Sin embargo, tanto Tenzel como Robbie, ambos eran sus hijos.

Angeline respondió con lágrimas en los ojos: “Dime, ¿dónde está el alma de Robbie? Lo encontraré en este instante”.

“Madre, a unas nueve millas al sureste de la tumba, hay un campo de Lirio Araña Rojos. Recoge 99 de ellos y ponlos en el ataúd de hielo. 49 días después, vuelve con el emblema de la pitón.

“Si el lirio araña rojo sigue vivo, puedes llevarme a casa, Madre. Si están marchitas, debes recordar, Madre, que nunca debes traerme a casa. De lo contrario, habrá un mal presagio”.

Angeline escuchó y asintió a cada una de sus frases.

En ese momento, el muchacho agitó sus mangas y Angeline sintió de repente que su cuerpo volaba por los aires. Atravesó un muro de piedra. Tras un destello de luz blanca, cayó en un estado de somnolencia.

Cuando se despertó, ella se dio cuenta de que estaba acostada en la cama de su casa. Jay estaba sentado en la cabecera de su cama, acariciando cariñosamente su frente. Su voz sonaba algo r