―¿Hola? ―Ash… ¿Todavía estás en el trabajo? ―Era Rosa, la había llamado para invitarla a cenar. ―Sí. Todavía faltan algunos detalles, y el concurso está próximo. No te preocupes, no me molesta trabajar horas extras. ―Si claro, pero, no te exijas demasiado. Llamaba para invitarte a cenar, pero con
Capitulo 68 Alexander se estacionó frente al edificio. Ashley abrió rápidamente la puerta, sin embargo, dudo un segundo y finalmente dijo. ―¿Quieres cenar? Sus palabras sorprendieron a Alexander, lo que menos imagino hoy es que ella lo invitara a subir a su departamento, acepto sin dudar. El dep
Capitulo 69 ASHLEY. Mi corazón ha estado aprisionado desde que me entere del apuñalamiento de Alexander. De solo pensar que este herido, es como si yo misma estuviera sangrando. La única razón por la que me mantengo calmada es porque primero quiero verlo, después ajustaré cuenta con la perra. É
―¿Acabas de… decir que me amas? ―Nunca deje de hacerlo, Alexander. Te soñé cada noche de durante estos años, añore tus abrazos, despertar a tu lado y me odie, por quizás no haber luchado. ―No… ―me abrazo ―Tú no tienes la culpa de nada, ¿de acuerdo? El tonto fui yo, me dejé engañar por… por esa muj
Capitulo 70 Al día siguiente, después de dejar a Alexander, Ashley deicidio tomar el toro por los cuernos, saco su teléfono e hizo una llamada. ―¿Hola? ―No voy a perder el tiempo diciéndote quien soy, asumo que ya lo sabes por mi voz. Zaria del otro lado, sonrió y apretó el teléfono con fuerza.
Capitulo 71 Las dos se giraron y descubrieron que se trataba de Alexander e Iván, quienes venían acompañados de sus hombres. ―¡¿Qué… que estás haciendo fuera del hospital?! ―Ashley le pregunto con una mirada de reproche. Luego miro a Iván, concluyo que había sido el quién la había echado de cabeza
Capitulo 72 El cuerpo de Alexander se quedó inmóvil cuando lo escucho, su peor miedo podría haberse vuelto real. Sin embargo, cuando vio que Ashley se levantaba y, en cambio, Zaria se quedaba en el suelo presionando su herida que sangraba a borbotones, pudo respirar de nuevo. Por muy cruel que pare
―Más calmada si eso es lo que preguntas, sin embargo, no puedo dejar de reproducir esa escena en mi cabeza. Sigo preguntándome que hubiera pasado si no hubiera sido tan tonta. ―Amor, no sigas torturándote por algo que no puedes cambiar. Actuaste precipitadamente, pero ya no hay nada que puedas hace