Gale no rechazó la petición del Señor Ares. Dijo en tono humilde: “Haré lo que pides”.

El Señor Ares se puso de pie y dijo: “Gale, ven conmigo”.

Gale siguió al Señor Ares. Ambos llegaron a la habitación de Jens

Angeline se encontraba cuidando a Jens en este momento. Le dirigía una mirada triste. Sus ojos brillaban con lágrimas. Se veía muy preocupada.

“Angeline”. El Señor Ares se acercó y extendió la mano para acariciar su cabeza con cariño. “Gale está aquí”.

Angeline se dio la vuelta y miró a Gale.

Aunque nunca había visto a Gale, había oído hablar de los extraños encuentros que Gale había experimentado junto a Bebé Robbie y los demás. Sentía una gran curiosidad por Gale.

Ella se puso de pie y forzó una sonrisa en su rostro abatido. “Gracias por venir, Gale”.

La mirada de Gale se posó momentáneamente en el rostro de Angeline. Una pizca de asombro cruzó sus ojos. El hermoso rostro de Angel era extremadamente similar al de Angeline. Sin duda, los lazos familiares que quedaban d