―¿Te sucede algo? Él se tensó de inmediato y sonrió. ―No, no, es solo dolor de cabeza. Mezcle muchas bebidas anoche. ―Ujunm. ¿Qué necesidad? Pero bueno, tomate algo y, ya me encargaré más tarde de consentirte. ―fue juguetona en sus palabras. Ella estaba a punto de colgar cuando Cristian dijo. ―
CAPÍTULO 72 ―Es Cristian, ya llego. Stella se despidió de Mariana y tomo su bolso para salir rápidamente. En el auto, Cristian miraba hacia la puerta principal del edificio con ansiedad, no sabía cómo comportarse y si tendría el valor de mirarla a la cara. En cuanto la vio, su pecho se encogió de
CAPÍTULO 73 Temprano en la mañana del día siguiente, cuando el primer rayo del sol, golpeo la costa de Seattle, el salón de fiestas del Hotel Hilton ya estaba completamente decorado y todo estaba terminado para la ceremonia. En la casa ancestral, Stella terminaba de dar los últimos detalles a su v
CAPÍTULO 74 Stella frunció las cejas y luego se apartó acunando su rostro y formo una sonrisa en sus labios. ―Bebe, somos nosotras las que lloramos ―seco sus lágrimas y lo beso de nuevo. Sin embargo, el motivo de las lágrimas de Cristian no era de felicidad, se trataban de vergüenza. En el que se
Los ojos de Cristian se brillaron dispuestos. ―¿Supones que eso la detendrá? Esa mujer está obsesionada contigo. ―Jonathan resoplo ―Mira que usar el viejo truco de hacerte creer que tuvieron sexo. ―¿Y si de verdad paso? ¿Y si me acosté con ella? Jonathan no sabía cómo ayudar a su amigo, entendía
CAPÍTULO 75 Los únicos que parecían disfrutar de la fiesta, eran Stella y Mason, quien en este momento hablaba con una chica y aseguraba su diversión por la noche. Pero, Cristian, Jonathan y Elliot tenía la expresión de haberse tragado una mosca. ―Si sigues mirándole así, la vas a desaparecer. ―
CAPÍTULO 76 Stella terminaba el último boceto del diseño de la habitación del bebe, aunque aún no habían descubierto el sexo, decidió hacer una decoración simple que se adaptara a una niña o un niño. Después de la boda, su vida se convirtió en pura felicidad, Cristian y ella parecen estar viviendo
Kendra que todavía sostenía el brazo de Cristian, de repente vio la figura de Stella por la rendija de la puerta. Su cara se veía claramente pálida e incrédula. ―Cris, sé que tienes tus propias razones. Stella también está embarazada. Pero tienes que asumir tu responsabilidad, no te estoy pidiendo