La mujer que amasVictoria cerró los ojos, luchando para que las lágrimas no se derramaran por sus mejillas. Tratando de evitar que el dolor rompiera su corazón, pero era tarde. Aquella imagen la atravesó como si fueran miles de cuchillas abriéndose paso por su piel, llegando a su corazón e hiriéndola tan profundamente.—Él no es tuyo —susurró tan bajito, para que nadie pudiera escucharla.Victoria se giró sobre sus pies y caminó hasta el final del pasillo por el lado contrario, fue hasta la caja y pagó el marco.—Por favor, entrégueselo al señor que venía conmigo —pidió a la cajera.La mujer la miró sorprendida, pues cuando entraron a la tienda parecían una pareja y muy felices, ahora, la rubia se marchaba con lágrimas en sus ojos y, una voz rota y triste.La cajera asintió, de todas maneras, no era su asunto, ella cumpliría con lo pedido, era parte de su trabajo.Entre tanto, Archer apartó la mano del dorso de Marie.—Lo siento —se disculpó, su intención había sido tomar el pequeño
El Beso traidor«¡Derrick! ¡Derrick!»«¡Derrick! ¡Derrick!»Zoe pensó que quizá había escuchado mal o tal vez no fuera el mismo Derrick que ella conocía. ¿Cuántos hombres con ese mismo nombre existían en la ciudad o en el mundo? Uno, dos, tres, quizás diez. Tal vez miles…—¡Ayuda! ¡Derrick, hijo mío! —el gritó de nuevo fue desgarrador y a Zoe ya no le importó si era el Derrick que conocía u otro hombre, esa mujer estaba sufriendo y necesitaba ayuda.Zoe corrió de regreso al interior de la casa de Rachel y buscó algo con qué forzar la puerta, ella no era cerrajera y no tenía experiencia en abrir casas, pero siempre había una primera vez para todo y esta sería la primera vez para ella.—¿Qué haces? —preguntó Rachel al verla entrar como un huracán a la casa e ir directamente a la diminuta cocina desde donde Rachel podía verla y hablarle sin ningún tipo de barrera entre ella.—Voy a sacarla de allí —aseguró.Rachel abrió los ojos al escucharla.—No puedes hacer eso —le dijo inten
Llamada inesperadaUn nuevo escalofrío recorrió el cuerpo de Zoe, mientras pensaba que quizás había sido un error entrar, quizás había sido muy tarde para ayudarla.—¿Está muerta? —preguntó Coral acercándose.—Aléjate, cariño —pidió Zoe, no quería que la niña viera aquella terrible situación.La joven buscó con la mirada algún indicio de sangre, pero no había nada, por lo menos, no cerca del cuerpo de la mujer.Zoe dio un par de pasos más, se agachó para apartar los cabellos de la mujer con cuidado, necesitaba saber si estaba respirando, pero la que estuvo a punto de dejar de hacerlo fue Zoe. ¡Esa mujer sí era la madre de Derrick, Grace Rider!—Zoe, ¿está muerta? —preguntó de nuevo Coral, arrancando a la joven de su shock inicial.Zoe colocó un dedo bajo la nariz de la mujer, su respiración era lenta, pero respiraba.—Esta dormida —susurró ella.—Me había dado un susto —dijo Coral en tono melodramático.—Yo también me he dado un susto tremendo, ¿traes los pasadores? —pregunt
Deseos de venganzaDerrick caminó y cerró el espacio que lo separaba de su madre e inevitablemente cayó de rodillas junto al sillón donde estaba tendida, ella parecía muerta… Derrick jamás había sentido tanta ira y dolor al mismo tiempo, había soportado todo en la vida, incluso renunciar a Valeria por salvar a su madre, pero parecía ser que no había sido suficiente.—Mamá —susurró de nuevo, tomando su mano. Un gran alivio recorrió su pecho al descubrir que tenía pulso, pero no apagó la rabia que lo consumía por dentro y el deseo de venganza que nació en lo más profundo de su corazón.—Derrick —llamó Archer al verlo aferrado a la mano de su madre, mientras sus hombros subían y bajaban. Él estaba llorando.—Está viva —dijo en un bajo y doloroso tono, estaba viva, pero ¿por cuánto tiempo? Aquella pregunta era a la que él no deseaba darle una respuesta. No cuando miraba que, el estado de Grace era lamentable.—Tenemos que llevarla a un hospital, Derrick —dijo Archer agachándose para llega
SecretosSamanta se acomodó las gafas sobre sus ojos y caminó hasta el auto de Valeria para dirigirse a casa, no sin antes, hacer una nueva llamada y agradecer el favor concedido.—Acabo de verlo —dijo con seriedad.—Te demoraste veinticinco años en pedírmelo.La voz al otro lado de la línea parecía gratamente complacida y Samanta sabía la razón.—Te llamaré luego y gracias —pronunció antes de cerrar la llamada y dejar el hospital.Entre tanto, Derrick entró al estacionamiento del hospital, mientras Archer se bajaba para pedir una camilla en emergencia.Todo lo demás sucedió tan rápido, que Derrick solo pudo sentarse en la dura silla de sala de espera a tener noticias de su madre con Archer a su lado.—Voy a matarlo —susurró Derrick apretando sus manos entre sí.—¿A quién? —preguntó Archer un tanto distraído.—A Patrick Phillips, voy a matarlo con mis propias manos. Le haré sentir cada día, cada minuto, cada segundo de dolor que mi madre ha experimentado todos estos años por su culpa.
