Una semana después...

—Lizeth, iba de salida solo estaba buscando las llaves para irse, cuando tocaron el timbre, se preguntó, ¿Quién podría ser tan temprano? No esperaba a nadie, es más no conocía a nadie en New York, solo había echo la plática con Nancy, una sola vez, era la única que sabía donde vivía, pero no creía que ella fuera a molestarla tan temprano. —Voy un momento por favor. —En cuanto abrió la puerta quedó sorprendida, sus ojos se abrieron como platos, pero en seguida su expresión cambió, pasó de la sorpresa al disgusto.

—Hola hermanita, ¿Cómo estás?, Pero que estúpida pregunta ¿Cierto? Si a leguas se nota que te va muy pero muy bien, jajaja sabes te eh extrañado tanto, que no me aguante más y vine a verte, que te parece si nos divertimos un rato, jajaja. &mdas