¡Me voy a casar!.

Dante, estaba con Vanesa, cómo la primera vez que la llevó a Clearwater Beach, aún había amor entre ellos, pero se preguntaba, que era lo que sentía entonces por Natalia, era deceo, amor, o simplemente fue un remplazo de Vanesa, Dante, estaba confundido tenía que averiguar que sentía por ambas y antes de eso no podía traicionar a ninguna de las dos.—Dante, ¿Sucede algo?, Te ves muy preocupado dime ¿En qué piensas?. —Cuando Vanesa, vio que Dante, se veía extraño se preocupó.—No es nada Vane, ¡No te preocupes! Todo esta muy bien, te imaginas si nada hubiera ocurrido, la vida que tendríamos hoy, en poco tiempo estaríamos cumpliendo ocho años de casados, talvez ya tendríamos tres o cinco hijos, jajaja recuerda que yo quería ocho.—Si, lo recuerdo y también recuerdo los nombres que elegimos para el

¡Cómo en los viejos tiempos!.

—Luis, por favor ayúdame con los niños amor, mientras subo todo al carro o házlo tú, ¡Gracias abuelo Turner! Vendremos a verte pronto, no estamos tan lejos así que pasaré por aquí más seguido. —Paola, quería mucho al abuelo de Luis, porque el siempre la vio como si fuera su nieta, sus abuelos habían muerto cuando ella era muy pequeña y no los recordaba, así que el abuelo de Luis, ocupó su lugar.—¡Claro Pao! Te estaré esperándo cuida mucho a mis bisnietos, en cuanto cumplan un poco más de tres años me los traes, para empezarlos a entrenar jajaja, Luis, cuida bien de tu familia.—¡Por supuesto! Te los traeré, cuídate abuelo te quiero. —Paola, le dió un gran abrazo al abuelo Turner, después de que Luis, también se despidió se fueron. —Nos vemos.—

¡No olvides que cambie por ti!.

Los días pasaron rápido Paola, y Luis, por fin se iban de luna de miel a Bali Indonesia, también conocida como isla de los dioses, Además de ser conocida por sus hermosas playas de arena blanca, aguas cristalinas, paisajes únicos y tesoros naturales, durante el tiempo que estuvieron de luna de miel, fueron a visitar templos mágicos, espectáculos de danza, además de adentrarse en su inmensa selva y conocer los majestuosos arrozales.Mientras ellos disfrutaban de su luna de miel en Toronto, Nancy, se despedía de su hija y Dereck, volvería a Guadalajara con Alejandro, y estaban hablando de los últimos detalles con Gonzalo, él era el que se encargaría de llevarla pero haría que Rosales, pensará que él la había encontrado, así no sospecharían de él.—Volvere cariño te lo prometo, cuida de Alexa, por mi si. —Nancy, no

¡Me gustaría vivir en un lugar así contigo y mis hijos!.

—¿Dante, te encuentras bien? —En cuánto Vanesa, vio de que se trataba el video, rápidamente se acercó y desconectó el enchufe del reproductor. —Siento mucho ésto Dante.—¿Sentirlo? ¿Por qué deberías de sentirlo tú? Esto no tiene nada que ver contigo, o acaso tú la obligaste hacerlo?. —Dante, estaba enfurecido como nunca antes, no podía creer que Natalia, se estuviera revolcando con Alejandro.—Si... Yo no hubiera aparecido talvez Natalia, no te hubiera dejado y nunca hubiera echo eso. —Dante, pensó que Vanesa, estaba loca.Dante, se burló de lo que Vanesa, decía, ¿ Como podía culparse por las decisiones de otra persona?, Al parecer el truco de Alejandro, había funcionado con éxito lo había echo creer que Natalia, le fue infiel con el, en realidad los videos eran de sus ú

¡Seguían buscando sobrevivientes!.

Steven, empezó a disparar junto con los otros agentes, de esa manera le dieron tiempo a Gonzalo, de escapar. Cuando Alejandro, llegó y se enteró de que Gonzalo, era un traidor juro matarlo con sus propias manos.Cuándo por fin estuvieron a salvo Nancy, se dió cuenta de que Gonzalo, sangraba mucho, así que le quitó la chaqueta y empezó a revisarlo no había nada en el helicóptero que ayudara ha curar sus heridas, solo podían esperar. Natalia, arrancó un pedazo de su falda para hacerle un torniquete y parar el sangrado del brazo, así tendrían un poco de tiempo mientras llegaban a un hospital, también le pidió a Nancy, que apretara con la chaqueta la herida que tenía en la espalda para que no perdiera más sangre, no es que fuera una experta pero algunas veces le tocó ayudar asu padre, o Alejandro, cuándo regresaban heridos.—Si h

Algo había cambiado en Alberto.

—¿Elisa, de verdad eres tú? ¡Wow! Que linda te ves, el señor Alberto, no te va reconocer, desde que estás aquí, es la primera vez que te veo vestida de esa manera, nada más dejá que te vea la señorita Eva, y ya verás que ojotes te echa, jaja. —Hace un año que Alberto, había traído asu casa a Elisa, ella no sabía quién era, ni de dónde venía, así que el fue quien le dió el nombre de Elisa.—¡Gracias Petra! No creo, la verdad no veo porque la señorita Eva, tendría que verme con malos ojos, ella es muy bonita. —Petra, y Elisa, estaban entretenidas en su plática, así que no se dieron cuenta de la presencia de Alberto, hasta que él habló.—¡Hola Petra!

Había una posibilidad de que ella esté viva.

Natalia, aunque no era una de las íntimas amigas de Paola, llegó apreciarla, pues Paola, jamás se portó mal con ella, todo lo contrario siempre fue muy considerada, así que también fue a llevarle flores que dejó en el mar donde se decía que había muerto, y de paso quiso aprovechar para sacar fotos de las bellas playas, de indonesia.—¡Buenas tardes señorita! Quiere que la lleve asu hotel?. —No era normal que hubiera taxis en ese lugar, así que Natalia, rentó un carro para poderse mover, lo que no sabía era qué habría un chófer.—¿Qué..? O no gracias, manejare yo misma puedes irte y no te preocupes, toma esto para que tengas algo que hacer, no diré que no te quedaste conmigo, solo pásame tu número y te avisaré en cuanto me vaya para que regreses. —Después de que el chofer la dejara

No preguntes nada, por favor.

—¡Buenos días! Creí que anoche llegarías tarde, pero llegaste muy temprano, ¿Todo bien?. —Paola, estaba en la cocina cuando Alberto, llegó la noche anterior pero no quiso molestarlo, creyó que iba llegar tarde como él había dicho, pero llegó a las 10 pm se preguntó si para el, esa hora era tarde. —Espero, que te hayas estado divirtiendo pícaron, jaja voy al mercado con Petra, ¿Se te ofrece algo?.—¡Buen día Elisa! No, no se me ofrece nada, muchas gracias, jeje cuidense okay estaré en mi oficina si necesitas algo sabes dónde encontrarme. —Alberto, evitó la pregunta de Paola, no había pegado un ojo en toda la noche, no pudo sacarse de la mente a esa mujer, se preguntaba ¿Quién era y de dónde había venido? Después de tanto pensarlo, se fue al hotel dónde ella se estaba hospedando