sobre su propio eje, puedo decir que acabo de tener un orgasmo visual. Le queda perfecto ese vestido, hoy ella será la sensación de la fiesta, hoy por fin le voy a cerrar la boca a ese imbécil, por fin le presentaré a la señora Fernández y le voy a dejar muy claro que lo mío es mío y no se mira.Le doy un beso en la frente, no quiero arruinar su maquillaje.—Nena, te ves jodidamente hermosa, bueno mucho más de lo que eres.Ella me regala una sonrisa, me pierdo en sus ojos bipolares que hoy brillan mucho más.—Usted también está muy guapo, señor Fernández.—Acabo de tener un orgasmo visual —muerdo mi labio inferior—, ya te vi el vestido puesto, ahora muero por