Espera noticias míasRachel fue la primera en separarse, el calor que nació en su bajó vientre le asustó un poco, había sido como un tiro o una descarga eléctrica que no había sentido antes. No es como si tuviera mucha experiencia, se había dedicado a cuidar de Coral tanto, que se había olvidado de ella y de sus sentimientos, pero desde que conoció a Zoe, ella se había transformado en su mundo, en su todo y no, no estaba malinterpretando lo que sentía por su salvadora, sabía que no era simple agradecimiento. Sabía que era amor.Sin embargo, Zoe estaba en otra liga, ella no pertenecía a su mundo, si no hubiera sido por aquel accidente, sus caminos jamás se hubieran cruzado.—No podemos quedarnos —susurró bajito para no llorar.Zoe escuchó en silencio el argumento de Rachel, mientras pensaba en la calidez que le embargaba el corazón en ese momento, era una sensación bonita y abrumadora. ¡Ella jamás había besado a una mujer! Rachel era su primera experiencia.—Te lo dije y repito, Rache
¿Quién es?Archer y Victoria se quedaron parados en la puerta, ninguno de ellos se movió o hizo ademán de hacerlo. Victoria seguía sintiendo que su corazón iba a salirse de su pecho y Archer esperaba que ella pudiera perdonarlo por su desatención, pero había estado con Derrick esos días y no sabía cómo explicarle a Victoria sin revelar lo sucedido, era algo que nadie debía saber. Incluso Derrick había cambiado el nombre de su madre en el hospital, por seguridad. —¿Qué haces aquí? —preguntó Victoria finalmente cuando encontró su voz. Se sentía agitada, pero quería preguntar. Ella no iba a dejarse seducir por unas cuantas rosas. «Son más que unas cuantas rosas», pensó.—Vine a visitarlas —respondió aún sin moverse.Victoria se hizo a un lado y lo dejó pasar, sobre todo, porque no quería que sus vecinos lo vieran y empezaran los chismes. Algunos de sus vecinos ya la habían reconocido y con eso ya tenía bastante, no necesitaba tener más atención.—Te perdiste por más de tres días —recalc
¿Lo sabías? «Si Patrick Phillips no es mi padre, ¿entonces quién es?» «¿Entonces quién es?» Aquella pregunta era la que Grace nunca había querido responder, no estaba preparada para hacerlo y quizás nunca lo estaría, porque para ella no era fácil de confesar y para Derrick difícil escuchar. —¡Mamá! —gritó Derrick sin querer, pero tras el silencio de su madre muchas cosas acudieron a su mente, desde las más locas a las más atroces—. Dime mamá, dime ¿quién es mi padre? —pidió. Grace tembló, se mordió el labio y negó. —Basta con saber que no eres hijo de Patrick, que no estás obligado a nada con él —dijo reacia a contarle la verdad. —¿No estoy obligado? —preguntó casi sin poder creer la respuesta de su madre. —No es tu padre… —susurró Grace. —Lo he escuchado muy bien mamá, pero no he tenido de ti la respuesta que en verdad necesito. Quiero saber quién es mi padre. ¡Tengo ese jodido derecho! —gritó. Grace negó. —No tiene caso que lo sepas, Derrick, yo… —¡Tú has estado a merced