Vete y no regreses«Soy yo, Valeria»El cuerpo de Valeria se tensó hasta el punto de pensar que no sería capaz de moverse de la silla, su garganta se cerró y sus ojos manifestaron miedo.—Señorita Anderson, le presento a Derrick Philips, el padre del bebé que usted espera. —Eva Lennox desconocía el pasado entre ellos, no tenía idea de lo que estaba causando en Valeria aquella revelación.—Valeria —dijo Derrick y su voz hizo salir a la joven de su estupor inicial, aun así, ella no se levantó, pensaba que, si lo hacía terminaría de bruces contra el piso.—Es necesario que ustedes hablen —intervino de nuevo la doctora mirando a su hermana para darles la privacidad que ellos necesitaban.—No tenemos nada de qué hablar —susurró Valeria con voz tensa y ahogada.—Lamento mi equivocación, señorita Anderson, y asumo toda la responsabilidad del caso. Por favor hable con el señor Philips y cualquier acuerdo al que lleguen solo tienen que informarme —la doctora hizo una pausa—. Estoy a su complet
Seré tu guardiánDerrick se dirigió a la clínica de la doctora Eva Lennox para saber si Valeria tendría el alta médica esa tarde o si debía quedarse en observación. Si él pudiera intervenir en la decisión de la doctora, optaría por dejarla hospitalizada por dos razones: la primera, porque quería que Valeria y el bebé no corrieran ningún peligro y la segunda, porque sabía que si Valeria se marchaba de la clínica no volvería a verla pronto.«Quizás nunca más»El pensamiento no lo asustó, sino que, le aterró. Derrick no quería perderla de vista y si tenía que convertirse en el guardián de sus pasos, él estaba más que dispuesto a ser lo que tenía que ser. Se había equivocado una vez y no quería volver a cometer el mismo error dos veces.—Señor Philips —la doctora lo saludó al verlo entrar, parecía un poco preocupada y eso hizo que el miedo se instalara en el corazón de Derrick.—Buenas tardes doctora Lennox —saludó, sentándose en la silla antes de que la doctora se lo indicara, Derrick ne
Nuevo Vecino«¡¿Qué demonios haces con Derrick Philips?!»Derrick arrugó el entrecejo al escuchar como Dylan le gritó a Valeria, su primer instinto fue saltar sobre el hombre y explicarle por qué acompañaba a Valeria, pero no tuvo tiempo, la voz de Dylan volvió a escucharse y el tono era demandante.—¿Qué es lo que haces con él? —repitió ante el silencio de Valeria.—Será mejor que cuides tu tono de voz, no soy tu empleado y tampoco te debo ninguna explicación, Dylan —espetó Valeria, ella jamás lo había visto perder la paciencia hasta hace una semana y ahora, no parecía el mismo.—Somos pareja —dijo él, tratando de controlar el tono su voz, pero dándole una mirada mordaz a Derrick, queriendo dejar claro, quién de los dos salía sobrando en la vida de Valeria.Derrick sintió la ira correr por sus venas y las ganas de molerlo a golpes fue tan grande, y de conseguirlo sería tan malditamente satisfactorio, sin embargo, las palabras de Valeria le robaron esa posibilidad.—Gracias por traerm
Guardián de tus pasos«Seré tu nuevo vecino»Valeria esperaba que aquella afirmación fuera una broma de mal gusto. No podía concebir el hecho de vivir tan cerca de Derrick, simplemente, ella no iba a poder. ¡Cinco años alejados, para terminar así!—Valeria —llamó Derrick sin atreverse a tocar, él sabía cuándo hacerlo y cuando no. Definitivamente en ese momento era mejor mantener su distancia, por lo menos, si quería conservar la mano y la cabeza en su sitio.—¿Estás bromeando? —preguntó.Derrick negó, al tiempo que el hombre que lo acompañaba intervino.—Estaré al pendiente de cualquier situación —dijo—, que tenga un excelente domingo, señor Phillips, señorita Anderson —añadió, extendiendo una mano en señal de caballerosidad.Valeria aceptó la mano que el hombre le ofrecía, esperaba que Derrick respondiera su pregunta.—Estoy mudándome —confirmó él.—Esto es más de lo que puedo tolerar, Derrick, he aceptado que te tomes la libertad de elegir mi almuerzo, que me acompañes a la
