Recuerden dejar su comentario en la portada de la pagina, eso le da mas visibilidad a la historia. Un besote, las quiero.
CAPÍTULO 11 Andrea no pudo dormir porque tenía algo muy importante que hacer. Tenía que mirar a Cameron. Estaba sentada de piernas cruzadas en una esquina de la cama, mirándolo dormir entre las sábanas arrugadas y hechas un lío. Estaba despeinado y tenía la cara colorada. Dormía de lado con una m
CAPITULO 12 ―¿Quieres ir a jugar bolos? ―¿A los bolos? ―Se me ocurre que podríamos salir a divertirnos, así que ve a ponerte tu ropa de bolos y vámonos. ―No tengo. Y no me hagas reír porque me da hipo. ―¿Qué es gracioso? ―la miro con adoración. Cameron sentía tantas cosas, que no podía distingu
CAPITULO 13 ―¿Me estas jodiendo, verdad? ―No estoy hablando muy en serio. Ella tiro la servilleta y se cruzó de brazos. ―Genial, ahora resulta que soy tu premio de consolación. ― Yo no he dicho eso. Simplemente estoy siendo sincero contigo, es mejor que lo sepas ahora, a que lo hagas más adelan
CAPÍTULO 14 Dos días después, Andrea y Cameron se instalaron en la mansión Kingston. Nada más entraron, Amara corrió hacia su hermana para rodearla en un cálido abrazo. ―¡Hermana! ―susurro conteniendo las lágrimas y llenándola de besos. ―Hola, Amara ―dijo Andrea tratando de apartarla ―Me estás ah
Andrea se echó a reír. ―Es verdad, nunca hizo planes de boda conmigo, en cambio, contigo, unos pocos días y ya quiere casarse. ―Amara, ¿eres feliz con Elliot? ―Si ―ella dijo rotundamente ―Soy la mujer más feliz de este mundo. ―Pero, no siempre fue así, ¿verdad? ―ella recordó las palabras de Came
Elliot apretó su mano y se la llevo a los labios para un beso suave. ―Si es así, entonces lo apruebo. Después de que el fotógrafo se fuera, Elliot y Amara se pusieron de pie y caminaron hacia los futuros esposos. ―Estamos a punto de irnos, Andrea ―dijo Elliot, mientras rodeaba la cintura de Amara
CAPÍTULO 15. El día era perfecto para celebrar una boda, después de despedirse, Andrea regreso en compañía de Elliot y Amara. Ahora acaba de abrir los ojos y su estómago revoloteaba de emoción por el gran día. Hoy se convertiría en la esposa de Cameron, y quizás muy pronto formarían una familia. S
Finalmente, llegaron al hotel, Elliot abrió la puerta y luego la ayudo a salir, el lugar estaba acordonado por un personal de seguridad. ―¿Estás lista? ―le pregunto antes de iniciar la marcha. ―Quisiera ir al tocador antes ―pidió. ―Ok, ¿quieres que vaya contigo? ―¡no! Voy a estar bien, lo único