―¡¿Qué?! ―Amara quería poder meterse por el teléfono ―¿Qué estás diciendo? ¿Dónde está mi hijo, Jane? ¡¿Dónde está Erick?! Amara había perdido el control, Stella se acercó y le quito el teléfono y hablo por ella. ―Jane, ¿qué es lo que sucede? ―El niño, una enfermera, me dijo que se lo diera para
CAPÍTULO 74 Después de que Elliot le dijera que Ana Paula era quien tenía a su hijo, Amara se desmayó, fue llevada a una habitación para que se recuperara. Mientras tanto, Elliot continúo llamando al teléfono de Ana Paula, pero este no se conectó. Insistió varias veces, pero no hubo respuesta. ―Sr
CAPÍTULO 75 Bianca mecía al bebe en sus brazos de un lado al otro, sin embargo, no importa cuánto tratara, Erick seguía llorando desconsoladamente. ―Shhh, cálmate pequeño. No llores. Ana Paula colgó la llamada después de hablar con Elliot, como se esperaba recibió amenazas y más amenazas. Pero el
CAPÍTULO 76 De regreso las dudas atacaron a Bianca, en su corazón sabía que ser parte de la locura de Ana Paula, no estuvo bien. Se habían llevado a un bebe, a una persona indefensa y sinceramente dudaba de que Ana Paula dejara ir al hijo de Elliot y Amara, su odio por ellos era demasiado profundo.
El guardaespaldas vio sus ojos que, si bien aparentaban valentía, también mostraban temor. Apretó el volante con fuerza y giro en U en la siguiente intercepción. ―Lo más probable es que estén de camino a Beltown, tomaré la autopista principal, llegaremos en menos tiempo. Amara asintió ansiosa y su
CAPÍTULO 77 Cuando se accionó el arma, Elliot no pudo contenerse y corrió hacia la puerta y comenzó a golpearla con fuerza. ―¡Ana Paula! ¡Abre la m*****a puerta! ―grito mientras daba reiterados golpes con su hombro ―¡Ábrela! Dentro de la cabaña, Erick lloraba a todo pulmón, el sonido del arma lo
CAPÍTULO 78Después de cerrar la puerta, respiro profundo y se obligó a ser fuerte. Mientras su hijo estuviera a salvo, ella pagaría el precio que fuera necesario.Se giró y miro a Ana Paula fijamente.―Bien, aquí estoy, ¿qué es lo que planeas hacer conmigo?Ana Paula no dejó de apuntarla en ningún
Amara cerro los ojos y dejo que su mente la llevara a todos los momentos felices. Su infancia, el tiempo en la universidad junto a Cameron, el nacimiento de su hijo. Las lágrimas cayeron lentamente.―No llores, piensa que estás sacrificándote por ellos.―Estás desquiciada ―Amara le dijo mirándola co