SalvadaValeria intentó moverse, pero la presión sobre su hombro se lo impidió. Miedo, terror, así era como ella podría describir lo que su corazón sintió en ese momento, no le preocupaba ella, sino su bebé, aquel pequeño milagro que crecía dentro de ella.—No te muevas —gruñó el hombre y Valeria abrió los ojos con sorpresa al descubrir que era Dylan quien la retenía.—¡Suéltame! ¡¿Cómo te atreves?! —gritó ella entre enojada y temerosa.Dylan la giró entre sus brazos y Valeria arrugó la nariz al sentir el olor del whisky. ¡Estaba borracho!—¡No, no te dejaré! —respondió tomando un poco más fuerte los cabellos de Valeria.—Por favor, déjame, me haces daño —susurró la muchacha.—Tú tienes la culpa, tú me has obligado a actuar de esta manera, Valeria. Te he pedido perdón, me he ofrecido para ser el padre de ese niño y, aun así, me has rechazado. ¡Me has despreciado! —gritó presionando las mejillas de Valeria, acercando su rostro al rostro de la mujer y rozando sus labios contra lo
AntojosArcher miró a Derrick, esperando la noticia del investigador.—¿Dónde está? —preguntó Derrick ante el silencio de Archer.—La encontraron en Staten Island —comentó Archer. El investigador les explicó todos los pormenores y lo que creyó eran los datos más importantes sobre Victoria y antes de colgar, les dio la dirección de la muchacha.—Victoria nos debe una explicación —dijo Derrick con seriedad, Archer asintió.—Lo más importante, Derrick, es que, está viva —refutó Archer, por un momento había llegado a pensar que Patrick le había mando hacer algo, aunque no descartaba la posibilidad de que le hubiese pagado una cantidad considerable para dejar a Derrick plantado en la clínica.Derrick asintió.—¿Podrías ir a Staten Island? —preguntó Derrick un tanto pensativo.—¿Quieres que la busque?—Quiero confirmar si mi padre tuvo o no, que ver con su huida, necesito pruebas en su contra, hasta ahora ha sido un hombre muy listo, lavándose las manos —gruñó, pensando que el viaje de su m
«Archer»Victoria dio un paso atrás, su mano se aferró a la puerta como si fuera un salvavidas, mientras se preguntaba lo que Archer Watson hacía allí, parado delante de ella… ¿Sería posible que…?—¿Por qué te fuiste? —preguntó Archer, colocando su pie con discreción entre la puerta y el marco, en caso de que ella quisiera cerrársela en sus narices.—Tuve inconvenientes —dijo ella, tragando el nudo formado en su garganta.—¿Tuviste inconvenientes? —susurró él, taladrándola con la mirada.—Sí, tuve que venirme de emergencia —respondió sin dar ningún otro detalle.—Derrick te esperó en la clínica —dijo Archer visiblemente enojado—. Te fuiste sin decirle nada y encima, cobraste el cheque sin cumplir tu parte del trato —señaló Archer, dando un paso hacia Victoria.—No entres —pidió.—Tenemos que hablar y si tengo que hacerlo aquí, no tengo ningún jodido problema en exponerte —la amenazó.Victoria tembló al sentirse en un callejón sin salida.—Te aseguro que no tenemos nada qué decirnos, A
Extraña relación«Te demoraste»Derrick sonrió ante la acusación de Valeria, si ella tuviese idea de todo lo que tuvo que hacer para preparar el desayuno, quizás le tendrá un poco de consideración; sin embargo, Valeria no necesitaba saber, que había trabajado hasta las cuatro de la mañana en un nuevo proyecto, luego de la pérdida del de Yamanaka, tampoco tenía que decirle que había dormido dos horas antes de ponerse manos a la obra y preparar el pan.—¿Desayunamos juntos? —preguntó.Valeria frunció el ceño, ella no miraba más que un desayuno en la bandeja y, aunque se viera egoísta de su parte, no deseaba compartir nada de lo que había en la bandeja con Derrick, ella era muy capaz de comérselo todo, pero ¿por qué no lo rechazaba? ¿Por qué la idea de que se fuera le abrumaba?Definitivamente, Valeria se declaraba loca. ¡Había perdido la cabeza! Esa era la única explicación para querer a Derrick en su casa, en su mesa y junto a ella…—Valeria —llamó Derrick, sin saber si debía quedarse