―Amara… ―el nombre salió un poco entrecortado. ―Vamos, cariño. Solo has esta concesión… ―su delicada mano se introdujo dentro de su ropa interior y comenzó a acariciar la ya rígida polla ―Te prometo que te lo compensaré, ¿Qué dices? Elliot sabía lo que estaba haciendo y cuando se giró y miro sus l
CAPÍTULO 54 Elliot no solo quería llevarla a cenar. Después de salir del restaurante, caminaron por las calles bajo las farolas. Amara tenía que admitir de que era una escena muy romántica. Elliot sostuvo su mano con fuerza y aunque ella había conocido su lado amable y dulce a lo largo de los últim
CAPÍTULO 55 ―Señora, están comenzando a llegar los invitados ―el ama de llaves informo con una sonrisa amplia ―También hay muchos regalos para el niño. Amara se levantó temprano hoy, finalmente ha llegado el día de la presentación de Erick a la sociedad. Aunque particularmente no estaba muy conven
―Cariño ―ella se giró para mirarlo y también tranquilizarlo ―Hoy es un día para disfrutar, no hagas caso de las locuras de Mason. Además, sabes que te amo, ¿verdad? Luego se inclinó y le dio un ligero beso en los labios. Los demás que miraban la escena absortos, de repente estallaron en carcajadas
CAPÍTULO 56 El resto de la velada transcurrió entre alegrías y risas. Stella y Amara compartieron pequeños consejos de la crianza de sus hijos. Mientras que los hombres hablaron sobre trabajo y uno que otro deporte. El ambiente era excepcional. Pero como dicen por allí: en tu mejor momento, ten
―¿De qué acuerdo hablas? ―Elliot pregunto sin entender. Justo cuando estaba a punto de hablar, llego Cameron quien traía a un Erick en sus brazos llorando. Se detuvo en cuanto los vio y por las expresiones de sus rostros, supuso que algo no andaba bien. ―¿Pasa algo? ―se acercó con el niño en sus
CAPÍTULO 57Cristian, Jonathan y Mason fueron los primeros en llegar, parpadearon sorprendidos cuando vieron el desastre en el suelo. Luego miraron a la mujer que no habían visto en un largo tiempo y estaban más confundidos. ―¿Ana Paula? ―Jonathan fue el primero en murmurar. ―¿Qué está pasando? ―C
CAPÍTULO 58 El corazón de Amara latía con fuerza como las alas de un pájaro. Su mano temblaba ligeramente mientras sostenía el pomo de la puerta, sintió ganas de huir por un momento, pero luego se dijo a sí misma que tenía que enfrentar. «Vamos, Amara. No seas cobarde. Ahora no.» Abrió la puerta