Todas las miradas estaban puestas en Levi, y la sorpresa en sus ojos era bastante evidente.

Jay miró a Levi y a Angeline con desconfianza. Si él no hubiera estado cerca cuando Angeline estaba creciendo, Jay habría pensado que Levi y Angeline eran viejos amigos que acababan de reencontrarse.

En ese momento, Tormenta se apresuró a colocarse junto a Jay y le dijo en voz baja: “Señor Ares, Levi se comió los emparedados hechos por la Señora hace un momento y dijo que le sabían familiares”.

Ahora, viendo la reacción de Levi tras ver a Angeline, no era tan difícil entender la situación.

A Jay le pareció indignante, pero no pudo evitar interrogar a Levi: “¿Levi, has conocido a mi esposa antes?”.

Levi se mostró confundido y finalmente sacudió la cabeza.

Sin embargo, cualquiera con ojos perspicaces podía ver que estaba mintiendo.

Angeline frunció ligeramente el ceño al ver la herida de la pierna de Levi. Preguntó: “¿Está bien tu herida?”.

Tan pronto como dijo esto, su voz suave y delicad